Capitulo 5•

2.2K 279 201
                                    

Hoy es el cumpleaños de mi mamá, perdón por no subir temprano no tuve tiempo, bebitos. Ya saben llegan a la cantidad y se sube otro. Lxs amo de verdad. Bsitos.

>>>

Joel entra a la cabaña confundido al no ver al Omega por ningún lado.

Su primera opción es la cocina, así que camina hacia ella, tan solo encontrandose con la imagen de un lugar muy limpio y ordenado.

Frunce el ceño y se dirije a la única habitación de esa cabaña debido a que desde ahora es como si fueran una pareja de verdad.

Tampoco nada.

De verdad esta preucupado pero luego de revisar varios lugares su última opción es la sala.

Camina hasta ella tranquilo, pero la imagen que ve no es exactamente lo que esperaba.

El ojiverde con un crop top morado, una faldita del mismo color todavía más corta que la anterior y sus piernas bonitas siendo tapadas por unos pantis negros.

Erick ríe bajito interiormente al sentir la reacción oportuna en el rizado.

Abre sus piernas para estar más comodo y puede notar como el mayor trata de evitar mirar todo lo que esta ofreciendo.

Patético.

Puede poner en marcha su plan.

Gira un poco hacia él y su boca se abre fingiendo sorpresa al verlo ahí parado con la mirada algo incómoda.

─¡Joel! ─exclama llevando una mano a su boca─ ¿Cuánto tiempo estubiste ahí parado?

─E-eh...

─¿Qué pasa, Joey? ─cuestiona girando hacia él en el sofa y alza un poco sus caderas.

─No recuerdo tu nombre.

─Nunca te lo había dicho ─le recuerda con una sonrisa─ Me llamo Erick.

─Oh Erick ─susurra más para si mismo.

─Si te digo mi nombre es para que después lo puedas utilizar en las ocasiones que quieras ─aclara mordiendo su labio inferior suavemente.

Joel retrocede un poco al ver como el pequeño Omega empieza a trepar el sillón para poder alcanzarlo a él.

Erick huele demaciado bien, su olor es tan embriagante.

Tanto que le asusta.

─¿Te puedo preguntar algo?

─Ya lo estás haciendo ─ríe un poco sentándose en le borde del sillón─ Era broma, pregunta, Joey.

Ama ponerle apodos a la gente, encerío le encanta.

Suele funcionar muy bien en hombres como Joel.

─¿Cómo sabes mi nombre es decir quien te lo dijo?

─Tu mamá me lo dijo antes de partir.

─Oh, eso está... ─se interrumpe así mismo cuando el ojiverde se levanta de repente mostrando la bonita cola de gatito que tiene atada a su faldita.

No lo había notado.

─¿No quieres dejar de hablar y hacer otras cosas? ─propone acercandose a él y pasa sus dedos por su pecho lentamente─  Como quitarme esta colita por ejemplo.

El Omega pasa brazos alrededor de su cuello y lo atrae hacia su rostro para conseguir contemplarlo de cerca.

Su Alfa es tan hermoso.

─Erick ─le dice sujetando su cintura y no es para acercarlo como piensa el menor─ Encerio me pareces muy bonito y atractivo, pero.... no soy ese tipo de Alfa ─se confieza.

─¿A qué te refieres? ─pregunta alejandose sólo esta vez.

─Me refiero a que no soy de los Alfas que marcan, ni que te dejan anudado. No se si me explico pero en general no me gustan los Ome... ¿Erick? ─cuestiona al verlo alejarse repentinamente de él─ ¿A dónde vas?

─Me voy a donde se me de la puta gana, Joel ─responde sacando un jadeo en el mayor, porque no esperaba que de tan linda boquita podrían salir palabras así me grosetas.

─¡No me hables así!

─¡Tu no eres nadie para ordenarme, idiota! ─habla furioso girando hacia él antes de abrir la puerta.

─¡Soy tu Alfa! ─grita enojado también.

─No que no eras de esos Alfas que marcan, ni que te anudan, ni cosas así ─le reclama recordandoselo.

─No lo soy, pero nos pusieron acá juntos por algo y lo vamos a... ¡Erick!

Corre hacia él tratando de atraparlo pero ya es muy tarde, porque cuando sale, lo busca pero ya no lo encuentra.

El niño es rápido.

Toma su chaqueta que está tirada en el piso de la sala y se la pone notando que ha empezado a llover.

Mierda.

Ahora sera más difícil encontrar al estúpido del Omega.














Easier ➻ נ σ ε я ι c к ⓣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora