Vamos a funcionar por comentarios ¿oc? ¿oc? Si no llegan a la cantidad de comentarios no se sube nada. Es así de claro.
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El ojiverde se remueve encima del hombre que acaricia su cintura y baja sus labios a su cuello para poder exitarlo más rápido.
─Vamos a mi casa, bonito. ¿Te parece?
─Estamos en un bar ─gira los ojos alejándose un poco─ ¿Por qué mejor no nos buscamos una habitación? ─pasa sus dedos lentamente por el pecho desnudo del hombre.
Este atrapa sus labios y lleva las manos a su tracero para poder tocarlo a su gusto.
El sonido que vibra en el mesón de aquel bar hace que ambos se separen bufando.
El menor se levanta moviendo las caderas.
Le encanta que todo el mundo lo desee, por lo tanto siempre trata de verse provocativo. Siempre.
─¿Mamá?
─Hijo, ¿Dónde estas? ─escucha del otro lado de la línea.
─En un lugar mamá.
─¡Oh por Dios! Joel y tú se tienen que ir hoy mismo por la noche y tu estas...
─Joel se puede ir a la mierda.
─¡Erick!
─No me interesa irme con ese idiota.
─Por favor, Erick. No me hagas esto ─ruega.
─Esta bien ─dice ya rendido, porque sabe que discutir no lo llevará a ningún lado─ Estaré halla lo antes posible.
─Gracias Er.
Le cuelga ya restandole importancia.
Odia a su mamá por obligarla a meterse con un imbécil de la otra manada.
Simplemente es tan repulsivo para él.
Y eso que ni siquiera lo vio.
─¿Erick? ─cuestiona al ver como se pone las prendas que se había quitado anteriormente─ ¿Te vas?
─¿A ti que te parece que hago? ─responde con otra pregunta de mala manera.
Esta muy tentado a girar los ojos.
La única razón por la que se sigue quedando con él es por su gran polla, y porque se lo coje demaciado bien.
Fuera de eso es insoportable y estúpido.
Cabe agregar que es un hombre casado.
Por esa razón el no cree en el amor.
Antes de que pasara todo el tan solo era un amigo mayor con el que solía tener largas charlas por las noches, todas, absolutamente todas, hablaban sobre lo mucho que amaba a su Omega, que era el amor de su vida y bla bla bla.
Eso no le duro mucho. A la tercera semana de verse se acostaron en aquel bar, cuando el había jurado un amor eterno hacia su amada.
Erick no siempre fue así, solía ser un niño inocente hasta se podría llegar a decir que era dulce y agradable.
Fue así hasta que le rompieron el corazón.
La vida le dio dos grandes pruebas de que él no esta hecho para el amor.
Su "amigo" es una de ellas. Y su ex novio es otra gran prueba de que el amor no es más que una mierda con la que te puedes entretener un rato y luego botarlo como si nada.
Aunque muchos dicen que su concepto del amor es equivocado, el piensa y se mantiene firme en que su manera de pensar es la correcta y la mejor para evitar terminar hecho mierda después.
Como alguna vez lo estuvo.
Sale del lugar ya sin dirijirle la palabra a su acompañante y se abraza si mismo por el frío que siente pasar por su delicada piel.
Aveces esta muy solo.
Pero le vale una mierda.
Levanta la mano deteniendo el primer taxi disponible que ve, y al entrar nota al sujeto mirando sus piernas sin descaro casi distrayendose de su destino.
Le dice la dirección desviando su mirada, porque le parece irrelevante. Tipejos mejores lo han chequeado.
Al iwal que True amen jé, ahre.
