Peccatum (Pecado)

Capítulo 20 "Arte"

Calvin llego temprano a la casa de Leonel a dejar su obra aun tapada, se encontraba moralmente frágil, aun el dinero no podría hacer a uno un buen artista, Leonel lo sabía, Calvin lo pronosticaba. Los dos pasaron y charlaron un rato en la sala.

—Leonel..., si me pidan que diga algo así, profundo del arte, ¿Qué me recomiendas diga?

—..., el arte, pienso yo, es la forma material del alma del artista. El arte puede ser feo, puede ser hermoso, lo primordial es que transmita algo, provoque sensaciones y haga volar la mente hasta a la mente más ignorante y llene a la del intelectual, pues viene del mundo inmaterial, una idea, para ser representada a este mundo y produzca de nueva el mismo fervor con el cual el artista la compuso, el arte es entonces ¡el llenado del alma!... —mirando perdidamente al suelo—, no importa si hablan muy mal, si produce asco o enojo, esa es ¡la esencia de la vida!, quien no produce ninguna sensación, es que no ha hecho nada para merecer alguna.

—¡Vaya! Eso es..., muy bueno, ¿lo acabas de inventar?

—Sí —agarrándose la parte posterior de la nuca mostrando nerviosismo.

—¿Me lo podrías escribir? Ja, ja, ja. Es muy largo.

—Recuerda esto Calvin, el arte vale por sí mismo, no depende ni importa el autor, ni el costo, sigue mejorando. No porque digas que tu obra fue hecha por Picasso pensada por Van Gogh con mensajes de Velázquez será buena. El arte oculta al artista y al mismo tiempo lo revela, supongo yo ¡el arte hiperrealista es una tontería! Solo es una copia del original y para eso existen las cámaras, no, el arte debe ser creado por la naturaleza pero no pata imitar, sino para crear. Bueno, solo creo debes decir esto si preguntan: el arte puede representar a la naturaleza, la naturaleza al arte, pero el arte creado por humanos no es natural.

—¡Eso! Eso es todo Leonel, muchas gracias, lo anotaré en mi casa, ya me largo, nos vemos en la tarde.

—Por supuesto, hasta pronto,

Despidiéndose Calvin con un abrazo y una sonrisa gigante.

Llego la tarde y Leonel de nuevo fue a entrenar con el equipo donde nuevamente de acuerdo a sus entrenamientos anteriores, lo hizo de forma excelente, fue así que termino, ducho y se marchó, antes claro, ya había llamado Leonel a la prensa al igual que a unos críticos expertos de arte, entre ellos Pol Torres, el juez que había defendido a Calvin.

Al llegar Leonel, Calvin ya estaba adentro con Marco jugando a la consola, pues no podía esperarse mucho tiempo, ansioso, era como estaba. Al llegar Leonel entre los tres chicos prepararon todo para la presentación, Angélica llego poco después con comida para los invitados que estaban a poco de llegar.

—Oye Angélica —exclama Calvin mientras aun arreglan cosas.

—¿Mande Calvin?

—Gracias por traer comida y ayudarme, a mí se me paso eso, ja, ja, ja.

—No hay problema, Leonel me comento y de los dos fue la idea. Y Marco también me ayudo a cocinar en la mañana.

Matt Beaulieu fue el primero en llegar de los invitados, dando las primeras palabras Leonel y Calvin a él antes de, grabando de inicio a fin de todo el evento.

—Es impresionante tu..., amigo Matt —dice Calvin.

—Es solo..., alguien barbián —responde Leonel.

—Ah... ¿qué?

—Atrevido.

—Di eso amigo, no digas palabras, ja, ja, ja.

—Sí, eh... mira

—Buenas tardes jóvenes, creo no debo presentarme pero soy Pol Torres, él... —Llegando el señor de traje formal. Pol Torres, además de crítico, es un prolífico artista, uno de los más conocidos y renombrados de España.