Adrien despertó mucho mejor de lo que se sentía en la escuela, no estaba cansado y no tenía dolor alguno. Estaba revosante de energía, limpio y sano.
Estaba cubierto de sabanas, todas ellas con el olor de hogar. Era su cama.
Cuando se levantó de su cama lo primero que vío fue a Natalie, su secretaria juntó con un muchacho de baja estatura y cabello negro. Un joven que nunca había visto.
-y-yo...- Adrien se levantó torpemente de la cama, aunque no se sentía cansado, pareciera que su cuerpo decía lo contrario.
-no seas descuidado, tomate tu tiempo- dijo Natalie mientras se acercaba a ayudar al joven. Adrien le aseguro que se sentía mejor, pero la mujer no correría riesgos.
-¿qué paso?- preguntó Adrien, él no recordaba nada. Solo que se sentía mal y era el final de las clases pero luego...nada, su cerebro estaba vacio.
-te desmayaste- contestó Natalie.
-¿qué?- "¿desmayarse?", Adrien nunca se había desmayado. Y no lo recordaria, era un borroso recuerdo en su cabeza.
-este joven te llevo a la enfermería y tus amigos nos llamaron- Natalie señaló al chico recargado en la pared. Adrien lo miró por segunda vez, un muchacho que podría ser menor que él, sus ojos eran azules y piel blanca. Estaba cargando una especie de estuche.
-gracias- respondío Adrien y sonrío. El muchacho movío la cabeza pero no mostró emoción alguna. Simplemente miró a otro lado. Natalie calificó este comportamiento innadecuado. Era muy diferente al buena conducta de Adrien.
El rubio se dío cuenta de la importancia de algunas de las palabras de Natalie.
-Natalie- llamó Adrien a la mujer que lo había cuidado también desde...bueno, siempre.
-dijiste que mis amigos llamarón para que me recogieran- Natalie sonrío y le dijo al muchacho que abriera la puerta. Este obedecío sin ninguna objeción.
Sus amigos, todos sus amigos, estraron por la puerta saludandolo. La alegría en su pecho era inexplicable, tener a todos sus amigos, saludandolo y preocupandose por él. Se sentía un poco mal por asustarlos pero también se dijo "que buenos amigos tengo"
-hermano nos asustaste- bromeo Nino, Adrien se disculpo con todos. Alya le dijo al rubio que Nino no dejaba de caminar de un lado a otro preocupado por él, al final tuvieron que sentarlo a la fuerza o los volvería locos.
Adrien miró de entre todos sus amigos a Marinette, hoy lucía un bonito vestido y...tenía un olor diferente, quizas se trataba de un nuevo perfume. Y Adrien disfruto ese olor.
Marinette se sonrojo cuando Adrien la miró, estaba más aliviada al saber que Adrien estaba bien, y Alya omitío el dato de que también tuvierón que sentarla a ella a la fuerza.
Siguieron hablando con Adrien sobre lo que paso, Marinette fue la unica en darse cuenta que un muchacho salía de la habitación sin despedirse. Su vestimenta, su cabello...
"¡eres tú!" Dijo la chica mentalmente, callando el grito en su garganta.
Salío de la habitación con el proposito de detener al muchacho y darle las gracias por lo de la mañana. Era una gran coincidencia encontrarse ambos aqui.
Adrien se percató de que el dulce olor de Marinette se había ido, él fue el unico en darse cuenta de que Marinette ya no estaba. La buscó en la pierta pero en cambio vío a su hermano mayor en la puerta.
-hermano- dijo debilmente Adrien. Felix sonrío a los amigos de su hermano y les dío una buena noticia.
-Adrien, gracias a que estas en casa y que todos tus amigos estan aqui, padre ha decidido dejarles ver al cambiaformas- terminó Felix, aliviado de ver a su hermano con tan buenos amigos.
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El bestiario una bruja en París
FanfictionAdrien juntó con su hermano mayor Felix, ingresan a la subasta de criaturas magicas para llevarse el premio de la noche, una criatura que se pensaba extinta; un hombre lobo. Adrien sabe al igual que Marinett que no son chicos comunes, la magia esta...