Los tres jovenes esparaban en la recepción mientras el mayor de los Agreste terminaba los papeles para llevarse su compra a casa. El lugar era elegante, callado y limpio, con un ligero olor a limon para mejorar el ambiente.
Sin embargo Adrien estaba inquieto, tenía ganas de ir a mirar el lobo o cambiaformas. Mirarlo de cerca y contemplarlo, se pregunto si estaba bien ir el solo.
-chicas...- dijo Adiren timidamente. Chloe y Kagami lo mirarón en silencio.
-me gustaria ir a ver al cambiaformas-
-¡¿por qué te gustaria ir a ver una cosa tan peligrosa como esa?!- habló Chloe con nada de sigiló. Adrien alzó los hombros y esperó que su hermano no escuchara su conversación o definitivamente no vería al lobo. Chloe tenía razón, el lobo era demasiado peligroso.
-si quieres ir ve, pero te acompañare- dijo Kagami levantandose de su asiento.
-e-espera- dijo Adrien nervioso, no esperaba que Kagami tomara esa iniciativa así que la siguió.
-¡¿eh?!, ¿me van a dejar aqui?- Chloe cruzó los brazos molesta.
-puedes acompañarnos- sugirió Adrien. Pero Chloe no quería ir, no le gustaban los animales y nunca había visto un cambiaformas. En el fondo estaba agradecida de que esas cosas se extinguieran, por que la verdad, le daban mucho miedo a Chloe.
-¡Adrien!- gritó Kagami ya algo lejos, Adrien volteó a verla, no sabía que hacer. No quería dejar a Chloe sola pero quería ir a ver el cambiaformas. Al final escucho su propia volunta.
-estaremos en el área de productos, sabes que puedes venir- dijo Adrien y salió detras de Kagami. Chloe hizó un puchero pero no se movió de su asiento, en el fondo no quería reconocerlo, pero estaba demasiado asustada del hombre lobo para acompañar a Adrien.
El área de objetos a subastar era grande y sorprendente, la habitación pintada de colores oscuros pero contrastaban las criaturas que había en jaulas y recipientes.
Adrien miraba con fasinación a cada ser, no les temía y admiraba la belleza de cada criatura. En pequeñas jaulas se encontraban diminutos seres hechos de ramas con flores en la cabeza, en jaulas más grandes animales conocidos pero con hierba creciendoles en la piel.
Con cadenas en sus cuellos o patas, se encontraban aves de dos metros con brillantes colores, una de ellas abrió sus alas mostrando que tenía cuatro pares de estas. En otra parte, Adrien miró en una burbuja gigante de vidrio como en su interior frotaban medusas casi invisibles pero de su cuerpo creaban un aura de luz.
Pequeños caballos en miniatura que llamarón la atención de Kagami, unos seres pequeños y peludos que saltaban en su jaula, parecían lemures pero tener seis brazos y solo dos dedos no los hacía normales.
También había tanques de agua, enormes tanques que contenían seres que solo las madres contaban en sus cuentos de hadas. Sirenas, seres que parecían humanos pero eran escamosos y de ojos negros, hipocampos bebes, peces grandes que cambiaban sus escamas, pulpos gigantes y estrellas que lanzaban chispas brillantes al agua. Caballitos en miniatura que brillaban y encima de los tanques había ballenas pequeñas que nadaban o volaban en el aire.
Kagami identifico la jaula que contenía al ser que compraron los Agreste pero había dos personas que no debían estar ahí.
-Adrien, mira- señaló Kagami.
Adrien vió a los gemelos Selwyn enfrente de la jaula del cambiaformas, la chica estaba arrodillada muy cerca de los barrotes, totalmente tranquila, olvidando que hay un ser que podría morderla pero al parecer, la chica olvido las cadenas que seguían amarrando al lobo.
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El bestiario una bruja en París
ФанфікиAdrien juntó con su hermano mayor Felix, ingresan a la subasta de criaturas magicas para llevarse el premio de la noche, una criatura que se pensaba extinta; un hombre lobo. Adrien sabe al igual que Marinett que no son chicos comunes, la magia esta...