TINIEBLAS (MALEC)

¿Quieres ser mi novio?

Pasado

Cada paso que daba se sentía como si lo estuviese dando en gelatina. Sus piernas temblaban de una manera inquietante, gracias al cielo Alec venia lo suficientemente distraído como para no notarlo. Después de unos largos minutos de caminata y algunos comentarios del tipo "¿vas a secuestrarme, no es así? "llegaron al fin a su destino. Magnus se paró frente a Alec, lo tomo de los brazos y lo giro antes de que viera lo que le había preparado, se puso de puntitas para taparle los ojos.

-bien Alec, seré tu guía – dice mientras se asegura de que Alec no vea nada – camina hacia adelante

- ¡oh por Dios! Si vas a secuestrarme – la voz de Alec sonaba angustiada – a partir de aquí no veré el camino para no poder...

- solo camina – Magnus le interrumpió antes de que comenzara a hiperventilar

Cuando al fin llegaron, Magnus destapo los ojos de Alec con delicadeza, este parpadeo un par de veces antes de mirar el lugar con detenimiento. Frente a él estaba la escena más hermosa que había visto jamás, a solo un par de pasos de distancia, había una enorme laguna, el agua era de un color oscuro y los rayos del sol aún se reflejaban en ella.

Un pequeño bote flotaba en la orilla de la laguna, de la cual se desprendía una ligera luz debido a los arreglos que Magnus le había hecho, desde donde ellos estaban parecía que el agua debajo del bote brillaba, en el pequeño bote había un par de velas, dos copas y una botella de vino, la escena era realmente hermosa. Los ojos destellantes de Alec al ver todo el lugar y la sonrisa que se dibujó en su rostro, le confirmaron que nunca vería nada más hermoso que eso, estaba seguro.

Después de algunos minutos, Magnus dejo de remar, dejando que el bote se moviera con libertad por sobre el agua. Se quedaron un par de horas platicando, uno sentado al lado del otro, sus manos rozándose ocasionalmente mientras disfrutaban del paisaje. El corazón de Magnus latía con fuerza, les rogaba a todos los Dioses que Alec no se diera cuenta de ello. Podía sentirse a punto de desmayar ¿y si le decía que no? ¿y si Alec no lo quería como él? Sacudió su cabeza ligeramente tratando de quitarse esos pensamientos de la mente.

-¿Alec? – su voz sonaba apenas como un susurro

- ¿si? – dijo mientras lo miraba con aquellos ojos azules que habían enamorado a Magnus desde el primer segundo

- te quiero – los nervios se habían ido – tal vez no parezca lógico pero desde el primer momento en que te vi lo supe, cuando me miraste a los ojos mi mundo entero se vino abajo y me di cuenta de que había pasado toda mi vida dormido, te vi y juro que lo supe, sabía que esa sonrisa se quedaría grabada en mi memoria para toda mi vida – dice – he pasado todos estos días conociéndote más, enamorándome más de ti, quiero seguir haciéndolo, quiero que me dejes saber tus miedos, tus deseos, tus sueños, tus pensamientos más oscuros y tus ideas más nobles, quiero saber cada pequeño detalle de ti y de todo lo que tenga que ver contigo, quiero que me dejes amarte incondicional y fielmente– los ojos de Alec lo miraban fijamente – Alec, te amo ¿quieres ser mi novio?