Se le hizo un poco tarde en la mañana.
Se levantó de prisa, se arreglo de prisa, desayuno de prisa y salió de la casa de prisa.
Llego a la pareada justo a tiempo y sus amigos ya la esperaban.
El trayecto fue largo; un autobús y dos paradas de tren hasta que finalmente se hallaron de nuevo en la escuela.Un par de sus clases fueron de la misma materia del día anterior, pero la mayoría fueron totalmente nuevas.
Tuvo la suerte de estar con sus amigos en casi todas las horas y tuvo la oportunidad de presentar a Jessie con ellos.
Tomaron robótica juntos, también álgebra, sociales y artes. Todas las clases excepto inglés ya que Jessie estaba en avanzados, Kihaku y Rin en intermedios y Shippo en principiantes.
El receso llego y se sentaron a comer juntos.
Rin no dejaba su libro de leyes por ningún motivo; lo leía y releía, subrayaba y hacia anotaciones.
Izumi y Konan se unieron a su mesa y juntos conversaron alegre y amenamente, Rin ayudo a sus nuevas amigas a dar un repaso para la clase de leyes del día siguiente y finalmente, volvieron a sus respectivas aulas.La clase que siguió al receso fue biología.
El salón estaba de costado al estacionamiento, por lo que el lugar se veía desde las ventanas.
Rin se sentó junto a una como de costumbre y Jessie a su lado.
La castaña se halló bastante dispersa durante esa clase. Parecía no poder concentrarse. De reojo miraba su libro de leyes que estaba en su mochila abierta y acto seguido, como una esperanza que ella misma desconocía miraba por la ventana e inconscientemente comenzaba a buscar aquel auto negro que tan apresuradamente había entrado a la escuela a penas el día anterior... No había otra cosa en su cabeza más que ese auto negro y aquel hombre de cabello platinado...La jornada escolar llegó a su fin.
Rin se despidió de su adorable amiga rubia y fue acompañada por sus amigos hasta el tren pero no salió de la escuela sin antes mirar por última vez al gran estacionamiento.
Los tres tomaron la ruta directa al centro de la ciudad. Conversaban y reían mientras Rin al mismo tiempo continuaba leyendo su libro, solo le faltaban quince páginas más.Llegaron al centro y finalmente se despidieron, los dos chicos se dirigieron al centro comercial más cercano y la joven doblo en sentido contrario camino a su trabajo.
Cruzo varias cuadras y camino varias calles en medio de multitudes de gente hasta que finalmente hubo llegado a un inmenso jardín central.
A penas lo pisó suspiró con gran alivio, como si llevara esperando ese momento mucho tiempo. Caminó a paso mucho más lento a través de aquel parque observando los cerezos llenos de frutas mientas la cálida brisa veraniega acariciaba su rostro y su cabello.
Rin amaba pasar por ese parque. Sabía que era más corto llegar a su trabajo tomando una ruta diferente, pero no quería hacerlo, siempre buscaba pasar por ahí.Finalmente salió de aquel hermoso lugar, cruzó la calle e ingresó por la elegante puerta de un elegante edificio de cristal...
------Hola Señor Myoga! -----Saludo amable la jovencita al portero en la entrada.
------Hola Rin! ----Saludo el hombre de aspecto mucho mayor pero súmente amigable. -----Que tal la escuela?
-----Muy bien! Qué tal el trabajo? -----Preguntó mientras formaba su entrada en un libro que el anciano le extendió.
------No me puedo quejar! ----Sonrió el anciano.
-----Excelente! Lo veré más tarde, de acuerdo?
------Claro que si, joven Rin! Mucha suerte!
La sonriente chica entro al ascensor a un lado de la recepción y presionó el botón del quinto piso llegando a su destino al poco rato.
Bajó del ascensor y de inmediato se encontró en una gigantesca habitación de grandes ventanales y paredes blancas con pinturas y dibujos colgados y esculturas por todas partes.
La joven se posicionó detrás de un mostrador de mármol en donde dejó guardada su mochila sacando entonces una pequeña balija color amarillo, saliendo de detrás del mostrados y entrando por una puerta de madera pulida que era el baño.
Se quitó su uniforme y se puso las ropas que había en la balija: un hermoso kimono color azul cielo y unas zapatillas bajas rojas.
Ató su larga y pesada cabellera en una media coleta frente al espejo, atándolo con una cinta del mismo color que sus zapatos y después, de la mima maleta saco una diminuta botellita de vidrio que destapó cuidadosamente utilizando el untador de la tapa para poner un par de gotas de su contenido en su cuello y en sus muñecas.
Guardó todo perfectamente y salió del baño, volvió al mostrador y guardó la balija, tomó una ajenda de uno de los cájones, la revisó y luego vio el reloj...
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Teach Love.
FanfictionHay cosas que no se aprenden en los libros. *Esta no es una historia de amor, es una historia sobre el amor".