Maryse o el diablo en persona

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Pasado


Nunca fue una persona que se asustara con facilidad. Recordaba que cuando era pequeño, salía con su familia a acampar, por las noches su padre les contaba historias sobre fantasmas y monstruos, y mientras que sus primos se asustaban antes de que la primera historia terminara, él se quedaba hasta el final para poder escuchar cada una de las historias que le contaba su padre.

Por esa misma razón le sorprendió que se sintiera asustado ante una simple mujer, ¡pero vamos! No era cualquier mujer, era nada más y nada menos que Maryse Lightwood, la madre de Alec. Llevaba media hora sentado en un sillón para tres personas en medio de una sala realmente grande. Frente a él se encontraba una mujer con un porte fenomenal, el cabello negro se mezclaba con el elegante vestido que llevaba puesto, la mirada fría que aquellos ojos negros le enviaban le helaba la sangre. Podía sentir su corazón latir fuertemente y por un momento quiso salir corriendo, pero no lo hizo, ¡él era Magnus Bane y nadie lo intimidaba!

Una hora y media más tarde, salió de aquella casa con la mirada por el suelo sintiendo como su orgullo y dignidad se habían quedado en el sillón de aquella sala. Maryse había querido hacerle unas cuantas preguntas al joven que salía con su hijo, por amor de Dios ¡era tan solo la segunda cita! Pero como el buen caballero que era no se negó a quedarse, vaya idiota. Maryse lo había intimidado a tal manera que se trabo con sus propias palabras más veces de las que pudo contar, tartamudeo un par de veces y cualquier ápice de seguridad en su voz se esfumo por completo. Esa mujer era el diablo en persona. 

TINIEBLAS (MALEC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora