Tal y como Daiana dijo, tuvimos una tarde bastante ocupada y divertida, no compramos el vestido de novia porque no iba a casarme hoy, pero sí algo parecido, un vestido blanco, corto, estilo campana, con transparencia en mi vientre y espalda, iría descalza, con la corona de flores que hicieron los hermanos Hale, un ramo de camelias que simbolizan mi compromiso con la manada y bueno... creo que eso es todo en cuanto a mi vestimenta. Daiana me llevó al salón contándole a todas sus amigas que la Alfa predestinada por fin aceptó, lo que hizo llover los abrazos y felicidades ¿Qué tienen estas personas en contra del espacio personal? Estoy muy agradecida, lo digo en serio, pero tengo un serio problema con la invasión de mi espacio vital, yo nunca recibí abrazos en el mundo humano, ni siquiera una mínima muestra de afecto, por lo que se siente muy extraño recibirlas ahora, me costará acostumbrarme, pero haré todo lo posible por hacer que todo encaje. Cómo decía, terminamos yendo al salón, donde arreglaron mi cabello en un moño alto y poco apretado, una trenza cruzaba mi cabeza, una especia de tomate cerca de mi nuca y un par de cabellos sueltos por aquí y por allá, dando un look fresco y jovial (O eso dijo la mujer que me peinó) también hubo maquillaje y champagne para celebrar, esa parte no se la diríamos a los chicos, era nuestro secreto, una mujer debía celebrar en su fiesta de compromiso.
Terminados los preparativos previos, ya solo teníamos veinte minutos para llegar al evento, la manda estaba notificada de la festividad, todos asistirían a celebrar la unión, ahora es cuando me entraban los nervios y releía mil veces los votos que haría con mi pareja y la manada, estuve escribiéndolos todo el día esperando que saliera perfecto, hacer el ridículo me aterraba.
– Daiana ¿Qué pasará con Almendra?
– Tenemos un plan para ella, pensábamos notificarlo a la manada – susurrando– pero en vista a que nos brindó la información de que hay más infiltrados, lo mantendremos en secreto, ella está en el sub suelo, oculta en una de las celdas y así se quedará, el exilio sería un premio para una traidora cómo ella.
– Solicito unirme a los rastreadores – observándola– soy muy buena en ello, puedo rastrearlos a distancia, así podríamos averiguar un poco más de donde se están quedando, estoy segura de que es una cueva por la particularidad del aroma que desprendían esos lobos de cabello opaco y desaliñado.
– ¿Sabes? A Jackson le molestará mucho eso, pero como las mujeres no somos princesitas que se sientan a beber el té de pierna arriba, dejaré que te unas a los rastreadores y como su alfa, eres realmente hábil en eso, sé que podrás encontrarlos, y en cuanto lo hagas, da la orden de que los queremos a todos muertos, esa manada es un riesgo para la nuestra, no dudes en matar.
– Lo entiendo, gracias Daiana, haré mi mejor esfuerzo para que esta manada esté bien.
– Tenemos muchos niños y adultos mayores, todos nosotros debemos velar para una mejor vida para ellos.
– Tienes razón, pero no te preocupes, los encontraré y mataré a todo quien amenace a mi familia, esta manada lo es.
– Es tú manada también – empujándome amistosa con su cadera– comienza a pensar en ella cómo tuya desde ahora, serás la próxima líder, tomarás parte en todas las decisiones desde ahora, es la forma de transmitir los conocimientos a los próximos Alfas.
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Instinto
WerewolfFría. Arrogante. Intensa. Así es Becca Mitchel. Regresar a Raventown luego de un atentado en su contra y como consecuencia, su primera transformación. Volver al pueblo en pleno calor del apareamiento con muchos lobos solteros hambrientos de sexo...