Zayn bebió un sorbo de su martini seco. Lo necesitaba. Estaba perdiendo el control y era imprescindible que lo recuperase cuanto antes.
Si antes ____ Granton le había parecido dulce, ahora no encontraba palabras para describirla.
Excepto... que era una mujer que quitaba el sentido.
Pero de forma distinta a las mujeres a las que estaba acostumbrado... y le resultaba irresistible.
____ estaba ahí de pie, con su perfecta figura, su perfecto rostro y su perfecto cabello. Y ahora, con algo más de maquillaje, parecía más mayor, de lo que se alegraba infinitamente.
¿Porque quizá esa chica no fuera tan inalcanzable como le había parecido al principio?
La realidad le golpeó. No había ido ahí para conquistar a la irresistible hija de Edward Granton, sino para averiguar si merecía la pena hacer un es-fuerzo por salvar de la ruina a Granton plc. Nada más.
Sin embargo...
En fin, ya que iba a cenar allí, ¿por qué no disfrutar? ¿Por qué no saborear la belleza de esa chica?
La reunión con Edward Granton no había sido fácil. Los números no eran demasiado buenos. La cuestión era, ¿salvaba o no a la empresa?
Granton estaba tenso; eso, en sí mismo, era una mala señal y a tener en cuenta. Su padre le había enseñado bien y le había hecho aprender que cualquier equivocación en el mundo de los negocios podía salirle muy cara.
Por importante que fuera Malik Corp en ese momento, siempre podía venirse abajo... Así que, ocurriera lo que ocurriese, tomaría la decisión adecuada respecto a Gran-ton plc, su padre confiaba en él.
Y, por supuesto, su padre confiaba en que nada, absolutamente nada, le desviara de la tarea que le había sido encomendada y por la que había ido a Londres.
Incluida la chica de la que no podía apartar los ojos. Por eso, durante un momento, pensó incluso en poner una disculpa y marcharse de allí sin cenar. Sería más seguro.
¿Más seguro?
¿Por qué había elegido esa palabra? Frunció el ceño. Era como si presintiera un peligro al acecho. Rechazó la idea con impaciencia. Estaba exagerando. Lo único que tenía que hacer era cenar con Edward Granton y su hija, nada más.
¿Era consciente la chica de la difícil situación en la que su padre se encontraba? ¿Conocía el delicado estado financiero de la empresa que pagaba sus ropas de diseño y su casa en uno de los barrios más caros de Londres? Eso, sin mencionar los estudios y el piano de cola que podía ver en la sala contigua a ésa.
No, no debía saberlo. A parte de que Edward Granton le parecía la clase de padre chapado a la antigua, indulgente y protector, ella daba la impresión de no tener una sola preocupación en el mundo. Lo único que parecía ocupar la mente de esa chica en ese momento, pensó con satisfacción, era él.
Le resultaba evidente. Por supuesto, ella no se le estaba insinuando ni nada parecido. Entonces, ¿qué era?
Esa chica tenía una reacción completamente natural respecto a él.
Lo veía en sus ojos, en el modo como le miraba, en la forma como separaba los labios, en su voz ligeramente entrecortada...
Y no podía evitar responder del mismo modo.
—El nombre de Holland Park viene de Holland House, la casa que estaba en el parque —estaba diciendo la chica—. Por desgracia, la casa fue bombardeada durante la segunda guerra mundial y sólo queda alguna parte aislada, como el invernadero. Pero el parque es precioso y, siempre que hace buen tiempo, lo cruzo al volver de la escuela de música a casa. Como hoy.
Ella sonrió, una sonrisa que le quitó la respiración. Una sonrisa cautivadora. Cautivadora...
______________________________________________
Gracias! Ya son 700 leídos!
Loveu.xx