¿Lo logramos?

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Pasado


Después de salir de la casa de Alec, ambos se fueron caminando varias calles en silencio, pensando en el interrogatorio de las horas anteriores. Finalmente, Alec soltó una carcajada de la nada, provocando que Magnus se girara a él con gesto confundido.

-¿Qué? – la voz de Magnus apenas se escuchó por la fuerte risa de Alec

- lo logramos – dijo parando de reír, una sonrisa se dibujó en sus rostro y Magnus estuvo a punto de desmayarse

- no sé si estuviste en la misma conversación que yo pero lo que paso en esa sala definitivamente no se puede catalogar como un "lo logramos" – a pesar de sus palabras la sonrisa de Alec aun permanecía en su rostro

- no lo entiendes – la voz de Alec sonó realmente dulce como si quisiera explicarle algo a un niño pequeño – mi madre es así siempre – suspiro – pero al parecer le gustaste

- Alec creo que tienes fiebre, lo mejor será llevarte a casa – dice Magnus mientras se cerca a el y lo sujeta del brazo

- no estoy enfermo – Alec suelta una risa – si no le hubieras agradado te hubiera corrido de la casa amenazándote con matarte si volvías a verme

- realmente no puedo entender como una mirada de desprecio de tu madre puede significar que le agrade – lo mira totalmente confundido – pero si tú lo dices, te creeré - dice no muy convencido. Sorprendiéndolo completamente, Alec se acercó a él y lo beso, aquellos labios eran el paraíso mismo.

- yo lo digo – murmuro Alec después de separarse

La cita fue mucho mejor que la primera. Sus esfuerzos, a pesar de las burlas de sus amigos, rindieron frutos, esta noche llegaría a casa con una sonrisa en el rostro y Raphael sabría que una verdadera segunda cita no termina con las ropas empapadas de agua.

La película estuvo de maravilla, aunque en realidad no pudo prestarle mucha atención con Alec a un lado, trato de concentrarse en la película pero sus ojos no paraban de buscar a Alec quien reía encantadoramente. Después de salir del cine, decidieron ir a cenar a un lugar cerca de la casa de Magnus. Brooklyn ofrecía un ambiente completamente diferente a New York, según el punto de vista de Magnus, ofrecía un ambiente de completa libertad y creatividad, dos cosas que el chico amaba. Magnus había pensado llevar a Alec a un restaurante, pero terminaron por comer en una pizzería. La gran noche termino con Magnus besando a Alec en su puerta, un beso realmente memorable.

TINIEBLAS (MALEC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora