La casa Agreste era enorme y lujosa, Marinette intentaba no distraerse con tantos recuadros de pintores famosos y bonita decoración. Este lugar tenía toda la pinta de ser el hogar de Gabriel Agreste; diseñador de modas de París. La chica se sonrojo de saber que pisó la habitación del chico que le gusta. Bueno, ¿cuántas veces en la vida tienes una oportunidad así?
Vío el chico de cabello negro entrar a una habitación, se preguntó si era alguien importante o familiar de la familia para entrar como si nada a una habitación de una casa ajena. Bueno, ella también lo estaba haciendo. Corriendo por los pasillos para alcanzar al chico y darle las gracias.
Cuando se detuvo frente a la gran puerta, se dío cuenta de que esta tenía varias medidas de seguridad: candados, cadenas y pudo sentir sellos magicos que fueron rotos.
Con miedo abrío un poco la puerta, si la puerta tenía toda esa seguridad era por qué había algo o muy valioso o muy peligroso adentro.
La habitación estaba oscura y silenciosa. Marinette puso un paso adentro y un escalofrío recorrío su cuerpo. Algo muy malo estaba dentro de la habitación.
Era magia...y una muy poderosa.
Sus ojos trataron de enfocar la vista a la unica luz que había dentro del lugar...caminó lentamente y se detuvo cuando sintío una barrera magica cerca de ella.
Había una jaula, y más importante había un ser dentro de ella.
Marinette recordó de los que sus compañeros le hablaron esta mañana. "Había un cambiaformas, un hombre lobo que los Agreste había adquirido"
La chica abrío los ojos impactada de ver a un ser magico que debería estar extinto. Un ser como ella...por eso estaba asustada, en el fondo no eran tan diferentes.
-tú...- dijo Marinette debilmente. Tal vez el podría oirla. Escucharla, era la primera vez que veía a otro ser magico.
-el no va a hablar- Marinette ahogo un grito tapandose la boca con sus manos. Giró de un salto para ver quien era el que le había hablado.
Una sombra un poco más baja que ella salío a la vista de Marinette. Se trataba de un chico, se trataba del joven que había perseguido.
El que la ayudo esta mañana a no caerse por las escaleras.
-¡ah!, ¡tú eras el que evitó que me cayera por las escaleras!- dijo Marinette sin tomar un respiro y hablar muy fuerte. Se cubrío los labios para silenciarse. Ahora se daba cuenta de que estaban en un sitio donde no deberían.
-si, y tú eres la chica que me siguío por todo el lugar, eres una acosadora ¿lo sabias?- dijo el chico mostrando una sonrisa divertida y burlona. Marinette se ofendío por esto, sonrojandose y alazando la voz.
-¡no soy una acosadora, además tú eres el que entró a un área sin permiso!- le reclamó la chica.
-¿lo hice?- repitió el chico.
-¡si!, estamos en un área peligrosa- Marinette se dío cuenta de que el chico la miraba como un niño divirtiendose. Era más pequeño que ella, de hecho, el muchacho era debilucho y con la ropa infantil; Tenía unos pantalones negros y cortos, una camisa blanca a penas formal pero sin fajarse. Y estaba cargando una especie de estuche musical en su espalda.
-tú misma lo dijiste, "estamos" en un área donde no deberiamos entrar- sonrío. Marinette se dío cuenta de que el chico tenía razón en eso ultimo. "Era una tonta, ¡una tonta!" Seguramente Gabriel se enterara y por lo tanto también Adrien, estaran decepcionados y la echaran de casa, ya no podra ver a la cara a Adrien y jamas podra ser su esposa ni tener esos tres hijos junto con un hamster.
"¡Todo esta arruinado!"
El chico miró a la criatura en la jaula y luego miró a Marinette.
-¿no te parece que él nos esta viendo?- preguntó el chico.
Marinette detuvó su tren de pensamientos que estaban dejandola sin vida. Miró a la criatura y efectivamente, los brillante ojos azules del lobo estaban mirandola. La chica dío un paso átras intimidada.
Era como si el lobo también supiera el secreto que solo ella sabía.
-o más precisamente...-continuó el chico. -te esta viendo a ti...¿tienes secretos que ocultar Marinette Dupaing-cheng?...-burlonamente dijo el chico.
Para Marinette, esto era una pesadilla. El chico lo había dicho de tal forma que parecía burlarse de ella, de manera cruel...cómo si supiera lo que había en ella.
Marinette estaba palida e inmovil, sus piernas temblaban...tenía miedo...¿y si de verdad este chico supiera que ella era un magico?...¿qué le harían?...
-t-tú...¿cómo?...-tartamudeó temerosa. De afuera de la habitación, vinieron voces familiares, eran sus compañeros acercandose. Marinette entró en panico, ¡¿y si sus compañeros entraban aqui y la descubrían?!
El muchacho le hizó una señal para que guardara silencio y la siguiera a un rincón. Marinette no quisó confiar en él pero el terror a ser descubierta por los ojos de sus amigos la aterraba aun más. Siguío al muchacho y se tapó la boca asustada.
La puerta se abrío dejando entrar la luz, Marinette vío como sus compañeros avanzaban y se acercaban a la jaula. Había al menos varias barreras magicas alrededor del lobo, por lo cual sus compañeros no pudieron acercarse mucho.
Marinette estaba tan asustada de ser descubierta por sus compañeros que no se dío cuenta de que el muchacho salío de la habitación sin ser visto. Pero antes de irse, dejo algo en la bolsa de Marinette.
-¡ah! Marinette- gritó Alya entusiasmada. Marinette sintío su corazón detenerse y le rogó al cielo que ojala fuera un sueño y no la descubrieran.
Alya la tomó de la mano y la acercó a la jaula. Marinette no dijo ni una palabra, por como reaccionó Alya seguramente pensó que la peliazul siempre estuvo con el grupo y solo se quedo en la puerta.
-es genial ¿no?- dijo su amiga mirando al lobo fasinada. Marinette intentó también verlo pero todavía se sentía intimidada por este, sustada por lo que dijo el niño...y este día había sido demasiado movido para ella.
Adrien se dío cuenta de el olor de Marinette regresó cuando entrarón a la habitación del lobo...al mirar a la criatura, este también lo veía fijamente. Adrien incomodo, tocó su dedo que había sido mordido, y aunque ya no estaba la herida, sentía algo raro dentro de él. Algo que había estado dormido y despertaba cuando miraba al cambiaformas.
._____.
Felix estaba aliviado de ver a su hermanito con tantos amigos, era la primera vez que padre les dejaba traer amigos aqui. Su padre...había cambiado tanto desde que su madre murío.Este podía ser un buen inicio de que su padre intentaba volver a ser él de antes. Sin darse cuenta, sonrío.
-felix- dijo Natalie a su lado. Felix volvío a su expresión de siempre. Mostrandose serio como su padre, a veces Natalie y Gorila lo veían como a Gabriel. Esa postura tan intimidante, su traje elegante y ojos fríos y severos.
-¿qué sucede Natalie?-
-este joven deseaba verlo- Natalie señaló al joven niño a su lado. El pequeño que había ayudado a su hermano. Felix se acercó al niño y le preguntó si podía ayudarle.
-no solo vine por que ayude a su hermano...- el niño sacó de uno de sus bolsillos una carta con un sello en ella.
Felix lo tomó y se sorprendío al reconocer el sello familiar.
-vengo de parte de la familia Selwyn, estan invitados a una pequeña reunión este sabado- dijo el niño, Felix fruncío el ceño por qué le parecía que el niño hablaba con burla.
Felix trataba de dar con una explicación, no pensaba que los Selwyn los invitaria a una reunión, después de que les arrebataran el premio en la subasta. Aunque era sospechoso, y también por que el niño le daba malas vibras...debía aceptar esta invitación por qué su padre quería relacionarse con una familia de magos tan poderosa como los Selwyn.
-es muy amable su invitación, estaremos ahí- dijo Felix despidiendose del niño. Este se fue deseando verlos en la fiesta.
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El bestiario una bruja en París
FanfictionAdrien juntó con su hermano mayor Felix, ingresan a la subasta de criaturas magicas para llevarse el premio de la noche, una criatura que se pensaba extinta; un hombre lobo. Adrien sabe al igual que Marinett que no son chicos comunes, la magia esta...