cap 8

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El sabado llego mas pronto de lo que Marinette hubiera querido. No podia concentrarse en las clases y estaba distraida todo el tiempo, bueno, mas distraida de lo acostumbrado. La carta la mantenia estresada y ansiosa. las mismas preguntas llenaban su mente y Marinette trataba de responderlas sin meter algo sobre su magia.

¿por que a mi?

¿saben que soy magica?

¿que me haran?

¿por que yo?

Al menos algo positivo salio de esto, Marinette para ocupar su mente decidió diseñar y hacer un vestido para la fiesta. Eso la hizo estresarse menos, coser. Mantener la mente ocupada. Les dijo a sus padres que asistiría a una fiesta, no pudo mentirles, y estos aceptaron al pensar que se trataba de alguna fiesta de sus compañeros de escuela. Sus padres confiaban mucho en ella y Mari los amaba, pero se culpaba a ella misma de no confiar en ellos lo suficiente para decir su secreto. ¿que pensarían de ella?, sabia que la protegerían pero igualmente le daba miedo.

Tomo el autobus y llego poco después a su destino, lo primero que vio fueron los enormes barrotes negros del cancel, que estaban abiertos. Marinette entro un poco temerosa, vio los jardines llenos de vida y decorados para la ocasión, el camino de piedra llevaba a una mansión hecha de ladrillos grises, muy bonita y elegante: tres pisos y cubierta de ventanas. Sin duda este era el hogar de unos magos.

seguramente usaban magia para siga embellecedora.

La peliazul se acerco a un hombre delgado que usaba un traje elegante, seguramente podria ayudarla.

Tímidamente le pregunto:

-d-disculpe...-el hombre volteo a verla con exprecion seria. Marinette se asusto mas pero no se acobardo lo suficiente. -b-busco a los gemelos Selwyn...- el hombre levanto una ceja pero no dijo nada. Marinette sintió esos momentos de tensión y empezó arrepentirse de haber venido. De pronto recordó que algo podría ayudarla, de su bolso saco la invitación que le habían dado.

-E-esto...quizás- enseñó la carta pero sobre todo el sello y la expresión del hombre cambio de inmediato.

-acompáñeme por favor- el hombre la ofreció a pasar primero y Marinette, sorprendida por la repentina acción del hombre entro a toda prisa al lugar.

-sorprendente- dijo Marinette admirando la decoración del lugar, era como viajar en el tiempo. Habia tonos pastel en las paredes, llena de accesorios como floreros o retratos, lamparas antiguas y muebles elegantes por cada lugar. Era un estilo victoriano que te transportaba a la época.

-por aquí por favor- dijo el hombre educadamente. Marinette dio un pequeño saltito sorprendida, de verdad se dejo llevar por el lugar.

-s-si, discúlpeme- ambos empezaron a caminar por la sala de llegada, siguieron por un pasillo lleno de luz por las ventanas en el. Habia a vece pequeñas mesas con un florero encima. Llegaron a una puerta de madera de color blanco, tallada a mano probablemente. En cuanto esta se abrio, Marinette sintió una extraña sensación. Era como cuando estaba con el lobo, o con Adrien...era magia.

-entre- Marinette entro a la habitación que no tenia esquinas, era redonda; con tres ventanas limpias y dejando entrar la luz y ver el paisaje, un hermoso jardín donde hay varias personas reunidas y hablando a lo lejos. La fiesta se estaba llevando afuera. Entonces, ¿que hacia ella aqui?, algo andaba mal. Desde el principio, cuando recibió la carta.

-por favor espere aquí, la señorita Selwyn estará aquí pronto- dijo el hombre cerrando la puerta, Marinette se sintió aprisionada, temerosa. Agradeció decirles a sus padres el lugar de la fiesta, podrían buscarla. Echo un vistazo a la habitación, era de color verde menta, estampado de hojas, un candelabro en medio del techo. Ella se sentó en una de las dos sillas enfrente del escritorio. Habia un armario cerca de la puerta, un mueble de dos cajones en frente del armario; todos los muebles eran de color blanco resaltando con el verde.

En el escritorio habia plumas, un porta velas de cristal, una pequeña caja de madera y dos retratos de fotografías. A Mari le llamaron la atención las fotografías, su curiosidad era mayor que su miedo. Además de que no sabia que mas hacer. ¿Escapar tal vez?

La primera foto mostraba a una mujer de cabello blanco, ojos grises apagados y estaba vestida elegantemente. La segunda imagen era un dibujo hecho a mano, al ver su rostro, Marinette aterrorizada se levanto de la silla de un salto.

Se trataba de ella misma cuando era niña.

Marinette palidece, asustada y temblando decidió salir de aquí lo mas pronto posible. La puerta se abrió cuando Marinette intento abrirla. Retrocedió asustada y tambaleándose. Se recargo en el escritorio para no caerse.

Una persona había entrado a la habitación y Mari lo reconoció enseguida.

-lo lamento, no quería asustarte-









El bestiario una bruja en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora