Unicornios y rayos láser

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Pasado


Magnus y Alec, o Malec, como sus allegados habían comenzado a llamarles, estaban a un par de semanas de cumplir un año de la que podían decir era la mejor relación que tendrían en sus vidas. Aunque algunas veces es demasiado pronto para decir ese tipo de cosas, en especial cuando el destino se la pasa escuchando conversaciones ajenas, listo para tomar alguna esperanza y desvanecerla frente a tus ojos. Pero claro que Malec no sabía eso, y honestamente dudo que si lo hubieran sabido las cosas hubiesen sido diferentes.

El grupo favorito de Magnus había venido a la ciudad, lamentablemente para el chico los boletos se habían agotado tan rápido que ni siquiera pudo comprar alguno. Así que justo en ese momento se encontraba sentado en la sala de su departamento viendo amargadamente una película que Ragnor y Raphael habían elegido. Ni siquiera podía prestarle atención a la película, podía escuchar las risas de sus amigos a tan solo unos metros de distancia pero el parecía estar ajeno a la realidad. No paraba de pensar que se suponía que debería estar arreglándose para ir al concierto de sus sueños, pero en lugar de eso solo estaba en la sala viendo una mala comedia con sus mejores amigos.

-Mi parte favorita fue cuando ese unicornio voló con su rayo láser.—la voz de Ragnor lo hizo salir un poco de su ensoñación, lo suficiente como para darse cuenta que la película había terminado—

-Si, también fue mi parte favorita.—comento mientras veía como ambos chicos se miraban con un gesto de diversión-- ¿Qué? – pregunto confundido—

-Magnus, no hubo ningún unicornio en la película.—la voz de Raphael sonaba más burlona de lo que había estado en los últimos meses. Comenzaba preguntarse qué diablos le hacia su novio para que estuviera tan de buen humor, aunque pensándolo bien no quería saberlo—

-Ya lo sabía, idiota.—soltó un pequeño suspiro mientras se cruzaba de brazos.—solo quería saber si estabas prestando atención.—y obviamente sonó muy poco creíble—

-Lo que digas.—dice Ragnor mientras se pone de pie, seguido de el, Raphael hace lo mismo.—vamos, ve a arreglarte un poco, iremos a comer

-Olvídenlo, no quiero salir, déjenme aquí para morir.—cerro los ojos y puso su mano en su frente de manera dramática. Debería comenzar a considerar ir a audicionar a Broadway—díganle a Alec que lo amo

-Para con tu drama, Julieta.—al oír el comentario de Raphael no pudo evitar reír—mueve tu brilloso trasero y ve a cambiarte

Magnus salió refunfuñando de la habitación mientras escuchaba a Ragnor preguntarle a Raphael como es que sabía que el trasero de Magnus era brilloso, pudo imaginar el sonrojo de Raphael en ese momento.

TINIEBLAS (MALEC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora