Capítulo 27
Cuando llegaron a Notting Hill, Nicole casi salta de la alegría. Había rogado en su silencio poder llegar pronto y romper ese acercamiento con Benjamin que la desarmaba y le hacía ver a una Nicole que ella desconocía. Benjamin también se bajó del automóvil cuando ella lo hizo sin su ayuda, y la ayudó con su equipaje para su sorpresa.
—Prométeme que no la lanzarás al final de tu closet sin antes ver lo que está dentro...—le rogó, mirándola a los ojos, cuando se encontraban en la entrada del edificio donde ella vivía.
—No me queda otra alternativa lord Aldrich...—expresó rindiéndose con un suspiro de indignación al no conseguir negarse—. Gracias por traerme y ahorrarme pagar un taxi o venirme en metro...
—¿Nos vemos el lunes?
—Sí, nos vemos el lunes... Descansa...—se acercó a él con intención de darle un beso en la mejilla derecha, pero ese beso resultó ser un beso de media luna por accidente al calcular mal—. Lo siento... —expresó apenada.
—No pasa nada... Descansa tú también...—le sonrió, sintiendo que el corazón se le iba en ese roce que le había dado más de lo que él esperaba. Se dio la vuelta y caminó hacia su automóvil.
Nicole lo vio subirse en su automóvil y luego marcharse. Deseaba que la tierra se abriera en ese instante y se la tragara por completo. ¿Casi le había besado sin desearlo?... Sí, y no necesitaba otra respuesta. Sintiendo como sus mejillas se enrojecían y que él había sido testigo de ese rubor.
Cuando finalmente se encontró en su apartamento, se dirigió a su habitación. Se sentía tan cansada, pero su deseo de saber qué había escrito Benjamin, había crecido y no soportaba más la curiosidad que eso le causaba.
—Primero casi lo besas y ahora actúas como una tonta adolescente al querer saber que misterio se ha traído en todo este tiempo. Nicole, vamos de mal a peor, déjame decirte y no estás dando ninguna mejoría como la mujer madura que eres. —expresó mientras le quitaba el plástico a la maleta y luego la abría.
El asombro hizo brillar su rostro. Dentro de esa maleta de manos no tan solo había una nota, sino otro estuche. Uno que conocía muy bien y había visto una vez, antes de despedirse de él. Primero abrió la nota, al no querer sacar conclusiones por anticipado. Bastaba más con todos esos pensamientos que no le dejaban en paz, para ahora incluir otro más.
<< Primero que todo, señorita Parker, déjeme expresar los motivos que me ha llevado a tomar dicho atrevimiento. He de imaginar todo lo que usted puede estar pensando, y desearía escribirle esta nota tuteándola, pero siento que si lo hago, me arriesgaría demasiado.
Tengo que informarle que cumplí sus deseos. Su vestido fue dado en subasta y fue lo último que se subastó. Pero, yo no podía despedirme de él de tal manera, sabiendo que usted se lo merecía por ser una gran profesional y una gran compañera de trabajo. Mi padre, por primera vez, ha tomado una buena decisión a escogerla como mi compañera de viaje. Como le indiqué en una ocasión, no suelo viajar con compañía. Y he roto ese esquema en mi vida por primera vez y he visto que ha sido también lo mejor que he podido hacer. Le debo mucho, aunque usted no lo crea. Con usted he aprendido mucho en este corto tiempo. Y ciertamente me avergüenzo, porque no he dado lo mejor de mí, como lo ha hecho usted con su entrega en el trabajo, desde que ha formado parte de nuestro equipo de trabajo.
Puede también quedarse tranquila. Subasté lo máximo dado por ese vestido, siendo un participante anónimo. La asistente de mi amigo fue quien lo hizo, pensando que atendía a dos participantes esa noche. El dinero ha sido entregado a la fundación y están muy felices por nuestro aporte.
Ahora en este instante, piense en esto: Ese vestido rojo sería un muy acompañante en otro viaje de trabajo en el cual tengamos que asistir a otra reunión benéfica, sea una cena o alguna gala. Tómelo como el obsequio de un amigo que esta simplemente agradecido. Sabiendo que no es merecedor de su amistad...
Suyo, Lord Benjamin Aldrich...>>
El corazón le traicionaba al leer esas palabras tan formales que le decían más de lo que estaba escrito. Sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas. No podía evitar no derramarlas en ese instante. Se sentía tan vulnerable, y ahora estaba más claro, que esa era lo que había necesitado como un empujón para hacer lo que tenía que hacer. Ella debía renunciar el lunes, porque una cosa estaba clara: Él sí había cambiado y ella no quería ser esa causa que le había empujado a hacerlo. Sí el cambiaba, que fuese por sí mismo, no por ella. Se había enamorado de Benjamin y no podía seguir más cerca de él... No, lo más sensato era decir adiós y separarse de cualquier cosa que pudiera atarles.
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Un capítulo extra como regalo... Espero que les guste también como el anterior que publiqué. Pues hoy he hecho un mini maratón sin esperarlo. Ahora si nos acercamos al final. No sé cuando vuelva a sentarme y publicar, pero espero que estos dos capítulos les gusten tanto que deseen saber qué pasará. Muchas me habían pedido que ella no cayera tan rápido, pues, estoy cumpliendo peticiones. Nicole no ha caído tan rápido. Pero tranquilas... Este par quedarán juntos, solo que shhhhh... Poco a poco iré desarrollando más lo que viene. Me gustaría conocer su opinión. ¿Qué cree que pasará? ¿Les ha gustado la explicación de Benjamin?
Y en serio, sigo asombrada porque les guste mi manera de escribir... Muchas gracias =)
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Un Insoportable Caballero ( 3er libro Serie "Un Cambio Inesperado")
Lãng mạnNicole Parker, es la menor de los Parker, y finalmente ha encontrado un sueño. una oportunidad de trabajo en Londres, y vivir cerca de su hermana. Además de asistir a otra boda de la nobleza inglesa. Benjamin Aldrich, hijo de Arthur Aldrich cond...