Perdón por tardar, no los meresco la verdad :'c
Gracias por tanto, perdón por tan poco. ♥
Es que siento que ya no tengo ideas y lo estoy arruinando en cada capítulo que publico y así no dan ganas de escribir la verdad, se que este capítulo quedo altamente mal, tipo lo leo y digo menuda basura que escribí ;-;
Advertencia: Lenguaje vulgar gg. (En este capítulo) :'/
Pero bueno si quieren leer algo nuevo y auténtico les invito a pasar por mi perfil para leer "Sobrevivir || Joerick" estaré publicando por asha.
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Joel despierta con una mueca y quejidos de dolor al sentir el fuerte dolor de cabeza que lo invade.
Se sienta en la cama y decide distraerse un poco acomodando las almohadas que tiene a su alrededor para descansar nuevamente.
No le dura mucho.
El dolor es jodidamente molesto y no piensa mantenerse en esa cama como un inutil, sin hacer nada.
Apenas sus pies chocan el piso busca sus zapatos para colocarselos.
Todo en su mente da vueltas, no logra recordar lo que paso ayer.
Se recuerda a él rompiendo ventanas, las personas gritandole loco, y... y...
Hay un segundo sujeto.
No lo tiene en su mente hasta que sus ojos dan con la cocina.
Su Omega.
Es decir, el Omega.
─¡Erick! ─exclama caminando hacia él con el fin de abrazarlo porque lo ha extraño, pero sabe que no seria correcto.
Sí, no lo sería.
─Tenemos que hablar, Joel ─suelta el ojiverde tomando asiento y le pasa una pastilla junto a un vaso de agua.
─¿Y esto qué es? ─interroga ignorando lo que dice, mientras mete la pastilla en su interior.
─Pastillas para ver si así se te quita lo idiota.
─¡Oye! ─reclama levantandose con brusquedad y lo toma por el mentón lastimandolo un poco─ A mi no me hablas así, zorra.
A veces odia tener que alterarse tan rápido, pero no puede evitarlo odia mucho pero mucho a Erick por ser tan jodidamente hermoso.
Muy muy muy pero muy hermoso.
Con el solo hecho de mirarlo a los ojos sabe que ha caído y ha caído en grande, pero su orgullo y competividad son más grandes y no permitira que el Omega se apodere de su ser.
─¡Zorras son con las que te acuestas! ─le grita de respuesta el menor y esta esperando un golpe pero no pasa.
─La única zorra acá eres tú, con tu culo fácil ─le dice teniendo algunos recuerdos de ayer que llegan a su mente.
─Se lo entregue a todo el mundo, menos a ti ─contesta levantando una ceja con burla y el mayor lo espuja al sillón con fuerza subiendo sobre él.
─¿Te crees muy gracioso, imbécil? ─cuestiona sin ningún rastro de humor en el rostro.
─La verdad, sí ─indica abriendo sus piernas alrededor de él, y tiene en mente su plan maléfico.
Sí, así se le podría decir a algo como lo que le va a hacer.
Lo hizo ya con anteriores hombres en el bar y bueno ya no se le hace complicado.
─Te portaste mal ─le dice el rizado frotando sus entrepiernas con fuerza y se acerca para besar su cuello y mordiaquear un poco, mientras sus manos acarician sus pezones por debajo de su pijama de barquitos.
No va a negar que el placer es real, porque de verdad le encanta la idea de estar con el Alfa en ese sentido.
Pero lo que tiene en mente es aún mejor.
Mucho, mucho mejor.
─Te voy a chupar la polla y luego me cojes contra el sillón ¿esta bien?
El rizado asiente desesperado saliendo de su encima y muerde su labio inferior cuando al liberar su pene el menor jadea soprendido.
Aunque cualquiera que ve a Joel, se imagina que así la debe tener.
Su delgada lengua pasa por todo su falo y llega hasta la base llenandolo de su saliva.
Es suficiente para el Alfa este duro, muy duro.
Toma entre ambas manos su miembro levantado y Joel gruñe al ver la pequeña boquita rosada de el Omega se abre para meter todo hasta la el fondo.
Su campanita bucal choca con la punta del pene de Joel que chorrea pre-semen de poco en poco para al final con unas cuantas láminas más acabar en su boca.
─En otra ocasión te follo la boca, con gusto ─le dice retirando su cabeza de su entrepierna─ Pero ahora solo te follare en todas las posiciones posibles, porque te extrañe mucho, lindo.
Erick deja que una sus labios superficialmente y luego se separa unos segundos para caminar con una sonrisa hacia el velador a sacar algo.
─¿Qué es esto? ─pregunta mirando con concuriosidad la pañueleta que le entrega.
─Tengo mis fetiches ─dice con una sonrisa acostándolo en el sillón y su boca vuelve a chupar ahí abajo, porque de verdad lo disfruta, y aún más cuando el mayor llega por segunda vez en su boca.
Sabe delicisioso.
Cuando el Alfa tiene los ojos ya cubiertos por la tela, el azabache besa su pecho ya desnudo y sus abdominales son su parte favorita.
Esta muy en forma.
─El juego cosiste en que yo te doy placer, mientras tú tienes los ojos vendados ─le explíca─ Es así de sencillo.
─¿No te puedo cojer? ─cuestiona con un puchero acariciando su cintura con cautela.
─Claro que puedes, solo busca mi culo y te doy permiso ─lo condiciona con una sonrisa.
Es cruel, pero justo.
Erick sonríe tomando algunas de sus cosas y con una enorme sonrisa y siendo muy silencioso abandona la cabaña y sabe que solo tiene una dirección en ese momento.
Por otro lado el Alfa se siente estúpido luego de minutos de estar buscando se quita la bandana y la arruga con rabia entre sus manos al darse cuenta de que no hay nadie.
Se fue.
─Ese hijo de puta ─gruñe entre dientes y también tiene una dirección especifica.
Pero antes prefiere bajarle a su problema de ahí abajo, que le ocaciono la zorra.
