Bendito universo

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Pasado


¿Qué él había dicho que el Universo era un hijo de perra? No, seguramente estaban confundiéndolo con alguien más, el nunca ni aunque estuviera en el Infierno diría algo como eso. El Universo era tan generoso que no podía creer que alguien dijera semejante blasfemia sobre él. ¿Qué pasaba con la sociedad de hoy en día?

Habían pasado un par de semanas desde que conoció a Alec en aquella fiesta, y desde ese día no había podido de dejar de pensar en él. Justo esta mañana había salido con Ragnor, habían decidido ir a una cafetería cercana a su casa, ambos habían pedido una rebanada de pastel y un café.

-¿te das cuenta de lo absurdo que te estas escuchando? ni siquiera lo conoces – la molesta voz de su amigo no lo dejaba comer en paz

- no, pero voy a conocerlo – dijo acompañado de un movimiento de mano para restarle importancia

- bien, ¿el gran Magnus Bane puede decirme como es que lo va a conocer si no tiene como contactarlo?

- dos cosas – lo amenazo con su cuchara llena de chocolate – primera, el sarcasmo no es lo tuyo, podían creer que si me estas adulando – dice para después llevarse la cuchara a la boca

- ¿y segunda? – dijo poniendo los ojos en blanco

- el Universo se encargara de juntarnos – dice con una amplia sonrisa

- parece que tanta purpurina ya te afecto el cerebro – dice riendo - ¿crees que con solo decir eso el ya estará entrando por esa puerta? – dice. Y tan pronto como dijo eso una risa salió de los labios de Magnus, efectivamente, Alec acaba de entrar a la cafetería. Ragnor lo miro sorprendido - ¿es...

- Aja – dijo Magnus con una sonrisa orgullosa

- quiero un millón de dólares – dijo Ragnor mirando hacia la puerta

- Ragnor querido, el Universo no se encargara de juntarte con un millón de dólares – dice sonriendo divertido

El sonido de unos tacones lo hicieron girarse para ver a Isabelle acercándose a donde estaban. Dos metros atrás estaba Alec viendo suelo como si fuera lo cosa más interesante que hubiese visto jamás, aun en esa posición pudo ver que estaba sonrojado. A lado de el un chico rubio que le resulto extrañamente familiar, miraba en dirección a Isabelle con una sonrisa.

-hey Magnus – saludo con una sonrisa encantadora

- hola Izzy, un gusto volver a verte – dice devolviéndole la sonrisa, un carraspeo por parte de Ragnor lo hizo girarse a verlo – él es mi amigo Ragnor – dice señalándolo – Ragnor, ella es Isabelle

- un placer, Isabelle – dice Ragnor mientras toma su mano y le da un beso

- el placer es mío, Ragnor – una sonrisa ladina apareció en su rostro y luego se giró hacia Magnus – veras solo vinimos por un café – miro hacia Alec y el chico rubio, ambos chicos saludaron en su dirección – Alec estuvo hablando de ti hasta el cansancio...

- ¡Izzy! – Alec enrojeció

- ¡es verdad! – Dice para girarse de nuevo hacia Magnus – mi hermano es muy tímido e idiota como para pedirte tu numero...

- ¡Isabelle! – nunca había visto a alguien tan sonrojado como lo estaba en ese momento Alec

Antes de que Isabelle dijera algo tomo una servilleta y anoto su número en ella, después se lo dio a Izzy – no queremos que muera de vergüenza – dijo lo suficientemente bajo para que solo ella lo escuchara

-me asegurare de que te llame – dice con una sonrisa – nos vemos – se dio la media vuelta y salió. Esa chica tenía unas salidas dignas de cualquier película.

Alec casi se tropieza con sus propios pies para alcanzarla mientras que el chico rubio camino con tranquilidad mientras se reía. Cuando los tres salieron de la cafetería, Ragnor lo miro.

-bendito Universo – dice riendo para después tomar de su café  

TINIEBLAS (MALEC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora