Un Insoportable Caballero ( 3er libro Serie "Un Cambio Inesperado")

Prólogo

Un insoportable caballero

(By: Adriana Rangel)

Prólogo 

      Nicole Parker no podía estar más feliz, que en ese instante, en que la vida parecía premiarla de dos maneras: Una, había sido invitada a la boda de la prima de su cuñado. De Sabrina Stewart y aquel capitán de Delta Airlines. Y segundo, finalmente había logrado que alguien tomara su trabajo en serio. Y había recibido una propuesta de trabajo, la cual no pensaba rechazar.

     Desde que su hermana mayor se había mudado por cuestión de trabajo y luego casado con aquel noble inglés, ella había deseado también mudarse a Inglaterra. Estar cerca de su hermana. Siempre la había admirado en silencio, aunque a diferencia de Amy, ella era más extrovertida.

      Finalmente en sus manos tenía aquel boleto que le llevaría a Londres. Y su emoción no terminaba allí. Sabía que su hermana la estaría esperando en el aeropuerto.

     Era una mañana común para algunos. Para otros un día que se negaba a terminar. Para aquella Nicole Parker era el inicio de un sueño, mientras que lejos de allí, aquel que se creía un triunfador y que tenía todo, buscaba un nuevo objetivo para divertirse...sin meditar que a veces la vida da giros que pueden volverse en contra de uno.

—Discúlpeme...—dijo al tropezarla, casi a punto de hacerla caer—. Le juro que no fue mi intención.

— ¡Claro, qué fácil es decirlo!— agregó Nicole con ironía al levantar la mirada, encontrándose sus ojos cafés claros, con los ojos de aquel hombre—. ¡Casi me hace caer!

     Se alejó de él, sin permitirse escuchar su disculpa. Estaba tan enojada, que no le importaba nada. Él, en cambio, se mantuvo un momento mirando como ella se alejaba, pensando que si hubiese sido otra, más bien se hubiese alegrado de aquella casualidad. Era una esplendida oportunidad de conocer a un hombre exitoso y además noble.

     Sin saberlo, ambos siguieron su camino, teniendo una puerta de embarque en común.

— ¿Sucede algo, lord Aldrich?— le preguntó una aeromoza a aquel hombre que iba en primera clase.

— No... nada. —sonrió con picardía al ver aquel rostro que aún no había olvidado y al percatarse que solo él había observado aquella casualidad.

     Aquella joven había llegado tarde al embarque, por lo que no lo había visto a él. Y aquella aeromoza había ayudado mucho en aquel instante.

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Estoy editándola en este momento porque me dio por leerla y me percaté de muchos errores. Estoy arreglandolos. Y así no la editaré al final.