Leonel estuvo hasta la madrugando debatiendo consigo mismo, <<¿Soy Adonis?, ¿me parezco más a él?>>, no podría saberlo él mismo, una duda perenne lo carcomía por dentro, tendría que decírselo a otra persona, alguien que supiera lo garoso que es Leo, pues tendría que contarle todo lo sucedido, fue entonces que se deicidio por Erika, su ex pareja, citándola en un parque en medio de la distancia de las dos viviendas de ellos.
No había recibido respuesta aun cuando Leonel ya estaba situado y descansando en una banca del parque con mirada a unos juegos infantiles. Erika llego al poco rato de haber visto el mensaje de texto.
—Hola Leonel, lo siento, apenas vi tu mensaje. ¿Pasa algo?
—Hola, no, no hay problema, siéntate.
Ella se sentó cuidadosamente mientras notaba a Leonel estérico, se veía no había dormido mientras él desviaba la mirada a todos lados menos a Erika.
—Oye, ¿no dormiste?
Él sonrió y manteniendo esa sonrisa con un toque siniestro respondió:
—No, no dormí, estuve pensando toda la noche muchas cosas y ya, y-a, ya no sé qué pensar ni a que llegar. Reconociste que no había dormido y que no estoy bien, me conoces mejor que nadie creo, por eso te cite aquí...
—¿Cómo?
—Quisiera saber, si desde tu punto de vista, y-o, yo, ¿soy una buena persona?
—Leonel eso es..., tú hace mucho me dijiste que yo no era una mala persona por seguir construcciones sociales, eso me dijiste, no entendí bien en su momento, pero dijiste también que tú no te dejabas guiar por ellas, ni por la ética que es construida por la sociedad..., es ahora que me doy cuenta de que tú eliges lo que es correcto...
—En base a lo que yo sé..., si ya recuerdo cuando te dije eso. Pero no puedo ser más objetivo y realmente no, no sé, ¿entiendes? Todo lo que hay dentro de mí es caos, por supuesto, el universo es caos y yo soy parte de él, pero darle un orden es lo que hacen los humanos, ¿no?
—De eso, no sé qué decirte, pero mmm, sabes, tú eras muy fanático de los griegos, la armonía, el equilibrio y todo eso, esto yo lo deduje por mí cuenta y realmente no soy una gran pensadora como tú, pero ellos decían que las cosas incompletas no son perfectas, ni...
—Ni bellas, porque no se pueden apreciar totalmente, entiendo, sí, sino está completo algo no se puede saber si es bueno o malo, por lo tanto no se puede saber, sino hasta el fin de la vida, si es que fui bueno o malo... eso es una deducción brillante —en sus ojos resurgía la esperanza.
Erika sonrió al ver de nuevo a Leonel normal o por lo menos más calmado
—Eso me trae dudas también.
—¿Qué dudas?
—No se puede saber si algo tiene sentido si no se sabe en su totalidad todo lo relacionado a aquella cosa, eso quiere decir, que si el universo está en constante expansión, y la humanidad perecerá antes de eso, entonces nunca sabremos si el universo...
—Leonel, ¿tiene sentido te preguntes eso? Digo, sino sabes, lo único que puedes hacer es vivir, no desperdicies tu vida intentando saber que es la vida si al final no la vives.
—Un juego del cual no sabes las reglas no se puede jugar correctamente, lo siento, difiero de eso pensamiento tuyo, no soy un estoico que se queda a aceptar el mal como verdad ni escéptico que no quiere opinar de ella, ni epicurista que se deja llevar incluso por el mal, no, en mi moral hay dos fundamentos, ya los sabes. El mal no tiene justificación y cada acto vale por sí mismo. No soy un monje, ni budista, ni taoísta que se entrenan para no pensar en la resolución de problemas, no, no soy como ellos. No tolero la idea de tener que ir al psicólogo para aceptar los actos y personas malas, no quiero aceptar la idea de que tienes que dejar de ser bueno para no ser lastimado.
ESTÁS LEYENDO
Peccatum (Pecado)
Mystery / ThrillerJoven estudiante cambia sus virtudes al peor ser que puede hallarse, a sus deseos, en un camino colmado de vicisitudes y pecados a una superflua ataraxia. ¿Los deseos son malos? ¿Qué se necesita para ser feliz? Recorre el camino con el joven Leonel...