Always [Romione]

Invitación formal

Cuando estuvieron lo suficientemente cansados de lanzarse las almohadas cada uno se fue a dormir a sus respectivos cuartos. A la mañana siguiente, Hermione bajó a desayunar mientras su amiga pelirroja seguía durmiendo a pierna suelta en la cama de al lado. Como siempre, se había levantado temprano. El reloj acababa de dar las 8:30.

Al salir al pasillo pensó en intentar subir a la habitación de Ron, pero justo en ese instante Molly Weasley subía las escaleras con una pila de ropa entre los brazos.

- Buenos días Hermione, ¿has descansado bien? - dijo sonriente.

- Sí, señora Weasley - dijo - déjeme que le ayude con la ropa.

- Oh no hace falta querida, muchas gracias - dijo agradecida - tus padres han llamado por teléfono preocupándose por ti, estaría bien que los llamases para dejarlos más tranquilos.

- Eso haré, muchas gracias señora Weasley.

- Recuerda llamarme Molly por favor, creo que queda bastante claro que ya eres de la familia querida - dijo.

- Gracias Molly - dijo Hermione sonrojada.

Continuó bajando las escaleras hasta llegar al salón. Se dirigió a la cocina a prepararse una taza de café y unas tostadas para desayunar. La casa estaba sorprendentemente en silencio. Arthur Weasley estaba en su puesto de trabajo en el Ministerio, George en Sortilegios Weasley limpiando la tienda y el resto de sus amigos dormían plácidamente arriba. Cuando terminó de desayunar recogió su vajilla y fue hasta el teléfono muggle que tenían los Weasley. Marcó el número de su casa y esperó dos tonos de llamada.

- ¿Diga? - respondió una voz femenina.

- Hola mamá, soy yo, Hermione - dijo sonriente.

- Ay Hermione, cariño, ¿que tal estás? ¿cómo han ido las vacaciones?.

- Genial mamá, han superado con creces mis expectativas - dijo recordando su noche con Ron y sonrojándose, obviamente no iba a contarle eso a su madre.

- Me alegro muchísimo hija mía y tu padre también. Está en la clínica trabajando y ahora mismo no puede hablar contigo, pero te manda muchos besos.

- Dile de mi parte que yo también le quiero mucho.

- Se lo diré aunque, Hermione, podrías decírselo tu misma en persona. Ya sabes que antes de volver a La Madriguera te propuse que un día vinieras a presentarnos a Ronald.

Hermione se puso tensa. Había olvidado completamente la propuesta de comida familiar que le había hecho su madre antes de sus vacaciones con sus amigos. Pensó en lo nervioso que se pondría Ron cuando se lo dijese, aunque por otra parte a ella también le hacía mucha ilusión que sus padres conocieran por fin al chico del que llevaba tantos años enamorada.

- Es verdad mamá, se lo comenté a Ron y me dijo que estaba encantado de acompañarnos a almorzar - mintió piadosamente para no enfadar a su madre - Cuando tú me digas estaremos allí los dos.

- Perfecto cariño, ¿qué te parece mañana a las 14:00 aquí en casa?

¡¿Mañana?! Cuando Ron se enterase se le iban a borrar todas las pecas de la cara.

- Sí mamá, mañana estaremos allí - dijo Hermione enrollando su dedo nerviosa en el cable del teléfono.

- ¡Que ilusión hija! Por fin voy a conocer al chico de tus sueños - dijo la señora Granger emocionada.

- Un beso mamá, mañana nos vemos.

- Hasta mañana hija, no hace falta que traigáis nada, aunque ya sabes que a tu padre le gustaría probar algún dulce mágico.