"I'm yours" (Parte 2)

2K 220 43
                                    

Sesshomaru dejó a Rin en su casa y posteriormente se fue a su departamento.
No podía creer lo agotado que se sentía. Jamás se había sentido así. Pensó que quizá se estaba relajando demasiado.
Entró a su apartamento y ni siquiera se molesto en dejar su saco y su corbata en el armario en la entrada, lo botó todo en el suelo y se fue directo a su habitación. Miró la cama frente a la gran ventana y pensó que ya incluso había olvidado cómo lucía; se tumbó en ella lanzando su teléfono a un lado y sintió cuan pesado le resultaba su propio cuerpo... Cuanto tiempo hacía que no dormía?
Cinco días? Tal vez una semana.
Que importaba.
Todo lo que quería en ese instante era dormir.
Estaba por cerrar los ojos cuando una sensación extraña llegó a él. Miró su mano derecha que estaba tendida frente suyo y son sus propios dedos la acaricio... Sentía claramente el calor de Rin permanecer en el... Se dio cuenta entonces de lo fría que era esa recámara... De lo frio que estaba el apartamento entero... No se sentía así cuando ella estaba...
Su corazón se aceleró de solo pensarla y sentir que la tocaba nuevamente... Se sentía en paz.
Así pues, el cansancio lo venció al fin, dejándolo caer en un profundo sueño...



La abuela de Rin se mostró feliz de que ésta hubiese llegado temprano.
La joven ayudó a limpiar la casa y después hizo su tarea.
Terminó igualmente temprano y aprovechó para salir a dar un paseo con su amada abuela.
Regresaron a tiempo para la cena, la tomaron amenamente y así, Rin finalmente, se dio una ducha y fue a su habitación, dispuesta a dormir temprano para ir al día seguir te a la escuela.
Cepilló su cabellera sentada en la cama mientras veía por la ventana y tarareaba una canción...su canción favorita de hecho, pero más que solo la melodía de aquella canción, en su cabeza estaba nadie menos que el hombre peliblanco...
Pensaba en él todos los días aún cuando no estaba con el... Lo pensaba mucho y su ser entero se llenaba de dicha...
En solamente un mes se había sentido más cercana a él de lo que no se sentía de nadie. La hacía sentir segura, cuidaba de ella y le demostraba importancia...
Rin siempre había tenido que ser la fuerte. Cuando sus padres murieron, tuvo que ser fuerte para afrontar lo que llegó: la casa hogar, la pelea por su custodia, la enfermedad de su abuela...
No se quejaba de nada. A pesar de todo era una joven plenamente feliz y ciertamente, estaba agradecida con la vida y una de las cosas que más le agradecía era el haber puesto al Taisho en su camino. No podía dejar de pensar en todas las cosas que hubiesen sido distintas de no haberlo conocido; para empezar habría ido a vivir con su tío, quien, si bien no recordaba mucho, por lo que ella misma había indagado, era un mal hombre; y además... Tal vez no tendría la fuerza que ahora tenía. Pensaba que si de alguien había aprendido la fortaleza, era de Sesshomaru.
Realmente le agradaba, realmente le apreciaba, realmente lo quería...
Que tanto significaba ella para el?
Ella no lo sabía y ciertamente trataba de no pensar en ello, le lastimaba. Le lastimaba pensar que era nada...

Suspiró profundamente, dejó su cepillo en su cómoda de noche, se acurrucó en sus sábanas y el sueño la venció casi de inmediato...


Despertó llena de energía y acompañó su rutina matutina con tarareos y alegres cantos para finalmente salir de casa rumbo a la escuela.
Aquel día era lluvioso, el agua caía a cantaron desde el cielo y el sol no asomaba por ningún sitio, sin embargo, ella sentía como si todo brillara a su alrededor.
Sus clases fueron amenas y la mayoría pasaron más rápido de lo que hubiese pensado en un día tan particularmente lúgubre.
El exterior del campus entero estaba vacío, todos los estudiantes permanecieron en sus edificios durante el receso a causa de la lluvia.
Rin y sus amigos permanecieron en el salón de clases que les correspondía a la clase después del receso; almorzaron ahí y conversaban laaaargo y tendido mientras aguardaban a que el timbre sonara.
Todos reían mientras hablaban, pese a ser un día gris el ambiente era calido; en algún momento, Rin miro por la ventana del salón de clases, ésta daba exactamente al punto des estacionamiento en donde se estacionaba Sesshomaru, notó de inmediato que el cajón estaba bacio, cosa que le pareció extraña, el Taisho había estado yendo todos los días al instituto desde bastante temprano, ya que (según le había dicho a Rin) estaba ayudando a su padre, el decano, con un trabajo muy importante respectivo a la escuela. Hasta ese momento, él no había dejado que ella se involucrara en ese trabajo, Rin pensaba que se trataría de algo interno de la escuela y por eso Sesshomaru no aceptaba ayuda, aún así, la joven hacía de todo por aligerar la carga de los demás trabajos que el peliblanco tuviera.
Miró la hora en su pequeño reloj de pulsera y notó que era tarde... Al menos para Sesshomaru. En donde se habría metido?
Justo entonces escuchó su teléfono bibrar, lo tomó y de inmediato vio un mensaje del señor Jaken, preguntando por el Taisho...

"No está en la escuela. Es tarde."

"Tampoco en el palacio de justicia. No te ha llamado, chamaca???"

"No. Está lloviendo demasiado. Y si le ha ocurrido algo???"

Jaken no respondió a ese último mensaje. Rin apretó los labios y suspiró...

------Rin? -----Llamó Jessie, quien estaba a su lado. ------Estás bien? -----Preguntó la rubia al notar que algo ocurría con su amiga.

-------Eh...si! Si, todo bien. -----Sonrió la castaña con falsedad. -------Olvide que debo hacer algo...-----Decía mientras se levantaba...------Vuelvo antes de que suene la campana. -----Aseguró y acto seguido salió corriendo del salón.

Se quedó en un pasillo relativamente vacío, solo transitado por algunos estudiantes, llamó con su teléfono al número de su empleador intentado localizarlo...



Lo despertó el sonido de su celular ni ramo contra la mesa de noche al lado de la cama; pudo jurar que le retumbó la cabeza.
Tomó el móvil sin siquiera molestarse en ver quién llamaba y atendió:

-----Que?!

------Señor Sesshomaru...

Esa voz del otro lado de la línea lo hizo reaccionar. Miró el reloj sobre el buró y gruñó:

------Maldicion!

-----Lamento si lo molesto, señor, pero el señor Jaken y yo estábamos preocupados, está bien? En donde está?

-------Rin, escucha...------Decía mientras se levantaba de la cama. ------Llama a Jaken, dile que vaya al tribunal por los papeles que le pedí al subdirector de justicia, bien? Y no te preocupes, llegaré a la escuela en poco tiempo, cuando salgas espera en mi oficina. No olvides cerrar con llave y si alguien llama, aunque sea mi padre, no le abras. Seguramente estará buscándome, pero no debe verte, entendiste?

-----Si señor. Entendido. Pero por favor, venga con cuidado. Está lloviendo mucho...

-------Tranquila.

Colgó entonces.
Rápidamente tomó el cable del cargador del teléfono y lo enchufó para recargar la batería.
Tomó un baño apresuradamente y se cambió para justo después tomar todas sus cosas de manera acelerada h acto seguido abandonó el apartamento.
A penas subió al auto, lo arrancó y salió de aquel estacionamiento tan rápido como una ráfaga de viento, conduciendo directamente al tormentoso exterior.
Condujo frenéticamente por las calles, evitando el terrible tráfico que aún en ese clima reinaba en las calles de aquella gran ciudad, y entonces, su teléfono comenzó a sonar...

------Mierda! -----Se quejó al notar que había olvidado el dispositivo de manos libres.
Miró de reojo el móvil y en la pantalla vio quien lo llamaba...------Hijo de perra.

Dejó que el teléfono siguiera sonando hasta que se detuvo, pero casi de inmediato, éste volvió a timbrar con el mismo nombre en la pantalla...
Lo mismo se repitió una y otra vez, hasta que finalmente, se hartó; tomó el teléfono con su mano y comtestó al fin:

-----Que quieres?!

-------En donde carajos estás?! Llevo esperándote todo el día!

-------Cierra la boca! Estaré ahí en un momento!

-------Hayashi Onigumo no ha dejado de llamarme! No le has respondido a Kagura, quieren una respuesta a la brevedad.

-------Te dije que ya voy!

Colgó la llamada y arrojo el teléfono al asiento de al lado y en ese fugaz momento, apenas vio el miró de contención, pero ya era tarde para desviarse estaba justo frente a él y el contacto resonó como un estallido...

Teach Love. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora