No sé cuánto tiempo estuve dormida, probablemente más de diez horas, es el tiempo que me separaba de la civilización mundana y este hermoso pero frío pueblo. Al abrir los ojos, me asusté demasiado, estaba en la misma casa donde mataron a mis padres, pero el agujero enorme en la pared que recuerdo ya no estaba y los muebles parecían nuevos, de hecho la mayor parte de las cosas estaban cubiertas con sábanas blancas, probablemente para preservarlas, el lugar tenía olor ha guardado, estaba segura de que nadie lo habitó en mi ausencia.
– El idiota que me encadenó aquí realmente va a pagármelas – tirando de las cadenas en mi tobillo sin éxito– al menos tuvo la gentileza de que estas fueran lo suficientemente largas para poder ir al baño y a la cocina.
Sentándome en el sofá de mala gana tomando el sobre frente a mis narices que por la sensación de miedo súbito y luego la rabia que me invadió, no lo vi.
– Ahora estoy más relajada. Veamos que idiotez hay escrita aquí.
"Becca, entiendo que tienes miedo por lo que sucedió, sé que... no tienes ni la menor idea de por qué te traje aquí otra vez y me arrepiento mucho de que no continuaras tus clases de la manada allá, probablemente no sabes nada de lo que está pasando y hay un par de reglas de las que necesito hablarte antes de soltarte. Por el momento necesito que te quedes en casa, hay personas vigilándote afuera solo por tu protección. Hay comida en la nevera y me encargué de que limpiaran la casa antes de tu llegada, perdóname linda, pero ya no podrás regresar allá... te quiero, eso no lo olvides.
Tu tío Sam."
– Viejo.... Ah... – suspiré apoyándome en el respaldo del sofá– no puedo enojarme contigo, pero también tengo muchas cosas que reprocharte – presionando el botón rojo del mando, al menos había Smart TV en esta casa– por ejemplo llamarme solo para mi cumpleaños o enviarme con una señora que odia a los de nuestra clase, pensaste muy mal tío Sam... muy mal.
Busque una película al azar por Netflix, agradezco la gentileza de quien sea que dejó su cuenta aquí, estaba aburrida y la idea de estar encadenada y obligada a mantenerme en este lugar me ponía un poco ansiosa, ya me encontraron una vez, podrían volver a hacerlo y no podré escapar.
A pesar de haber dormido demasiado, seguía cansada, los ojos me pesaban... así que solo decidí recostarme en el cómodo sofá de mis recuerdos entregándome a los brazos de Morfeo.
No sé cuánto tiempo después, unas calientes manos acariciaron mi cabello repitiendo "Ya es hora cariño, abre los ojos", mi cuerpo estaba cubierto por algo realmente cálido, despertar se me estaba haciendo difícil, pero la gentileza en su voz y ese aroma se me hacía muy conocido, así que me obligué a mí misma a abrir los ojos para encontrarme con el rostro de mi tío Sam, tan joven como lo recordaba.
Las ventajas de la licantropía supongo.
– Desde aquí puedo oler tu preocupación, pero puedo oler más tu rabia, todo va a estar bien, te traje de vuelta porque desde aquí puedo mantener un ojo sobre ti, quiero que estés a salvo.
– Me enviaste lejos por mucho tiempo tío, olvidé la mayor parte de lo poco que me enseñaron aquí, ni siquiera recordaba que yo también sufro de licantropía.
– No cariño, ese término es incorrecto, la licantropía es una enfermedad en la que los humanos se sienten animales y se comportan como ellos, nosotros somos...
– Hombres lobo, lo sé ¿Al menos sabías con quienes me enviarías?
– Eran personas honestas que sabían lo que éramos, te protegerían.
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Instinto
Lupi mannariFría. Arrogante. Intensa. Así es Becca Mitchel. Regresar a Raventown luego de un atentado en su contra y como consecuencia, su primera transformación. Volver al pueblo en pleno calor del apareamiento con muchos lobos solteros hambrientos de sexo...