El bestiario una bruja en París

capitulo 4

-Las criaturas mágicas han coexistido con nosotros durante cientos de años, casi desde el principio se cree que la magia fue el fundamento de la vida- hablaba su maestra dándoles su lección de historia. Marinette prestaba atención a las notas de Alya, la morena era muy buena recordando cosas e investigando en ellas. Nino estaba por quedarse dormido pero Adrien lo despertaba cada vez que cerraba los ojos.

La clase fue lo que esperaban desde que conocían este tema de niños. Como la magia formo parte de la vida diaria, como criaturas que ahora solo existían en la imaginación vivieron cientos de años a la par de los humanos. Como de un día para otro los seres mágicos fueron cazados por ser contenedores de magia, habilidad que los humanos difícilmente lograban tener. al final, después de docientos años de caza y exterminio, la magia parecía extinguirse y los seres mágicos se ocultaron hasta su desaparición.

Adrien sentía de vez en cuando el ligero dolor o picazón en su dedo, al principio pudo ignorarlo pero este parecía extenderse a toda su mano. El rubio pudo actuar y seguir que todo estaba bien, apretó el puño y siguió prestando atención.

-El humano se refugio en inventos que funcionaban con distintos tipos de elementos naturales, inventos que el podía controlar y crear a su antojo. Las pocas familias mágicas que tenían este don magico, lograron entrar en la política o controlar estados y ser parte de negocios importantes. Así los demás humanos solicitaban su servicio y hacían un cambio. De esta manera, las familias de magos lograron sobrevivir estando en una situación económica buena- Adrien recordó a los gemelos Sylwin de la vez pasada. Una familia importante y los últimos herederos magos de aquel apellido. Se pregunto como la chica se acerco tanto al lobo sin salir herida o que el lobo atacara. Tal vez por que también tienen magia y son casi seres iguales.

La campana sonó anunciando el final de las clases, los alumnos se apresuraron en guardar sus cosas. La maestra dicto la tarea antes de que abandonaran el aula. Adrien tembló un poco y enseño los dientes, el ruido de la campana sonó demasiado fuerte, como si estuviera a lado de su oreja. O habían incrementando el volumen, pero al parecer, Adrien fue el único que sintió atormentado por la alarma.

Adrien se levanto de su asiento pero quizás lo hizo demasiado rápido, se sintió mareado al instante. La cabeza comenzó a darle vueltas, la sangre por increíble que parezca pudo sentirla corriendo en sus venas. Su corazón bombeando su sangre, le llego nauseas y ganas de vomitar. De repente la Luz le molestaba y empezó a sentir la cabeza como una bomba.

-muy bien, quiero que investiguen la leyenda de la flor de la creación y la bestia de la destrucción, los veré en la siguiente clase- a penas los alumnos recordarían esto. Querían escuchar la respuesta de Adrien para ver una de las ultimas criaturas mágicas.

-oigan ¿y Adrien?- pregunto Kim desconcertado, todos miraron por todos lados buscando al rubio pero no estaba. Alya le pregunto a Nino por su amigo y el respondió que no lo vio salir. Marinette estaba callada y preocupada por Adrien, ¿a donde se habian metido?, el ambiente se sentía diferente, era extraño y oscuro...pero al parecer Marinette era la única que parecía afectada. tal vez era por que ella no era como sus compañeros...no le gustaba sentirse así, era un sentimiento de desesperación y miedo. Marinette se pregunto que podría ser lo que provocaba este sentimiento tan preocupante.

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Adrien corrio al baño de varones, necesitaba un poco de oscuridad, paz y silencio. Apago las luces y corrió al lavabo, abrió los grifos mojando su rostro con agua fría. Necesitaba despertar, como si viviera una pesadilla.

Se miro al espejo, un Adrien que no conocía estaba frente a sus ojos, ni el mismo se reconocía. Sus ojos estaban apagados y parecían tener una débil luz de vida, su piel pálida y enferma, temblando y asustado.

"¿que pasaba con el?"

¿Estaba enfermo, se había enfermado de repente?

Su dedo herido empezó a doler, como si quemara su dedo en las llamas de una antorcha. Se sintió demasiado débil, apagado, este no era el. Su cabeza dio vueltas y mezclo la realidad con su imaginación, todo se volvió negro y cayo al suelo sin fuerzas.

La puerta del baño se abrió dejando entrar a otro estudiante, un chico. El joven se dio cuenta del chico rubio durmiendo en el suelo. El joven se acerco y sacudió el hombro de Adrien.

-hey, oye, este no es un buen lugar para dormir- lo sacudió y este no despertaba. -oye, despierta o tendré que llevarte a la enfermería- dijo con fastidio. Al ver que el chico no respondía, el estudiante suspiro vencido, no le quedaba otra.

-supongo que tendré que llevarte- dicho esto, paso su mano por el hombro de Adrien y empezó a cargarlo con dificultad a la enfermería.