Instinto

11. Recuerdos.

Me desesperaba saber que era una pobre y estúpida afuerina que no tenía ni la menor idea de como enfrentar esta situación, estaba siendo lastimada, sí es verdad, pero me jodía saber que por mí culpa mis amigos estaban sufriendo el mismo destino, estaba furiosa, tanto así que la sangre en mi interior comenzó a arder con fuerza ¿Quería ser protegida el resto de mi vida? ¿Vivir con miedo? ¿Quedarme quieta y esperar mi triste final?

No.

Yo no era así.

¿Qué joder estaba haciendo? Yo era una maldita Alfa, el bastardo que inició esto se iba a enterar.

Levanté las orejas irguiéndome, no demostraría miedo ante nadie. Mordí, arañé y empujé con fuerza a todo quien viniese directo a mí, se habían metido con la chica equivocada, defendería a mis amigos con uñas y dientes de ser necesario.

"¿Dónde? ¿Dónde está el maldito jefe?" pensé, buscando a mis alrededores, fue entonces que vi a Jackson siendo mordido desde el cuello por un lobo castaño de pelaje opaco y desigual, otro como él venía a terminar el trabajo, lo iban a matar.

Sin pensarlo, salté fuera del circulo que nuestros amigos habían formado a mi alrededor, corrí directo a Jackson, abrí el hocico y mordí la yugular del lobo que quería terminar con la vida de mi chico por tiempo limitado, mordí y moví mi cabeza hacia los lados hasta que dejó de chillar y moverse, lo había matado.

Casi de forma innata, levanté mi cabeza observando la luna, pensaba en mi tío Sam, en los padres del lobo negro frente a mí, tenía más miedo de perder a alguno de los presentes que apostaron por mí, a perder la vida, entonces aullé.

– "¿Estás bien?"

Pregunté preocupada.

– "Sí – jadeando– ¿Tú? Estás sangrando en todas partes"

– "Nada de qué preocuparse, ahora debemos terminar con esto"

Asintió dándome la espalda, esto ya no era un "defiendan a la indefensa Becca", estábamos peleando hombro con hombro, siguiendo las primitivas ordenes del cuerpo para sobrevivir.

El cansancio podía con nosotros, el número de lobos no disminuía, seguían viniendo uno tras otro con la intención de lastimarnos, pensé lo peor, pensé que no comeríamos juntos en casa de Katie, no sabría que pasaría luego del calor con Jackson, no buscaría en mi cuarto las cosas que deberían ser parte de mi infancia, el sacrificio de mis padres sería en vano... casi pensé en rendirme cuando los aullidos se hicieron presentes, eran muchos, eran reconfortantes, tranquilizaban a mi agitado corazón, era nuestra manada.

– "¡Jackson! – su padre atacó al lobo que iba por su hijo– ¿Están todos bien?"

– "Todos bien padre, Becca mató a uno de ellos, íbamos a marcharnos cuando nos emboscaron, quise escapar con Becca, eran demasiados, pero nos siguieron"

Que gran mentiroso es Jackson.

– "Lo hiciste bien hasta ahora muchacho, no esperaba menos de ti"

Podía oler el orgullo en su padre y la emoción en su hijo, me sentía muy feliz por Jackson.

– "Becca ¿Estás bien? ¿Te duele mucho?"

Mi tío se acercó a mí analizando la gravedad de mis heridas, preocupándose como los Hale hacían con sus hijos, casi vi a mi madre reflejada en él, se sentía bien saber que le preocupaba a las personas.