Teach Love.

Como uno solo. (Parte 3)

Nadie hubiese podido contar cuantas veces lo hicieron ese mismo día.
Las horas parecían no pasar en aquella habitación, dándoles todo el tiempo para amarse  incansablemente.
Pese a que el placer y el brutal deseo invadían a Sesshomaru cada vez con más bestialidad, fue consciente en todo momento de lo fragil que ella era al lado suyo. Fue cuidadoso y compasivo en todo momento, aún cuando había algo en el fondo de su ser que prácticamente quería hacerla pedazos...

Rin por su parte fue sumamente dosis a la vez que altiva. Nadie hubiese podido creer que aquella era su primera vez. Aprendió rápido y siguió bien el paso de su amante, pero para sorpresa de el, ella fue quien tomó las riendas de todo en varias ocasiones y la verdad era que se le daba bien.
Ella era magnífica. Era tan linda como seductora también. Podía derretir a Sesshomaru de ternura y compasión o podía hacerlo estallar en deseo...
Eran el uno para el otro tanto en alma como en cuerpo.

Cuando el último orgasmo resonó en la habitación, todo quedó repentinamente en calma...
Ella calló rendida sobre su pecho y el la rodeó protectoramente entre sus brazos, pegando su cabeza a la suya y capturando así en todo momento el aroma de su cabello.

Ese sueño fue sin duda el más placentero que ambos habían tenido en sus vidas; nunca se habían sentido tan en paz, tan completos...

Despertó cuando ya no había más necesidad de seguir durmiendo.
Sus ojos pardos se abrieron lentamente, encontrándose con la oscuridad de la habitación, a penas interrumpida por la tenue luz de las velas aún encendidas.
Se removió un poco para intentar determinar en donde estaba, pero sus músculos estaban hechos roca... Todo dolía.

El pequeño quejido que dejó escapar llamó la atención de Sesshomaru, quien ya estaba despierto, pero permanecía a su lado...

-----Rin?

------Humn?-----La joven se dio media vuelta entonces, intentando ignorar el dolor lo mejor posible y se encontró al fin con el peliblanco. ------Ya estabas despierto?

------Si.-----Le hablo en tono bajo, casi con susurros. Acaricio su hermoso rostro con su mano suavemente, retirando algunos mechones de cabello de él. -------Cómo estás?

Rin esbozó una sonrisa.

------Estoy bien. Estoy muy feliz.

El también sonrió ligeramente.

------Que bueno. -----Rin buscó estirar un poco sus piernas, pero se interrumpió haciendo un pequeño gesto de dolor...-------Te duele mucho?

------Algo. Pero voy a estar bien. ------Le sonrió y el correspondió acariciando también su rosada mejilla. ------Que hora es?

------Las siete.

La joven suspiró pesadamente y se quejó...

-------Tengo que ir a casa. He dejado a mi abuela sola todo el día.

------Bien. Te llevaré a casa en cuanto estés lista.

------Bien...------Rin no dijo ni hizo más. Parecía no querer tener que irse.

-------No me gusta que le mientas a tu abuela. -----Expresó el.

------Lo sé. A mí tampoco. Pero sabes que por ahora es lo mejor, verdad?

Sesshomaru mostró disconformidad en el rostro, se tendió boca arriba y dijo:

------Tal vez... Ya va siendo tiempo de que yo hable con ella.

------No lo hagas...-----Pidió la Rin. ------No sabemos qué tanto se puedan complicar las cosas... No deberíamos hacer esto más difícil. Quiero decir... Qué tal que... Qué tal que ella no...no lo aprueba? Creo que lo mejor es esperar un poco más. Resolver un problema a la vez. Cuando te nombren fiscal y estés a cargo del colegio, será algo menos de lo cual preocuparnos. Tenemos que ser pacientes.