Magia

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Bárbara la soltó de la mano y abrió la puerta del copiloto para que Macarena subiera a su camioneta, la rubia sonrió gratamente ante aquel acto, tan impredecible y hermoso como la morena, pensó

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Bárbara la soltó de la mano y abrió la puerta del copiloto para que Macarena subiera a su camioneta, la rubia sonrió gratamente ante aquel acto, tan impredecible y hermoso como la morena, pensó.

Ella lo hizo conscientemente, estaba envuelta en una nube de felicidad y al ver la sonrisa de la rubia, la sentía aún más prominente. Su compañera le ha parecido desde siempre un ser muy delicado, exquisito, frágil, aun y cuando derrochara un carácter bien definido, la hermosa ojiazul le parecía un ángel al que deseaba cuidar, sin explicaciones, sin un porqué definido; le salía como un instinto, un hermoso deseo de brindarle bienestar.

 Su compañera le ha parecido desde siempre un ser muy delicado, exquisito, frágil, aun y cuando derrochara un carácter bien definido, la hermosa ojiazul le parecía un ángel al que deseaba cuidar, sin explicaciones, sin un porqué definido; le salía...

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Justo en el momento que tomaba la manija para abrir su puerta, alguien la agarró de su brazo. Ella volteó sorprendiéndose al ver que era su novio quien la detenía.

Se soltó de su agarre. —¿Qué haces? –preguntó ofuscada, ante su acto al cual le había aplicado más fuerza de la necesaria.

—Mi amor, necesitamos hablar. –demandó.

—Ahora no puedo... –hizo amague para tomar nuevamente la manija.

—Ya no pienso esperar más, quiero que hablemos ya. –insistió.

—Gonzalo, estoy ocupada –miró al interior de su coche, donde estaba Macarena expectante, le dio una medio sonrisa para tranquilizarle–, te llamó en un rato. –terminó de decirle al devolverle la mirada.

—No, no pienso esperar –sacó su celular–, puedo pedirle un uber a Maca. Tenemos que hablar. –no tenía intenciones de ceder.

—La dejo en su casa y nos vemos en el café de siempre. –dijo firmemente y entró a su vehículo. No le dio tiempo de que pudiera decir algo. Y se puso en marcha.

Macarena no sabía qué decirle, se sintió incomoda y con un golpe violento a la realidad de nuevo, él era su novio y no podía simplemente pensar que no existía... su mirada se perdió viendo por la ventana, sus pensamientos estaban como lo que veía a través de ella, nada era fijo todo simplemente pasaba.

—Maca –pudo encarrilar sus pensamientos–, te voy a dejar en tu casa, pero volveré para seguir con nuestros planes. –expuso inconforme con lo que ello significaba.

Perfect Time (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora