cap 11

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El viento sopló, Adrien pudo sentirlo en cada poro de su piel, ahora más que nunca.

El olor a cespéd o a madera de arboles. Adrien caminó en silencio detrás de Lyric, en silencio en todo momento.

La luz del sol pasaba por los huecos de las hojas, luminosa y rota. Algunas hojas de los arboles se movían, Adrien pensó que debía ser el viento pero al mirar mejor se dío cuenta de que las hojas o flores tenían forma.

Eran seres extraños, hadas de hecho. Cuya forma eran flores ya sea formando su vestido o su cabello. Eran tan magestuosas y bellas. Adrien se detuvo a verlas, admirando su belleza. Creaturas que solo existian en los cuentos que su madre solía contarle.

Las hadas de flores se acercarón flotando hacía ellos, eran varias las que volaban alrededor. Adrien miraba los ojos de las hadas, rojos como frutas de granadas pero podía ver una pequeña sonrisa en sus rostros. Así que Adrien sonrío también, ilusionado y maravillado ante lo que pasaba.

Una de las hadas cuya cabeza parecía ser una orquidea blanca, se acercó a Adrien con algo en la mano. Eran pequeños frutos de color rojo.

-no los comas- advirtío Liric mientras tomaba los frutos entre sus delgados dedos.

-¿por qué?- preguntó Adrien, la peliblanca abrío la boca y comío los frutos sin hacerle caso a su propia advertencia.

-estos frutos son para hadas, no para humanos- la chica se limpio el jugo de frutas de sus labios. -pueden tener efectos secundarios para los humanos-

-entonces ¿por qué los comistes?-

-por que yo ya los he comido antes...estos no te dejaran volver a comer comida humana- Adrien abrío los ojos sorprendido, miró a la chica quien parecía no importarle mucho este hecho. Pero para Adrien, esto era preocupante.

Miró a las hadas que seguían a su lado, el tiempo pasaba muy lento, pero no parecía importar. Aun así, Adrien sintío que algo andaba mal.

-¿por qué me trajiste aqui?-

La chica levantó una ceja pero tardó un momento en argumentar su respuesta.

-por que te hemos esperado Adrien...desde el día en que naciste- en el interior de Adrien, algo estaba gritando, que corriera, esto no era seguro. Tartamudeó un por que que a penas se escucho. Las hadas a su alrededor empezarón a cantar con voz baja.

La chica se acercó a él, demasiado, las voces melodiosas de las hadas eran hermosas pero estas empezarón a escucharse dentro de su cabeza.

-tus ojos son iguales a los de tu madre...eres su viva imagen...- la chica dijo algo más por que sus labios se movierón pero Adrien cayó rendido ante un golpe de sueño. Las hadas dejaron de cantar cuando tocó el suelo, pero no dejaron de flotar cerca de él.

Lyric lo tenía claro ahora, Adrien dormiria gracias al canto de las hadas hasta el anochecer. La chica Dupain-Cheng estaría con su hermano en la fuente de las hadas. La chica asiatica estaría con  en la biblioteca y Sobre Jodan y Felix...estarian en la torre con la señorita Cheng. Todo estaba como lo habían planeado...pero aun debían saber que no lo tenían todo bajo control. El destino o más bien las personas son imposibles de predecir...algo podía cambiar y Lyric sabía que algo andaba mal aqui. Sentía que un extraño estaba en su hogar. Y no era Marinette o Adrien, ni siquiera los otros seres magicos aqui...era algo más inquietante aqui. Un cazador esperando disparar a su presa.

.____.

El cabello oscuro y brilloso, largo y bello. Una chica delgada que portaba un vestido largo y azul oscuro. Felix la reconocío enseguida, como si apenas hubiera pasado poco tiempo desde la ultima vez que la vío.

-Britgett...-dijo en un suspiro, hace mucho que no decía ese nombre. Era realmente un alivio volver a decir su nombre. Como volver a respirar después de estar en lo profundo de un lago.

La peliazul río dulcemente. -hola Felix, hace mucho que no nos vemos...- una voz gentil y dulce, aunque ya parecía de una mujer. Era obvio...la ultima vez que se vieron fueron a penas unos niños.

-¡estas muy alto!, bueno, siempre has sido alto pero ahora más- Brittget se acercó a él sin miedo y con su mano derecha comparó sus alturas. Felix fue el que se sonrojo esta vez.

-hace mucho que no te veo...extrañaba hablar contigo- dijo Britgett con melancolia. Recordando el pasado.

La chica recordó cuando a penas eataban en la escuela, unos jovenes a penas. Ella totalmente enamorada del chico serio de la clase, realmente Felix era difícil de conocer, le tomó varios años que por fin se consideraran amigos.

Aunque para Felix, la consideró más que una amiga.

Se había vuelto tan apegada a él, siempre lo escuchaba y aconsejaba, lo animaba. Todo lo que un ser humano le podía dar a otro. Se había acostumbrado tanto a su presencia que, cuando ella tuvo que irse...no lo soporto.

La soledad a la cual estaba acostumbrado ahora la sentía como una fría cuchilla en su corazón.

No mentiría, fueron los meses más duros que paso en su escuela...

Volviendo a la realidad, Felix aprecío el rostro de Britgett y ella haciendo lo mismo.

Sus cara seguía redonda igual que sus ojos, dos zafiros azules que daban el mismo brillo que cuando era niña. Piel clara y tersa, se dejó de hacer sus colitas de caballo para dejarselo suelto que llegaba hasta su cintura. Ella era una mujer, sin duda, pero seguía teniendo el aura de un ser angelical.

Britgette se dío cuenta de que felix se estaba pareciendo mucho a su padre, pero aun tenía expresividad y podía notar su sonrojo. Sonrío, había olvidado lo lindo que era cuando se ponía rojo. Su traje elegante, su cabello rubio y peinado, su perfume varonil que ahora Britgette recordaría. Había recordado lo buenos momentos que pasarón juntos durante su ultimo año.

-mmm- dijo Jodan aburriendose de ver a dos enamorados que no se decían nada. Ambos chicos mayores recibierón un valde de agua fría y volvierón a la realidad.

-lo siento jaja- Britgette colocó un mechon de pelo detrás de su oreja, este gestó enamoró a Felix, había olvidado lo linda que era ella.

-Jodan- dijo Britgette. El niño solo levantó las cejas esperando algo. -Felix, ¿haz visto el lugar desde el observatorio?- preguntó ella. Felix negó con la cabeza.

-tiene una linda vista...¿vamos juntos?- la manera de preguntar, le recordó a la Britgette adolescente. Felix se lo pensó un momento pero no tenía incovenientes de decir no. La verdad es que le gustaria pasar un tiempo con Britgette.

-esta bien, vamos- Jodan se sorprendio de que el chico dejara su actitud seria. Ahora parecía más abierto y sincero. Solo por una chica...y Britgette había agudizado la voz y se había areglado por horas solo por volver a ver a Felix..."el amor hace cosas extrañas en nosotros" dijo Jodan pensando inocentemente.

Britgette no tardó mucho en tomarlo de la muñeca y guiarlo al observatorio. El chico Agresto no pudo ninguna resistencia y se dejó llevar algo cofundido. Pero no por que Britgette lo tomaba de la muñeca como si nada, (ella solía hacerlo antes). Sino por qué se preguntaba ¿por qué ella había vuelto después de 4 años?, actuaba como si no hubiera pasado ni un mes.

Aun así, se dejó llevar por este momento, por primera vez en años, podría estar bien sin mantenerse alejado de el mundo. El podía ser el mismo...una vez más.

El bestiario una bruja en ParísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora