Minutos o ¿Por qué el tiempo pasa tan condenadamente lento?

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Pasado

Capítulo narrado desde la perspectiva de Alec. 


253 minutos, 254 minutos, 255 minutos.

Alec llevaba alrededor de 4 horas y media contando cada minuto que pasaba. Había bajado a la cocina, donde sorprendentemente estaba Maryse preparando la cena. Después de que esta lo corriera diciendo algo como "desconcentras a mi chef interior" tuvo que ir a la sala.

Al verlo, Jace se levantó del sofá musitando algo que estaba casi seguro de que era español ¿desde cuándo Jace hablaba español? Paso alrededor de una hora oyendo el tic-tac del reloj, sintiéndose más desesperado subió a su habitación. Intento mantener su mente ocupada pero le resultaba imposible concentrarse, su mente no dejaba de pensar en la cena.

Aun recordaba su reacción cuando su madre le dijo que invitara a Magnus a la cena familiar, había intentado negarse poniendo escusas como que al chico no le gustaban esas cosas, pero Maryse se mostró muy recia al respecto, por lo que no tuvo otra opción que invitarlo. Salió de su cuarto sintiéndose realmente desesperado, iba a ir a correr un poco para despejarse pero la voz de Jace lo hizo detenerse justo antes de bajar las escaleras.

-dime que no estabas a punto de salir – dice

- iba a ir a... - la voz del chico lo interrumpió

- no, Alec la cena es en dos horas – dice – necesitas ponerte presentable

- son dos horas – afirmo con obviedad – tengo tiempo suficiente

- haz lo que quieras, si no terminas para cuando Magnus llegue no quiero que comiences a quejarte –advierte para meterse a su habitación

¿Y si Jace tenía razón?¿Qué tal si no le daba tiempo de arreglarse, o peor aún, de tomar una ducha? Angustiado corrió a su habitación ¿en que estaba pensando cuando quería ir a correr? Media hora después salió del baño con el cabello mojado. Al parecer Jace le había pegado su paranoia, ¡eran dos horas, claro que tendría tiempo! Después de lo que le pareció una eternidad, la cama de Alec se llenó de prendas, sintiéndose realmente desesperado de no encontrar nada que ponerse, no tuvo otra opción que salir en busca de su rubio y egocéntrico hermano. Cuando estaba a punto de tocar la puerta se abrió de golpe provocando que Alec soltara un pequeño grito.

-tranquilo – Jace lo miro algo desconcertado – había olvidado que gritabas como niña – sonríe burlón

- no grito como niña – se aclara la garganta – es que el agua fría me hizo daño –tose falsamente

- sí, claro – la sonrisa de Jace creció - ¿ya tienes que ponerte?

- de hecho a eso venia - comienza a decir, no podía creer que de verdad estuviera haciéndolo

- no sabes que ponerte – la cara de tranquilidad de Jace lo hizo sentirse aún más idiota – vamos, yo te ayudo

Aun se veía en la ventana sin poder creérselo, tenía el cabello peinado de lado con gel, algo más estilo Jace que Alec, usaba un pantalón ajustado color blanco, una playera se le pegaba al cuerpo haciéndolo sentir sumamente delgado, para terminar Jace le había prestado un saco color azul que extrañamente le había quedado perfecto. Debía admitirlo, pedirle ayuda a Jace no fue tan malo como creyó.

TINIEBLAS (MALEC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora