Capitulo-.15

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Zayn, delante del ventanal del cuarto de estar de su habitación del hotel, contemplaba Hyde Park de noche. Se había aflojado la corbata y quitado la chaqueta. Tenía una mano en el dintel de la ventana y, en la otra, un vaso de whisky. Su semblante era sombrío, su expresión, vacía, su mirada, nublada. 

Pero sí veía. Sin embargo, lo que veía no era real, lo que veía ya no existía. 

«¡Nunca existió! ¡El pasado no era como yo creía que era y me libré de milagro!» 

¡Y menos mal que se había librado!

¿Por qué había tenido que volver a verla? ¿Qué mala pasada del destino le había hecho volver a verla? 

Bebió un trago de whisky y el fuego del alcohol le quemó la garganta. Quería adormilarse. Quería olvidarse de todo. Suprimir los recuerdos. 

Pero no lo iba a conseguir, el recuerdo estaba vivo. 

Y no sólo el recuerdo, sino algo mucho más peligroso, más fuerte... 

«¡No, no voy a pensar en eso! ¡No voy a permitirme a mí mismo pensar en eso! ¡Nunca jamás! ¡Lo cautericé hace cuatro años y no voy a reavivarlo! ¡No lo haré!» 

Puso en acción su poder mental. 

«¡Voy a controlar eso ! ¡No voy a permitir que me controle a mí!» 

Era vital, esencial, mantener el control. Porque si fallaba... 

Echó otro trago de whisky. Quería dormir, quería perder la consciencia, pero sabía que si se dormía sería peor, mucho peor, que permanecer despierto. Si se dormía, soñaría... 

Recuerdos que no podría controlar. Pero sueños... 

Se apartó bruscamente de la ventana y se paseó por la habitación. ¿Cómo demonios había acabado ____ Granton trabajando de señorita de compañía? 

«¡Necesito el maldito dinero!» 

Zayn frunció el ceño. ¿Por qué estaba tan necesitada de dinero? ¿Qué la había ocurrido a ____ Granton a partir del momento en que él había descubierto lo que ella quería desde el principio? 

Inevitablemente, Granton plc había quebrado desde el momento en que él se había retirado de las negociaciones y había regresado a Atenas para explicar que los riesgos eran demasiado grandes. 

Y así había sido, pero no para Malik Corp, sino para él. 

«Pero escapé a tiempo. ¡Salvé el pellejo!» 

Sin embargo, Edward Granton no había logrado salvar el suyo. El fin había sido rápido, las deudas habían hundido su empresa.

Él ya había vuelto a Atenas y no había considerado que tuviera nada que ver con él lo que le había ocurrido a Edward Granton y a su empresa. 

Y mucho menos a su hija. 

Y bien, ¿qué le había ocurrido a su hija? 

A pesar de que su empresa se hubiera hundido, seguro que Edward Granton había tomado precauciones para no acabar en la ruina completa. Ese hombre no era un estúpido, debía de contar con propiedades y otros bienes para poder seguir viviendo cómodamente durante el resto de su vida. 

Quizá ____ no se había acostumbrado a vivir bajo ciertas restricciones económicas y había seguido gastando un dinero que no tenían. Quizá ahora le habían venido los pagos de las tarjetas de crédito y no sabía cómo cubrirlos. 

Quizá había creído realmente que lo único que tenía que hacer era acompañar a un hombre rico a cenar para que él pagara por ese honor. Al pensarlo, lanzó una irónica carcajada. Bien, esa noche ____ había descubierto que el dinero no se ganaba con tanta facilidad. Con sólo mirarle a los ojos, ____ debería haberse dado cuenta de que Cosmo había tenido la intención de que ella acabara acostándose con él... 

Pero era una equivocación pensar en esas cosas ya que, al momento, una imagen del pasado acudió a su mente: 

____, su belleza expuesta a él en incandescente perfección. Su perlada piel, sus sedosos cabellos desparramados sobre la almohada mientras la tomaba en sus brazos... 

¡No! Furioso, trató de aplastar el recuerdo. Igual que una vez había apartado de sí las suplicantes manos de _____. 

Su expresión se endureció. ____ sólo había querido una cosa, por mucho que lo hubiera tratado de disimular, y era lo mismo que quería ahora. Dinero. Nada más que dinero.

¡Ya era suficiente! ¡Había acabado con ___ Granton, ella no significaba nada para él y era mejor no olvidarlo! 

Con expresión decidida, se dirigió al cuarto de baño y luego a la cama. 

Capítulo 4 

_____, torpemente, sacó el analgésico del envoltorio de papel aluminio. Después, con manos temblorosas, se lo metió en la boca y lo tragó con unos sorbos de agua. Quería que el analgésico hiciera efecto instantáneamente, pero sabía que tendría que esperar un poco a que el dolor de cabeza se le pasara. ¡Ojalá el analgésico también pudiera borrar todo lo ocurrido la noche anterior! 

El rostro se le contrajo. ¿Cómo podía haber ocurrido? ¿Cómo le había podido jugar tan mala pasada el destino? Cuatro años, hacía cuatro años que su vida había sido destruida. Y ahora, de repente, Zayn Malik volvía a aparecer como un espíritu terrible y maligno para burlarse de ella en un momento de máxima vulnerabilidad. 

¡Cielos! ¿Acaso Zayn podía creer que ella quería ese horroroso trabajo, vestida como una fulana para salir con un perfecto desconocido? ¡Había tenido que hacer un esfuerzo! Un gran esfuerzo para vestirse así y salir con un tipo que le repugnaba y que la hacía sentirse aún más sucia de lo que ya se sentía. 

«¿Es que no he sufrido ya bastante?» 

Miró en torno suyo. En el diminuto apartamento apenas había sitio para una cama, un fregadero y un desvencijado mueble con cajones encima del cual había colocado un infiernillo eléctrico y una tetera eléctrica. Pero era todo lo que podía permitirse. 

Bajó la cabeza, la carga sobre sus hombros era demasiado pesada. 

Pero tenía que soportarla, no le quedaba más remedio.

Encima del mueble de cajones estaba la última carta. Tras los primeros renglones de cortesía, la brutal verdad:

Sentimos informarle de que, a menos que pague los honorarios por adelantado y antes de final de mes, nos veremos obligados a insistir en que busque alternativas a... 

«¡Tengo que conseguir el dinero! ¡Tengo que conseguirlo!» 

No importaba cómo, lo único que sabía era que tenía que pagar los gastos. 

El miedo se apoderó de ella. Ahora, por fin, sabía que el mundo era un lugar terrible, sin compasión, ni misericordia, ni ternura. Sí, eso era lo que había aprendido. Eso era lo que los últimos cuatro años de su vida le habían enseñado. 

Y al margen de lo que la gente pudiera pensar de ella, tenía que encontrar ese dinero. ¡Tenía que encontrarlo!

Recordó las crueles palabras de Zayn Malik condenándola y la cólera se apoderó de ella. ¿Qué sabía él?

¡La única que lo sabía era ella! ¡Sí, claro que lo sabía! 

Podía detestar la situación en la que se encontraba, pero nadie iba a sacarla del apuro. 

Y amanecía otro día, otro día de lucha. 

Y no veía el fin. 

Y Zayn Malik podía volver al pasado, que era donde merecía estar. ¡Y podía irse al infierno! 

***

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Good bye♥

Women Bought {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora