Me lo había prometido a mi misma, nunca más volvería a hacer esto. No quería volver a cometer el mismo error. Ya no era aquella chica sensible, tierna y sumisa, no iba a volverlo a ser.
"No olvides, los errores se vuelven a cometer una y otra vez hasta que te quedas atrapado en un bucle que nunca acaba, pero ese error nunca lo voy a volver a cometer"
Esa era la promesa que me había hecho a mi misma. No iba a volver a estar con ningún otro hombre de esta manera.
Iba a separarme, darle una ostia y a empezar a nadar hasta la orilla del mar pero no podía. Sus brazos apresaban mi pequeña cintura con tanta delicadeza y ternura que se me hacía imposible poder deshacerme de su agarre. Era tan agradable que de vez en cuando soltaba algún pequeño suspiro acompañando mis sollozos ahogados en su pecho.
Quería desaparecer, hundirme en el agua y no volverlo a ver nunca más por estar presenciando mi llanto, pero no me era posible imaginar no verlo, no sentirlo o no tocarlo nunca más. Nunca me había sentido así, o al menos en muchos años. Desde aquella vez nunca más dejé que nadie se acercara a mi con intenciones sentimentales, solo sexo.Ahora todo mi esfuerzo por apartar a la gente de mi se estaba cayendo, como mis lágrimas lo hacían sobre la superficie del mar abierto del pacífico.
Sentí las manos de Jungkook comenzar a subir por mi cuerpo con extremo cuidado, rozando levemente mi piel con las yemas cada uno de sus dedos, hasta llegar a mis mejillas donde acarició suavemente con sus pulgares.
- Todos tenemos mierda dentro, y nosotros más que nadie. —dijo en un pequeño susurro mientras seguía acariciando mis mejillas— pero no sé quién ganaría entre nosotros dos.
Me sorprendí por sus palabras pero eso no impidió que siguiera llorando en su pecho mientras recibía sus suaves caricias que en cierta parte aliviaban mi pesada y rota alma.
– ¿porqué te perseguía la policía? —pregunté con un hilo de voz quebrado— dímelo...
– Solo si tú me dices porqué lloras. —respondió con un tono de voz calmado pero a la vez serio, no parecía que iba a cambiar de opinión— mujeres como tú nunca lloran, ¿porqué ahora?
Tragué saliva y me aferré aún más a él tratando de resguardarme como podía en el cuerpo ajeno, aunque no sirviera de nada, me daba una sensación de protección como nunca nadie me la había proporcionado. Él es especial, pero nunca se lo voy a decir, me pasará lo mismo que con él... todo será bonito al principio pero en realidad era tan solo una tapadera, una máscara con la que se cubría.
– todos los hombres sois iguales... yo lo sé. —por fin alcé mi mirada y quité sus manos de mis mejillas con delicadeza.— sois unos mentirosos que no saben hacer otra cosa que engañar y hacer daño. Unos seres despreciables.
– ¿Tú crees que yo miento, que engaño y que hiero a las personas? Pues estás en lo correcto, pero tú también. No te hagas la heroína o la víctima de la película. Ningún ser humano es perfecto, y tú tampoco, linda. —dijo sereno mientras volvía a poner sus manos en mis mejillas.— antes te dije que una vez que te metes en la mierda ya no puedes salir, pero todos nacimos ya metidos en ella. No hay escapatoria y tú tan solo tratas de hecharle la culpa a alguien para que no te destruyas a ti misma. A lo mejor es cierto de que alguien te arruinó la vida pero ese alguien no soy yo ni tampoco la gran cantidad de hombres a los que has metido en el saco de "iguales".
Ahora me sentía aún peor, él tenía toda la razón pero no lo quería aceptar, no quería aceptar que en un pasado fui demasiado débil consintiendo todo lo que me hacían. Pero había sido culpa de él, no de mi. Yo no hice nada malo para merecer eso, estaba cegada, él no lo estaba.
"¡No! Porfavor no me hagas más daño.. por favor... haré lo que sea.. '¿lo que sea?' Lo que sea..."
Volví a apegar mi cabeza en su pecho rompiéndome nuevamente en llanto bajo sus caricias. Jungkook tan solo movía sus dedos sobre mis mejillas para tranquilizarme. Poco a poco fue bajando sus manos hasta mi cintura apegándome a él con un fuerte abrazo. Un dulce y tierno abrazo que nunca nadie me había dado.
— ¿ Quién eres ?... ¿ qué quieres de mi?.. —dije por lo bajo sintiendo como él cada vez me apretaba más a él como si fuera un niño abrazando a su peluche favorito un día de tormenta— dímelo... por favor...
— Soy Jeon Jung Kook, un tonto supuestamente rudo que se ha enamorado de una tonta supuestamente fuerte.
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Bueno... espero que les haya gustado este capítulo. Si quieren pueden comentar que creen que va a pasar o algunas ideas.
Solo aviso que va a ser un gran drama UwUBueno mis queridas lectoras, aquí les dejo la intriga, que la pasen bien leyendo los siguientes capítulos.
PD: estoy pensando en hacer un maratón, ¿que dicen?
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Playgirl - jjk
FanfictionEn el amor no tienen que haber segundas oportunidades, ¿o quizás si? Una herida por muy cerrada que esté siempre deja marca. Podría dar la casualidad de que estas dos oraciones se refieran a los protagonistas de esta pequeña historia. © no copias n...