El cuento de hadas termina

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Pasado 


No hay peor sensación en el mundo que estar encima de todo y después caer de un fino y rápido golpe.

La llamada de Alec lo había hecho despertar desde muy temprano, había querido que el chico le dijera que era lo que pasaba pero este se había negado a contarle. Así que ahí estaba, en mitad del Central Park, demasiado temprano para su gusto. Se había levantado tan pronto como Alec le había llamado, aun dormido se puso la ropa lo más rápido que pudo para salir a buscarlo. Cosa de la cual se arrepentía porque ahora mismo, tenía demasiado frio. Esa sensación se hizo más intensa cuando vio a Alec a varios metros de distancia, su cabello resaltaba entre toda la nieve.

Pudo sentir como su corazón latía con normalidad cuando lo vio de cerca. Sonrió al ver que llevaba la bufanda que le había regalado unas semanas atrás después de su última cena familiar; el azul de la prenda resaltaba más el color de sus ojos. La sonrisa de Magnus se esfumo tan pronto vio la mirada de Alec.

Pasaron cinco minutos aunque pareció una eternidad, la voz de Alec se quebró por completo y Magnus al fin supo que era lo que pasaba.

- ya no puedo seguir con esto – una oración fue más que suficiente para que Magnus sintiera como todo se venía abajo, seis palabras sellaron su tumba.

- pe-pero ¿Cómo? ¿Por qué? – las palabras se quedaban atrapadas en su garganta

- yo... ya no siento lo mismo – la expresión seria en el rostro de Alec le dejo aún más aturdido - no quise, de verdad que no quise pero simplemente...

- ¿A qué te refieres? – su voz comenzó a subir de tono—Alec, debes tranquilizarte sea lo que sea lograremos solucionarlo. –su mano busco la de Alec pero este rehuyó el tacto--

- n-no puedo – Alec comenzó a llorar – yo... lo siento Magnus

- ¿lo sientes? – Alec se quedó callado y solo entonces Magnus lo comprendió. Alec se había enamorado de alguien más. Las lágrimas cedieron al fin y rápidamente su rostro estaba completamente húmedo – Alec, por favor – nunca antes había suplicado en su vida pero en ese momento lo hacía como si su vida dependiera de ello, y tal vez así era – no lo hagas, Alec

- Magnus... - la voz de Alec se quebró rápidamente

- por favor, Alec

TINIEBLAS (MALEC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora