23. El clan Nix.

8.1K 543 56
                                    

Un mes desde que los auténticos lideres se marcharon fuera de la manada, un mes lleno de obstáculos y peligros, pero también, un mes lleno de aprendizaje. Jackson y yo ya cumplíamos con nuestra labor perfectamente a la tercera semana, no es por sonar egocéntrica, pero en estas circunstancias no había espacio para errores, equivocarse era ver morir a mis compañeros y no estaba dispuesta a esto.

Hoy era una noche normal, todos recitamos nuestro mantra, compartimos la cena, jugamos con los niños, hasta... que un grupo bastante grande de seres desconocidos cubiertos por gruesas capas negras comenzaron a llegar a nuestro improvisado campamento.

Apresurados, le di a Thomas a una de las mujeres mayores, niños, ancianos y personas de edad en el centro del gran circulo que todos nosotros formamos a su alrededor, convertidos en lobos, erizando nuestro pelaje, mostrando los colmillos, dispuestos a arrancar las cabezas de quienes traspasaron nuestras barreras, Jackson y yo primero que todos, no dejaríamos que tocaran a nadie más.

– Tranquilos lideres de la manada – habló una mujer con voz melodiosa– estamos aquí para establecer la alianza que amablemente pidieron los Hale, un gusto, mi nombre es Carmilla Nix, líder de esta agrupación de vampiros, él es mi esposo Zach, estamos aquí para ayudar.

Ambos se quitaron las capuchas, dejándonos observar su pálida tez, parecían muertos, pero llevaban una radiante sonrisa en el rostro, podía ver humanidad en sus ojos, lo sentía, ellos no mentían.

Cambiando nuevamente a mi forma humana, alisé mi cabello y extendí mi mano hacia ella, Jackson imitó mi gesto cruzando saludos con el esposo de ella.

– Lamento nuestro actuar – acercaron una bata para nosotros colocándomela con rapidez– Hemos tenido días agotadores, es difícil confiar a ciegas, agradezco de todo corazón que accedieran a ayudarnos – sonreí– él es mi esposo Jackson Hale, yo soy Becca, un gusto.

– Daiana me habló mucho sobre ti, dijo que eras una mujer fuerte y decidida, valerosa y de gran corazón, que dejaba a la manada en tus manos.

– ¿Por qué ella no está con ustedes? ¿Dónde está ella y Tyler?

– Con el segundo grupo, deberían llegar dentro de poco, no te preocupes, debíamos ser sigilosos si queríamos ocultar nuestra presencia de los forasteros.

– Tienes razón – tocando mi pecho– pensé que algo les sucedió, me estaba preocupando – tomando sus manos frías– arreglaré todo ahora para que su estadía con nosotros sea cómoda, haremos una fiesta en su honor, por favor Carmilla dígame que es lo que necesitan para comenzar a hacer los preparativos.

– Tyler me comentó que usted no se crío con la manada – Alejándonos del resto para hablar con calma, Jackson estaba teniendo la misma conversación con Zach– por lo tanto, desmentiré un par de inventos de los humanos.

– Disculpa mi falta de información.

Realmente avergonzada.

– No te preocupes Becca, no me molesta comentarlo – sonriendo cálida– nosotros solo necesitamos cazar tres o cuatro veces a la semana dependiendo de la actividad física que realicemos, el sol no nos hace nada, no nos convertimos en polvo, no brillamos, no nos quema, nada, somos como cualquier ser – restándole importancia– no nos alimentamos de humanos, al menos no mi manada, nuestra dieta se basa en animales y tus lobos están a salvo de nosotros, su sangre no es de nuestro gusto, sin ofender.

Observándome alarmada.

– No me ofende – encogiéndome de hombros– es como nosotros, por ejemplo, mi marido huele a chocolate y tabaco, pero otro hombre, por ejemplo, él – señalando a un lobo al azar– huele a leche rancia – arrugando la nariz– no todos los lobos son del gusto de todos cuando se trata de buscar pareja o un revolcón, por eso entiendo que nuestra sangre no sea de nuestro agrado para ustedes.

InstintoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora