Se sentía suave y comodo, estaba en su cama, seguramente en su cama, se debío quedar dormido. Suspiraba y volvía acomodarse para dormir. Adrien no abrío los ojos ni una vez ni se pregunto como había llegado a la cama.
En realidad, Adrien dormía en el cespéd, como un niño pequeño. Lyric miró al cielo, oscuro y sin estrellas. Había llegado la noche y el viento soplaba aullando un presagio, lyric y los magos podían entender este idioma. Las nubes no dejaban ver a la luna, esto era un contratiempo pero el viento actuaba rápido a su favor, así que todo estaría bien.
Liric se acercó a Adrien en el suelo, se inclinó y acaricío con sus dedos los cabellos dorados del muchaco en su mejilla. Sus dedos delgados y finos, Adrien protestó al acto moviendosr un poco y susurró dolido.
-mamá...- dijo, como un niño pequeño.
Lyric retiró rápidamente su mano, se la acercó a su pecho y se alejó del muchacho...reprendiendose con regaños a ella misma. El pobre muchacho extrañaba a su madre.
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¿Por qué me trajiste aqui?- Cuestionó Marinette.
-¿no te gusta?- preguntó Nikolaj arqueando una ceja.
-n-no, no era eso- Marinette miró a su alrededor. Las luciernagas y el fuego en las antorchas creadas por magia le dejaban ver una fuente de agua en piedra tallada. Solo era un estanque pero había un pequeño chorro de agua que lo hacía ver como una cascada. Lo que más le fascino de este lugar, eran los flores; ellas remplazaban el techo. Arbustos verdes con rosas o orquideas. Pequeñas pero miles de puntos de colorewen todos lados.
Las luces de las luciernagas se pasaban de un lado a otro dandole ese toque de magia, el sonido del agua fluyendo, los grillos tocando y aveces escuchaba a las hadas susurrar algo.
-es hermoso...- dijo Marinette mientras miraba las flores lunares. Durante el dia eran brotes pero cuando la luz de la luna les daba, se abrían lentamente dejando ver sus palidos petalos que brillaban como la plata.
Nikolaj miró al cielo, las nubes se despejaban y la luna por fin salía. Había llegado el momento.
-Marinette- la chica dio un pequeño salto de sorpresa. Todo había estado tan silencioso y que el empezara hablar de fuerte la asusto.
-si- contestó ella.
Nikolaj se le acercó y deposito en las palidas manos de Marinette un pequeño cristal. Ella lo miro confundida pero el chico solo se alejo dejandola en medio del jardín. El cristal era pequeño pero la textura era de un vidrio. Jugó con él entre sus dedos hasta que la luz de la luna la ilumino a ella y al jardín.
Marinette se perdío en sus pensamientos, no recuerda que estaba pensando en ese momento o después de eso. Algo, se había aclarado dentro de ella y el cristal se ilumino entre sus dedos dejando al gemelo Selwyn sorprendido y esperanzado al ver esto.
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Kagami respiraba freneticamente, tratando de que el aire no quemara sus pulmones. Estaba cansada y fatigada.
-¿te vas a rendir ahora espadachina?- preguntó en tono serio la chica que la trajo a este lugar, que le enseño una espada y que empezaron a luchar. Kagami solo acepto por que confiaba en que esto terminaria rápido pero se equivoco. La morena tenía muy buenos reflejos y defensa dura de romper.
¿Cómo habían empezado a luchar desde la tarde?
Kagami a penas lo recuerda.
La chica de compañia, que se llamaba Alissa, le enseñó una espada. Parecía ser antigua y valiosa y al parecer de origen oriental. Kagami se preguntó como una chica que trabaja aqui le prestó una espada tan cara como esta.
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El bestiario una bruja en París
FanfictionAdrien juntó con su hermano mayor Felix, ingresan a la subasta de criaturas magicas para llevarse el premio de la noche, una criatura que se pensaba extinta; un hombre lobo. Adrien sabe al igual que Marinett que no son chicos comunes, la magia esta...