TINIEBLAS (MALEC)

Chocolate

Pasado

Si alguien le preguntara sobre esa noche, lo primero que vendría a su memoria seria el olor de chocolate inundando sus fosas nasales.

Había quedado de verse con Alec en el Central Park, un lugar demasiado tranquilo para Magnus, pero con lo que conocía de Alec no quería asustarlo con algún antro o club. Así que ahí estaba, se había sentado en una banca a esperarlo, habían pasado unos 20 minutos y Alec aún no llegaba. Cuando se levantó listo para irse lo vio a lo lejos, venia corriendo como si su vida dependiera de ello, doblo la esquina y en un parpadeo ya se encontraba frente a él. El cabello le caía por el rostro, tenía las mejillas rojas a pesar de que hacia frio y respiraba con dificultad.

-lo siento – respiración – se me hizo tarde – otra respiración, se llevó las manos a las rodillas y comenzó a jalar aire – mis hermanos me entretuvieron más de lo debido

- no te preocupes - una sonrisa sincera ilumino su rostro, espero a que Alec se recompusiera para hablar - ¿nos vamos?

- claro – una sonrisa, eso fue todo lo que Magnus necesito para que su mundo entero comenzara a temblar

Ninguno de los dos vivió un momento más mágico que ese (bueno, hubo uno pero ese quedara para después). Las calles de New York nunca le parecieron tan lejanas y ajenas. Podían escuchar el ruido de la ciudad, ver las luces de los rascacielos y pasar entre las personas. Pero justo en ese momento, para ellos era como si solo existieran ellos dos, todo lo demás pasaba a un segundo y banal plano.

-toma un poco – la voz de Magnus se escuchaba por encima de todos los otros sonidos

- no, no quiero – Alec negaba con la cabeza y daba un paso hacia atrás

- estas muriendo de frio, Alexander – dice severo – toma un poco

Un bufido fue la respuesta de Alec, se acercó de mala gana a él y tomo el vaso de chocolate, se habían detenido a comprar un vaso pero Alec se había mostrado recio cuando Magnus quiso comprarle uno.

Cualquier persona que hubiera pasado en ese momento se hubiera enternecido con la escena; dos chicos estaban sentados en una banca, ambos temblando por el frio, uno de ellos sostenía un vaso de chocolate mientras que el otro se quitaba el abrigo para cubrir a su acompañante.