La repentina tensión en la voz de su padre la hizo dar un paso atrás y quedárselo mirando.
—¿Negocios... importantes? —preguntó ella vacilante.
Su padre pareció aún más tenso; después, le vio relajarse.
—¡ Sólo te pido que no le cuentes secretos de nuestro negocio! —exclamó su padre con intencionada ligereza.
-¡No sé nada del negocio! —contestó ella con sonrisa burlona.
-Mejor —respondió su padre antes de darle un beso en la frente.
Pero al hacerlo, le sintió agarrarle los hombros con fuerza, como si una intensa emoción se hubiera apoderado de él. El cariño filial la sobrecogió.
-¡Papá, no te preocupes, tendré cuidado! ¡Tendré cuidado de todo! ¡No le contaré ningún secreto del negocio y no dejaré que me conquiste! ¡Pero es que es tan maravilloso!
____ salió de allí con paso ligero y la mente nuevamente absorta en el maravilloso, guapísimo e irresistible Zayn Malik.
***
Al día siguiente, al volver de la escuela, ____ descubrió que no había ningún mensaje esperándola.
El corazón se le encogió. Subió las escaleras hasta su habitación, se dejó caer en la cama y se sintió como si el mundo se le viniera encima.
El dolor era casi físico, aunque sabía que había sido ridículamente optimista. Ahora sabía que Zayn Malik no la llamaría. Nunca, nunca, nunca...
El teléfono interior de la casa sonó y ella, con desgana, descolgó el auricular.
-¿Señorita ____? —dijo la señora T—. Le agradecería que bajara a la cocina. ¡Han traído algo para usted y no estoy dispuesta a subir las escale-ras con ello!
«Los libros de música», pensó ____ sin ilusión. Sabía que pesaban una tonelada y no le extrañaba que la señora T se negara a subirlos al ático. Con andar cansino, bajó las escaleras. Pero al ver lo que había encima de la consola del vestíbulo, la ilusión volvió a apoderarse de ella.
Flores. Un ramo tan grande que no era de extrañar que el ama de llaves se hubiera negado a subirlo. Un ramo de flores fragantes y exóticas. Y una nota escrita a mano:
Espero que una gala en Covent Garden sea de tu agrado. Enviaré un coche para que te recoja mañana a las siete.
Estaba firmado sólo con las iniciales de él. ____ se abrazó y subió las escaleras bailando, con el ramo en los brazos y el corazón extasiado.
Le llevó una eternidad arreglarse. Justo acababa de terminar cuando la limusina llegó a su casa para recogerla, y aunque sintió cierta desilusión al ver que era la única pasajera, no pudo evitar una creciente ilusión mientras se acercaban a Covent Garden. Cuando llegó, estaba temblando; y cuando se bajó del vehículo, Zayn avanzaba hacia ella.
Se quedó inmóvil.
Zayn, con esmoquin, la hizo derretirse.
Zayn le tomó la mano y murmuró algo en griego. Clavó los ojos en su rostro y ella volvió a sentir una incontenible excitación.
—Pareces... —comenzó a decir él con voz ronca, pero no pudo continuar.
¡No había palabras para describirla! Por supuesto, podía describir el vestido, una especie de túnica de seda color marfil y una estola haciendo juego, y unas perlas rodeándole la garganta que parecían lágrimas de ángeles. Llevaba el cabello recogido en un moño suelto en la nuca y el maquillaje apenas se notaba, sólo cumplía la función de ensalzar su exquisita belleza. Una belleza para la que no tenía palabras, sólo deseo.
Y no el deseo que había sentido hasta ahora, sino un deseo distinto, diferente. Se trataba de una sensación nueva, algo que le hacía querer... querer...
No sabía qué. Y tampoco se molestó en tratar de averiguarlo. ¿Para qué? No lo necesitaba. Lo único que necesitaba era sonreírle y llevarla a la ópera, y murmurarle algo apropiado como que se alegraba de que hubiera accedido a acompañarle aquella noche.
Los ojos de ella se agrandaron.
—¿Contenta? —sugirió ella—. ¡Todavía no puedo creer que hayas conseguido entradas! ¡Están a precio de oro para funciones como ésta!
Zayn sonrió.
—Ah, ahora sé por qué has aceptado mi invitación. Y yo, como un idiota, creyendo que era por mi compañía y no porque fueran entradas a precio de oro.
Ella le clavó los ojos.
—¿Cómo puedes pensar eso? —dijo ella casi sin respiración.
Zayn se quedó inmóvil. Le pasaba constantemente cuando estaba con ella, cuando ____ le miraba de esa manera.
«¿Qué me está pasando?»
Pero dejó de intentar analizarlo. Se entregó al momento, a la experiencia de sentir que algo nuevo le estaba pasando, algo completamente nuevo.
Ella estaba caminando con garbo y él notó que las miradas de algunos hombres la seguían. Y también vio que ____ miraba a su alrededor agrandando los ojos mientras se abrían paso entre el gentío. En el atestado bar, unos camareros circulaban con bandejas con copas de champán. Él agarró dos copas, y le ofreció una a _____.
____ bebió un sorbo y se inclinó ligeramente hacia él, que estaba alzando su copa a modo de brindis.
—Por una tarde inolvidable —brindó Zayn.
____ no necesitaba repetir esas palabras para saber que eran acertadas. ¡Maravillosa y mágicamente acertadas!
Y así fue el resto del tiempo. Ella sentada al lado de Zayn mientras unos de los mejores cantantes de ópera cantaban en el escenario. En ningún momento de la representación dejó de ser consciente de la presencia de Zayn a su lado: la esbelta fuerza de su cuerpo, el ocasional roce de la manga de la chaqueta de su traje... Y cuando la representación llegó a su fin, embargada por la emoción, se volvió a Zayn mientras daba los últimos aplausos.
—¡ Gracias ! ¡Gracias! ¡Recordaré este momento toda la vida!
Sus ojos parecían estrellas, empañados por la emoción.
____e vio la expresión de él congelarse. Después, despacio, Zayn le tomó una mano y se la llevó a los labios.
-Y yo —respondió Zayn con voz suave.
____ no podía moverse del asiento: el corazón en el cielo, el rostro iluminado, los labios entreabiertos, mirándole, sintiendo cosas que jamás en la vida había sentido. Cosas que no había creído posible sentir.
El suave roce de los labios de Zayn en su mano la había dejado sin respiración. Entonces, él le bajó la mano, pero no se la soltó, sino que tiró suavemente de ella para ayudarla a levantarse, como estaba haciendo todo el mundo.
Zayn entrelazó los dedos con los suyos, unos dedos fuertes y cálidos, y se sintió algo desfallecida por lo nuevo y maravilloso del momento.
¡Zayn! ¡Zayn! ¡Zayn!
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Bye.xx