Playgirl - jjk

Capitulo veinte

Buenassss volví :v
intentaré actualizar más de una vez al año :000

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Abandoné la sala del hospital a paso rápido, entrando a mi auto y poniendo rumbo a mi destino manteniendo mi entrecejo fruncido. Tenía que hacerlo, todo sería por ella. Y si moría en el intento, habría valido la pena.
Los minutos iban pasando y cada vez sentía como el valor y el coraje invadían mi ser dándome fuerzas para hacer lo que iba a hacer. Mi pequeña lo merecía, merecía todo en este mundo menos lo que realmente la había tocado vivir. Quería que fuera feliz de una vez por todas, sea conmigo o sin mi.

Ni siquiera pestañeé cuando mi hermano disparó cerca de mi cabeza poniéndome a prueba al llegar a su casa. Pareció recibirme con alegría pero al parecer se dio cuenta de lo roto que estaba por dentro haciendo que me preguntara pero yo no respondí, tan solo coloqué mi arma en su frente.

- ¿Cómo le pudiste haber hecho aquello? -solté con rabia mirándolo con mi ceño fruncido. Miré su intento de quitarme el arma pero fui más rápido y disparé.- No la vuelvas a tocar... no la vuelvas a tocar nunca más, ni te acerques a ella... no te acerques...

Susurré entrando en un estado de bucle donde solo recordaba las lágrimas caer por las mejillas de mi chica. Cuando tenia 14 y cuando tenía 18, aquellas lágrimas de cocodrilo seguían siendo las mismas, las mismas que me rompían el corazón.

En cuanto salí de mi bucle pude apreciar el cuerpo inerte de mi hermano frente a mi, yaciendo sobre un enorme charco de sangre que salía de su cabeza. Yo tan solo me quedé observándolo de forma seria, pensando que todo había al fin terminado.
Lo miré por última vez antes de guardar mi pistola y dar media vuelta dispuesto a volver a casa donde esperaría paciente y seguramente entre lágrimas a que ella despertase. Solo esperaba que pudiese vivir al final vida que ella quería, sea o no a mi lado... Pero tenía una cosa en claro, la iba a proteger con mi vida si era necesario, no iba a permitir que nadie más la dañara, incluyéndome.

Manejé de forma tranquila a mi apartamento con mi corazón aún latiendo, a decir verdad no creí salir vivo de ahí pero fue más fácil de lo que pensé, JungHyung nunca se esperó mi visita.

Apreté mis labios frustrado dando un giro repentino al volante dirigiéndome hacia otro destino. Nada más volver las enfermeras me miraron algo extrañadas diciéndome que los horarios de visita habían terminado.
Mis oídos hicieron vacío absoluto a sus palabras y las ignoré caminando a paso rápido en dirección a la habitación donde se encontraba la mujer que siempre amé. La piel se me ponía de gallina con tan solo pensar que ya no estaría ahí, pero me inquietaba aún más que ya hubiese despertado, que se hubiese ido sin mí y no volver a verla nunca más, todo por mi estupidez...

Justo cuando estaba en frente de la puerta me quedé quito, mirando está demasiado nervioso, apretando mis puños con fuerza y sintiendo las lágrimas volver a mis ojos pero a la vez negándome a volver a llorar.

Decidido e indiferente a las palabras de las enfermeras que tenia detrás, abrí la puerta viendo como el cuerpo de Yang seguía ahí acostado, conectado a múltiples máquinas que le ayudaban a respirar.

Sin decir nada me acerqué a ella nuevamente, tomando su mano y apoyando mi frente sobre uno de sus hombros sintiendo como rompía en llanto de nuevo. No podía evitarlo, me sentía tan culpable de su estado. Si yo no hubiese aparecido en su vida todo estaría bien, ella seguiría con su vida, disfrutando de su juventud y luego adultos y vejez.
Pero a la vez me alegraba recordar los momentos que pasamos juntos cuando ya empezamos una relación formal, si es que así se podía llamar. No cambiaría los momentos que había pasado con ella por nada del mundo, eran demasiado especiales...
Cuando ella dormía y yo acariciaba su cabello solo me preguntaba que hice para merecer tenerla, no era perfecto y mucho menos el chico de ensueño, pero al parecer la hacía feliz... Logré que ella volviese a ser feliz después de tantos años de sufrimiento o de simple indiferencia, logré hacerla sentir de nuevo... Pero como siempre, jodí todo.

- yo me haré cargo de ti... prometo cuidarte, todo está bien pequeña, todo está bien... -susurré de forma algo entrecortada sobre su cuello sin querer separarme, pero al fin comencé a escuchar las palabras de las enfermeras que se veían molestar por mi repentina entrada.- ¡¿Acaso no puedo estar con mi novia!?

Estas se estremecieron por mi grito y sobre todo por mis ojos hinchados y llorosos, al parecer aún no habían entendido la situación, estaban demasiado ocupadas en sus asuntos insignificantes como para tener un poco de empatía y querer comprender lo dolido que estaba conmigo mismo y lo mucho que estaba sufriendo por la chica que se encontraba en la camilla, inconsciente, y que quizás nunca despertaría.

Solo esperaba que eso último no ocurriera.

- ¿P-podrían dejarme en paz? ¿Podrían tener la decencia de intentar comprender? -enojado les escupí esas preguntas las cuales, al parecer, les hirieron haciendo que quisieran echarme de ahí.- No creo que ustedes sean enfermeras... -reí irónico aferrándome aún más a la mano de mi pequeña con miedo a perderla de un momento a otro, pero de pronto sentí como su mano, débilmente y de forma muy suave, correspondía mi apretón.- ¿Q-qué?... -Me paralicé momentáneamente y rápidamente me giré hacia ella con una enorme sonrisa sintiendo las lágrimas ahora recorrer mis mejillas.

Estaba volviendo...

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Bueno como ya vieron reviví sjjssj, supongo que es una especie de regalo de navidad. En cuanto el capítulo llegue a 60 likes escribiré el capítulo 21 y así sucesivamente aunque no prometo nada. Trataré de volver con la historia pues me gusta mucho y veo que a ustedes también.

Si quieren pueden dejar ideas de cómo podría seguir la historia pues no tengo nada pensado ^-^