9 de agosto.
Shawn había cumplido 21 años y los pasó sólo con su familia y amigos. Su novia no estaba,pero lo entendía. Había perdido al hombre más importante de su vida.
Escuchó que abrían la puerta de entrada de la casa.
Bajó saltando los escalones de dos en dos y se encontró con Cecilia vestida completamente de negro, lentes de sol y un bolso. No traía equipaje, no dijo nada. Ni siquiera lo miró. Sólo se fue hasta la cocina, sacó una copa, destapó el vino y sólo bebió con la vista clavada en el infinito.
—Amor, ¿está todo bien? ¿Dónde estuviste?— Shawn quería abrazarla pero le dio su espacio. Se sentó frente a ella esperando una respuesta.
—Italia. —Contestó distante. Era como si la luz de ella se hubiera apagado.
—¿Pero estás bien?— El castaño estaba preocupado por su novia.
—Sí. —No se gastaba en hablar más de lo suficiente. —Mañana me voy otra vez.
—¿Quieres que vaya contigo?
La muchacha no quería hacer eso, pero la verdad en ése momento no le importaba nada. Estaba rota, vacía.
—No. No pienso volver, Shawn. Me voy a vivir a Italia. Tengo que tomar mi lugar en la empresa a partir de la próxima semana. —Se quitó el anillo y lo dejó en la mesa. El castaño entendió lo que estaba pasando y sus ojos se cristalizaron. —Ya no soy la mujer de la que te enamoraste y no quiero que te quedes por una promesa.
—¿De qué estás hablando,amor? ¿Por qué haces esto?— Shawn tomó la mano de la muchacha y ésta la apartó.
—No lo hagas más difícil, por favor. —La voz de Cecilia sonaba fría, como la primera vez que lo había conocido. —Sólo déjame ir. Olvídame. Haz de cuenta que esto nunca pasó.
—No puedes hacerme esto. Entiendo que estás pasando un momento difícil, pero no puedes lastimarme de ésta manera. — Shawn lloraba como un niño. No entendía qué había hecho mal. Le había dado su espacio, no pidió explicaciones, estuvo con ella en todo momento: en el funeral, cuando le dieron la noticia de que Stuart murió, aunque ella se arrojó en los brazos de su mejor amigo.
—No quiero lastimarte, por eso me voy. —Se puso de pie y caminó hasta el castaño. Acomodó el cabello de éste que tanto le gustaba y lo miró a ésos hermosos ojos avellana. —Te amo,niño, de verdad. Te amo como nunca amé a nadie, pero hay algo que no me permite estar junto a ti. No puedo decirte qué es pero sólo puedo decirte que lo que hago lo hago porque amo más a mi familia.
—Creí que éramos una familia. — dijo Shawn sorbiendo su nariz.
—Al parecer el destino no lo quiso así. — Besó los labios del muchacho y salió de la habitación sin dar ninguna explicación más.
👑👑👑
12 de agosto.
Cecilia empacó todas sus cosas. A pesar de que había terminado con él, Shawn la ayudó.
Tres días más tarde, Shawn se fue de la casa. En esos días no hablaron más de lo necesario, no volvió a acercarse a él y la oía llorar todas las noches hasta quedar dormida.
15 de agosto.
Cecilia se encontraba en el aeropuerto con sus boletos en mano esperando a que llegara quien la acompañaría en su viaje.
Ése fue el día más frío del año. Llovía y todo era gris, como los sentimientos de la muchacha, que tenía que abandonar todo lo que había creado y amado por una promesa. Porque ella será una bruja que no tenía redención, pero su familia no pagaría por los pecados de ella y de su padre.
***
Perfectly Wrong en multimedia.
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Sweaters Boy ||S.M||
FanfictionGafas, suéteres grandes, lentes fuera de moda, torpeza extrema, timidez... Es lo opuesto que te imaginas cuando piensas en un becario de la revista Icon: la jungla más salvaje, la jefa más despiadada y donde mantener tu cordura por más de un día es...