Capítulo 30

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Capítulo 30

     El asombro se dibujó en el rostro de Nicole, cuando observó que Benjamin le había llevado a su propiedad.



—Todo tiene una explicación...—le indicó Benjamin cuando la observó cruzar los brazos y mirarlo seriamente.

—Eso espero, porque me has hecho vestir muy elegante esta noche y pensé que realmente iríamos a otro lugar...

—Sólo espera y verás... —se bajó de su automóvil y fue abrirle la puerta a Nicole—. Sígueme y veras de lo que estoy hablando...

— Estás muy misterioso hoy, Benjamin...—le miró achicando los ojos—. Y siendo honesta...

—Solo espera...—colocó su dedo indice en la boca de ella, al mismo tiempo que le guiñaba un ojo.



    Abrió la puerta y la guió hacia el área del comedor, sin embargo, algo que Nicole no esperaba ver, la deslumbró. Desde la entrada hasta donde se dirigían estaba decorado con ramos de rosas rojas. Miró a Benjamin completamente asombrada por ese precioso detalle.



—¿Lo preparaste tú solo?—preguntó anonadada.

—Digamos que tuve un poco de ayuda con el personal del servicio... Pero fue completamente idea mía...—retiró una de las sillas de la mesa para que ella se sentase—Toma asiento. Apenas empieza mi sorpresa...

—Ya veo... Y me has dejado sin palabras.—se permitió sonreír, al mismo tiempo que sentía el rubor recorrer sus mejillas.

—Era lo que quería... Y necesitaba que fuese una reunión privada en mi propiedad por muchas razones—buscó la bandeja donde se encontraba la botella de champagne y le sirvió un poco—. Debo empezar con decirte una vez más que me tienes embelesado con ese vestido rojo... Esta noche serás mi dama de rojo...—besó su mano derecha con picardía y galantería—. Eres una mujer bellísima e irresistible... Y tengo que recordarme que me he prometido esta noche portarme bien.

—Eso espero, lord Benjamin... Pues está ganando muchos puntos esta noche.—trató de disimular cómo esas palabras le habían efectado, al mismo tiempo que empezaba a sentir el rubor en sus mejillas. Bebió un poco de su bebida y esperó a que él se sentara.



    Benjamin empezó hablándole sobre sus planes de hacer una fundación para ayudar a las mujeres con cáncer que llevaría el nombre de su madre. Le expresó su deseo de que ella formara parte de esos planes y le ayudase con la publicidad y el mercadeo, mientras él estaba buscando un equipo de profesionales que desease también ayudar. Nicole le miraba fijamente, sintiendo admiración. Amaba a ese hombre que le asombraba cada día y le hacía ver que no había sido en vano darle una oportunidad. Sí, le amaba.



—¿Qué me dices?—le preguntó al tomar su mano derecha.

—Que puedes contar conmigo... Formaré parte de tu equipo...

—Sé que tendrás más trabajo con la empresa de mi padre y las últimas propuestas y reuniones pautadas en la agenda. Pero he estado sintiendo estos días que debo hacer más, cuando tengo las herramientas para poder hacerlo...

—¿Sabes? Cada día me haces sentir más orgullosa de ti... Siento que cada día veo a un Benjamin que me enamora aún más, al hacerme ver que es un hombre maravilloso...—le sonrió con ternura—. Ya no piensas tan solo en ti... Estás cada día más pendiente de tu negocio de producción de whisky con Maxwell. Además del de tu padre, en las reuniones y en los proyectos... ¡Y ahora esto!... Dime, ¿qué he hecho para ganarme este honor?

—Ser tan solo tú...—tomó su mano derecha y no necesitó otra oportunidad, más que esa para realizar lo que también le había motivado a llevarla a su propiedad esa noche—. Ahora hay algo más que debo decirte...—se puso de pie—. Es algo que he tenido en la cabeza desde que llegaste a mi vida y me hiciste ver que eres la mujer que quiero en mi vida...—se arrodilló, al mismo tiempo que sacaba la cajita que tenía en su saco y la abrió—. Señorita Parker, ¿le haría un inmenso favor a este hombre, dándole el honor de convertirla en su esposa? ¿Me dirías que sí?



    Nicole le miró con asombro. Sus ojos se llenaron de lágrimas, mientras asentía con la cabeza, al mismo tiempo que colocaba sus manos en la boca.



—Sí... Sí, acepto...Sí lo acepto, lord Aldrich...—expresó al abrazarlo cuando él se puso de pie.

—Está noche me ha hecho el hombre más afortunado y más feliz del mundo...—secó sus lágrimas con ternura, permitiéndose luego besarle.



     Pronto Benjamin colocó su frente en la de Nicole, cerró sus ojos y respiró hondo.



—No sé como lo haces, pero me tienes embelesado... A tus pies...—sonrió con picardía—. Tengo que recordarme a cada momento que debo portarme bien esta noche... Estoy haciendo un esfuerzo sobrehumano...—le susurró al oído y luego buscó su mirada—. Te confieso que he deseado tanto verte con ese vestido rojo, que esta noche me hace ver que valió todo lo que ofrecí en su subasta... Luces hermosa... Pero el mejor premio que he tenido eres tú.

—¡Benjamin!...Y tú el mío...—le expresó al colocar sus manos en sus mejillas— Y soy afortunada también.



    Después de eso cenaron juntos, mientras sonaba "Lady in Red" de Chris de Burgh, oportunidad que tuvo Nicole de recordarle sobre lo que podía esperar de su hermano Albert al conocerlo en persona. Había sido testigo de lo que había hecho con Christopher, por lo que podía esperar lo mismo.



—Estoy ansioso por conocerlo y me diga en persona el sermón que le dijo a Christopher, aunque creo que he sido el único que lo he tenido doble... Christopher no perdió la oportunidad de decirme que fuera con cuidado contigo y me la vería con él cuando se hizo oficial nuestro noviazgo...

—Soy la pequeña Parker... Bienvenido a mi mundo...—le sonrió y luego le besó con picardía—. ¿Has hablado con tu hermano?

—Está deseando conocerte... Desea saber quién hizo el milagro de que dejará de salir en la primera plana en la prensa americana y británica...

—También deseo conocerlo... Espero agradarle.

—Ya lo has logrado al conquistarme...—rozó su mejilla derecha y la besó de nuevo—. Es hora de que te lleve a casa... Aunque desearía que te quedarás aquí.

—Ya sé que debo hacer cuando quiera conseguir algo de ti... Este vestido es milagroso—se sonrió un poco más de forma pícara—. Veo que te gusta muchísimo como se me ve...

—Por mi úsalo siempre desde ahora...

—Lord Aldrich es usted todo un descarado pícaro...—fingió ofenderse y disgustarse.

—¡Ya ve como me tiene!—y ambos se rieron a carcajadas, mientras él la escoltaba a la salida, para así llevarle a su casa...—Te amo... Te amo, Nicole... Quiero que lo sepas.

—Yo también te amo... Tuyo es mi corazón...

—Y el mío es tuyo...

Un Insoportable Caballero ( 3er libro Serie "Un Cambio Inesperado")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora