Confidente

7.6K 603 69
                                    

Bárbara se despierta, al tratar de estirarse como es su costumbre se percata que está en el sofá, recordando cómo había quedado dormida la noche anterior; pero Macarena no estaba a su lado, eso la hizo entrar en cierto tipo de pánico al pensar que...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Bárbara se despierta, al tratar de estirarse como es su costumbre se percata que está en el sofá, recordando cómo había quedado dormida la noche anterior; pero Macarena no estaba a su lado, eso la hizo entrar en cierto tipo de pánico al pensar que quizás pudo haberse molestado por quedarse allí a dormir con ella.

Seguro se enfadó, es lo más probable, yo no debí quedarme a dormir con ella... eso fue un abuso. ¡Qué vergüenza! Bueno asume tus burradas Bárbara, ve y pídele disculpas... discutía con ella, hasta que escucha a la causante de su discusión interna.

—¡Buenos días!, dulce dormilona. —saluda con una sonrisa resplandeciente.

Dios es un ángel, si, lo es... es perfecta —pensaba al verla tan hermosa a esa hora de la mañana—, en cambio ella debe verse fatal, horrible.

—Hice todo lo posible por no despertarte. —prosiguió ante el silencio ensordecedor de la morena quien la miraba deslumbrada.

—Maca, buenos días. —dijo mientras se tallaba los ojos para salir del encanto que le provocó aquella panorámica.

—Ya preparé el desayuno. —le comunicó y le hizo pensar de nuevo a qué hora se despertó la rubia, seguro temprano a causa de su molesta compañía en el sofá.

—Maca, perdón... perdóname.

La rubia parpadeó confundida. —No entiendo...

—Anoche —se sienta y acomoda la cobija—, invadí tu espacio. —señala el sofá.

—¡Ah! Eso, no, tranquila. Dormí muy bien. No me molestó tu compañía. —todo lo contrario.

—Traté de dejarte sola, te iba a arropar para dejarte descansar aquí, pero tú me aprisionaste con tus abrazos. —explicó y elevó sus brazos.

—Sorry, please! —dijo apenada e hizo un puchero.

Sos una abusadora, ¿pensaste que era tu almohada?, aunque al despertar y sentirla en mis brazos fue lo mejor. Pensé que fue ya dormid en la madrugada, pues no, fue peor... ¡Rayos!

—Menos mal que no roncas muy fuerte, de lo que me salvé. —dijo divertidamente para hacerla sonreír y Macarena le lanzó un cojín ante su chiste de mal gusto.

—¡Cállate! Mejor a comer que el desayuno se va a enfriar. —giró rumbo a la cocina y Bárbara se fue rápido al baño para alistarse y desayunar.

—Gracias Maca, Estuvo delicioso —expresa Barbara al terminar su último bocado—, prometo no saltarme la próxima clase. Necesito aprender.

—No te quise despertar, te vi muy... tranquila.

Hermosa, tierna, preciosa, así te vi, tuve que alejarme porque no podía seguir a tu lado. Recordó.

—Gracias, pero prometo ayudarte en la cocina. —se paró a recoger todos los platos.

Perfect Time (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora