Capítulo 29•

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Cambie de user UwU ¿les gusta el nuevo? porque a mi sí, es que con el anterior no me sentia tan cómoda, pero con este sí. Así que apartir de ahora ese se quedará y no lo cambiare más (but si extrañare mucho el anterior :'v) so eso cometen mucho para otro capítulo hoy, y le tocaria a Erick OwO

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Una semana.

7 días, es exactamente el tiempo que paso Joel sin su Omega.

Lo extraña todo el tiempo, extraña verlo moviendo sus caderas mientras cocina, su sonrisita feliz cada vez que lo pega a su cuerpo, quedarse hora en la tarde con el durmiendo encima de su cuerpo, su olor a bebé, sus labios rosaditos besando su mejilla repetidas veces, sus gestitos y soniditos bonitos cuando le hace el amor.

Todo Erick, es necesario.

Gruñe comiendo más de su helado de chocolate y piensa por un momento en que puede estar haciendo Erick en ese instante.

Espera que nada con Vera.

Con solo pensar en ese asqueroso posando sus manos sobre su delicado y hermoso cuerpito, le hierve la sangre.

No puede con la imagen mental.

Sacude la cabeza tratando de dejar de lado los pensamientos por su ex... ahí es donde todo se pausa.

Erick y el jamás se hicieron novios, solo fueron una pareja destinada, pero jamás se lo preguntaron.

Hay demasiadas cosas que hizo mal.

Pero lo arreglará el lo sabe, confía en su fuerza de voluntad.

Es algo que lleva diciendo hace días atras, pero no tiene el valor de volver donde el amor de su vida, si este te ha dicho que no quiere verle la cara nunca más.

Ve los limones esparcidos por todo el lava platos en su intento de ser lavados y desinfectados.

─Erick, vuelve a mi, te necesito ─masculla golpeando su cara contra el refrigerador varias veces─ Aay como odio mi vida.

Vuelve con los limones y se mentaliza como solía hacer eso Erick.

Sujeta el primero que ya lavo con agua, agarra un cuchillo y sabe que tiene que partirlo por la mitad, y parece pan comido hasta que el cuchillo se dirije a su dedo, cortandolo.

─Mierda ─suelta chupando su dedito que libera sangre y agarra una servilleta para colocarselo en este y que deje de sangrar.

La servilleta se mancha.

No es una herida tan grande pero arde demaciado.

Se mueve de un lado a otro y busca entre los cajones un bandita, el tercer cajón es el que tiene lo que busca y lo saca sin saber como ponérselo.

Eso detiene a la sangre saliendo.

Pasa frente al espejo del baño mirando sus grandes ojeras y sus rizos alborotados y desordenados, no se baña hace una semana, desde que lo dejo Erick, para ser exactos.

Suspira mirando su reflejo y se regaña internamente por estar tan feo, o así se ve él.

Acabado, destruido, sin solución.

Lo perdió y parece que ya no hay sentido de vivir.

Un Alfa puede morir si no esta con su Omega. Suelen morir de depresión y de falta de amor.

Cuando esta listo para tirarse al sillón y hundir su cara ahí hasta morir, el teléfono de la casa suena.

Camina hasta este con flojera y desánimo y contesta de mala gana.

─Hola.

─¡Hijo! ─se escucha del otro lado de la línea─ ¿Cómo va todo con Erick? ¿Cuántos nietos ya tengo? ¿Todos tienen los ojos de Erick o solo algunos? El que tenga los ojos de Erick, será mi favorito.

Cada palabra que dijo lo destruye y lo lastima más.

Le hecha limón a la herida abierta.

─No mamá, no estoy bien con Erick, no tienes ningún nieto, y nadie salio con los ojos de Erick porque no tenemos hijos.

─¿Pero qué paso, Joel? ¿Qué le hiciste a Erick? si el es un bebé ¿Cómo te atreves a dañarlo?

─Mamá...

─No se lo que haya pasado entre Erick y tú, y no te pregunto porque no me incumbe meterme en tu vida privada, pero por lo que sea que hayas hecho, porque te conosco y se que tipo de Alfa eres, disculpate, mi amor, dile que lo amas mucho, y siempre todo con la verdad.

─Pero yo ya le dije la verdad mamá, y también que lo amo mucho y nada funciona ─dice sollozando por el teléfono.

─Entonces solo te queda esperar, cometiste errores y hay que saber pagar las consecuencias de ellos, tu tranquilo deja que todo pase, el también te ama yo lo se, lo vi en sus ojitos desde el primer momento en el que vi como te miraba al partir de este lugar.

─¿Tu crees que me perdone?

─Todo estara bien, cariño, las cosas entre ustedes mejoraran y luego me daran muchos nietos. ¡Oh! tengo colgar, mi niño, se me va a quemar la comida.

─Mamá...

─¿Qué? ─dice antes de estar lista para colgar.

─Te amo.

─Yo más, mi vida.

Eso es todo.

No se había dado cuenta de lo mucho que ama y admira a su mamá hasta ese momento.

Ella no le arruino la vida como él lo había pensado desde que lo mando a vivir con Erick, se la mejoro, el único culpable de su dolor es él y ahora lo tiene claro.

Camina hasta la mesa y ve a un costado de esta una escoba.

Barrer no estaría nada mal, igual hacer algo productivo después de días de llorar en el sillón y comer mucho helado.

Sujeta la escoba entre sus manos y comienza a hacerlo, no es un experto lo sabe, pero con intentar no pierde nada.

Lo hace una y otra vez hasta que su escoba pasa por un esquina de la barra y atrae algo que no es polvo ni suciedad.

Un sobresito.

Se agacha para revisar la bolsita, y ahí tiene escrito algo.

Es una droga y ahí dice claramente algo que quisiera no haber visto.

Se dirije rapidamente al teléfono, y marca el número.

Ahora todo tiene sentido.

Y recuerdos e imágenes llegan a su mente.

Ponerle un gorro a Erick, besarlo, que el se valla, y que el valla por el jugo de naranja, lo tome, se marree, para luego caer al piso de golpe.

─Emilia ─dice el muy molesto golpeando con sus dedos la pared─ Quiero explicaciones y ahora.
























Easier ➻ נ σ ε я ι c к ⓣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora