Fría. Arrogante. Intensa.
Así es Becca Mitchel. Regresar a Raventown luego de un atentado en su contra y como consecuencia, su primera transformación. Volver al pueblo en pleno calor del apareamiento con muchos lobos solteros hambrientos de sexo...
Sangre. Aquello que nos une con nuestros familiares, en mi caso, fue lo que nos separó.
Cuando yo tenía apenas cinco años, mi vida en Raventown se resumía en aprender sobre las tradiciones, nuestros antepasados, las leyendas de nuestra tribu, sobre el respeto, encontrar nuestro lugar en la manada y al mismo tiempo conocer y controlar lo que somos.
En nuestra comunidad, la mayoría de edad se cumplía a los veintiuno, supuestamente a esa edad nuestro lobo ya era maduro y te presentabas oficialmente a la manada a través de una linda ceremonia. Se preguntarán a qué edad nos transformamos por primera vez, en la escuela hay una clase enfocada a eso llamada "El descubrimiento", lo primero es descifrar que tipo de lobo eres según la personalidad que tengas, Alfa, Beta, Omega o de Rango medio, un poco de información sobre la luna, de por qué las balas de plata pueden matarnos, y aclarar de qué somos capaces si no logramos controlarnos. La teoría es hasta más o menos hasta los quince años comenzaban a transformarse alrededor de los dieciséis y yo no tuve esa oportunidad.
Luego de la muerte o asesinato de mis padres, porque todos sabemos que alguien estaba celoso del acoplamiento entre ellos, mi tío Sam me envió a la ciudad para vivir como una humana y al mismo tiempo, mantenerme a salvo de lo que sea que lastimó a mi familia.
En mi cumpleaños número dieciocho, salí a celebrar con mis amigos mundanos, lo que sea que me buscaba terminó por encontrarme, la ira, el miedo y el dolor descontroló mi inexperto cuerpo. Pelo cubrió mis extremidades, mi boca se alargó y de este, enormes colmillos sobresalían, agradecí enormemente que mi tío tuviera vigilantes cerca, me sedaron antes de que alguien me viera y cuando desperté, estaba de regreso en Raventown, en la casa que solía habitar.
Dudaba mucho poder regresar a mi normalidad.
Lo peor de todo es que regresé en pleno calor de apareamiento, si no estabas marcado ya por una pareja y tu aroma resultaba tentador para algún soltero... Dios te salve de todas las atrocidades que podrían pasarte. ¿Cómo saldría ilesa de esto? No tenía ni la menor idea.
No me caracterizaba por ser tranquila y seguir las reglas, será muy interesante mi estadía aquí... o al menos eso esperaba.
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SI... BUENO... ÚLTIMAMENTE ME HICE FANÁTICA DE LAS HISTORIAS DE HOMBRES LOBO, POR LO QUE NO PUDE RESISTIR LA TENTACIÓN DE ESCRIBIR UNA. ESPERO QUE SEA DEL AGRADO DE TODAS MIS NENAS, QUE TENGAN UNA EXCELENTE SEMANA.
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