El hombre peliblanco daba vueltas por la habitación evidentemente inquieto.
De vez en cuando se servía un baso de whisky, se lo bebía lentamente mientras miraba por el inmenso ventanal detrás del escritorio en aquel departamento en el último piso del gran edificio; volvía a dejar el baso vacío sobre la pequeña mesa con botellas de licor al lado del escritorio y volvía a deambular de un lado a otro...
Se sentó finalmente en la silla del escritorio, movió el marcador de la computadora portátil,para que esta volviera a encender y ahí, una vez más en la pantalla frente a él apareció el archivo abierto de aquel caso...
No sabía que le frustraba más; que la imagen que representaba aquel caso no se fuera de su cabeza o que él ni siquiera era capaz de cerrar la ventana del archivo...
Se recargó en su silla respirando hondo y apretando el tabique de su nariz... Su cabeza parecía pesar una tonelada.
En todo el día, el rostro de la joven castaña de dulce mirada blanquecina y ojos pardos había estado permanentemente en su cabeza desde que sus miradas se encontraron aquella mañana...
Su rostro, su nombre e incluso su voz lo asaltaban por donde mirara. No parecía haber escapatoria y no podía comprender por qué le sucedía eso.
Habían pasado casi diez años desde había si quiera escuchado el nombre de aquella joven... Jamás pensó que si quiera le sonaría... Jamás pensó que recordaría algo de ella... Jamás la había pensado en todos esos años y ahora que como una mala broma del destino había reaparecido ante sus ojos y su nombre había vuelto a resonar en sus oídos, parecía no querer marcharse...
A pesar de la frustración que sentía al no poder sacar ese nombre y ese rostro de su cabeza, le resultaba aún más desconcertante el hecho de que no parecía molestarle en que siguiera ahí...
Sesshomaru siempre tenía en la cabeza a muchas personas.,.muchos nombres, muchos rostros. Todos y cada uno igualmente insignificantes para el; todos reducidos al trabajo, su familia o sus subordinados, pero absolutamente ninguno le importaba; por el contrario, siempre pensó que si fuese por el, los borraría a todos de su memoria a largo plazo al final de cada día, aunque tuviera que empezar a conocerlos de cero al día siguiente, pero al menos, la molestia de sus rostros, voces y nombres solo taladrarían su cabeza un solo día.
Ese era el pensamiento que el mundo entero desencadenaba en el fríbolo hombre peliblanco... Todo el mundo excepto aquella chica con quien se acababa de reencontrar...
A diferencia de todo el mundo; el recuerdo de su rostro y de su mirada, así como el de su nombre, lejos de hacerle querer arrancarse la cabeza, lo hacía tener una sensación que él conocía muy poco: calidéz.
Por alguna razón que desconocía, pensar su rostro y repetir su nombre una y otra vez en su cabeza, le recordaba al estar frente al fuego vivo de una chimenea durante el invierno...
Era una sensación que encontraba tan placentera y extrañamente familiar... Como si ya la hubiese tenido antes... Como si no siempre hubiese vivido en el frío...Su extraño y poco usual momento placentero se vio repentinamente interrumpido por el sonido del teléfono fijo sobre el escritorio.
Frunció el ceño con extrañeza y miro el reloj; pasaban las tres de la madrugada.
Grupo con molestia, pensó seriamente en no descolgar, pero pensó que quien fuera que lo llamara insistiría de todas formas, así que contestó...------Diga.
-----Señor Taisho, soy Yuki, la asistente de su padre, lamentó mucho la hora...------Habló la voz femenina al otro lado de la línea.
Sesshomaru entorno los ojos con fastidio.
------Que quiere? -----Cuestionó sin rodeos.
------El señor Inu no recibió la llamada una señorita a su oficina hace unas horas. Al parecer representa a una escuela muy importante en China a la que le interesa hacer convenios con el instituto Taisho. Su padre ya le ha dado su dirección de e-mail y ella a quedado de contactarse con usted maña...es decir, hoy mismo... El señor Inu no solicita que usted responda a la brevedad...
El peliblanco soltó un suspiro mientras recargaba su cabeza en el respaldo de su silla.
------Como se llama la mujer?-----Cuestionó el.
------Ella se llama...------la asistente parecía buscar el nombre, seguramente en alguna de sus anotaciones. ------Kagura, señor.
Una sensación extraña apareció en la cabeza del joven hombre, como una pequeña punzada en el cerebro... Aquel nombre le parecía familiar....
------Kagura que??-----Cuestionó intentando obtener más claridad.
------Mmm...no lo dijo, señor.
Sesshomaru gruñó con frustración.
------Bien. Eso es todo??
-----Eh..,si, señor...
------Bien.
Sin más, colgó el teléfono; estaba harto de todo el mundo.
O casi...
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Teach Love.
FanfictionHay cosas que no se aprenden en los libros. *Esta no es una historia de amor, es una historia sobre el amor".