Hubieron dos ganadoras en eso de adivinar quien era el que estaba con Erick UwU ninguno de sus nombres están aquí bebés, estaran en el capítulo que yo crea combeniente. Bsitos.
Comenten para el próximo capítulo que va a ser muy tiernis. ♡
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Erick se acuesta en la cama del mayor dando vueltas una y otra vez sobre esta.
El castaño lo mira con ternura y se acerca a él para acurrucarlo entre las manitas de colores que le trajo.
─¿Y siempre es así?
─¿Así como, Johann?
─Me refiero a que si tu actitud siempre fue así, es que eres demasiado dulce y tierno y no se...
─De hecho ─suspira sentándose para contarle─ No siempre fue así, el Erick que ves ahora no tiene nada que ver con el Erick de hace unas semanas antes de meterlo con un idiota.
─Es increíble, llevas dos semanas acá conmigo, y siento que te conosco a la perfección. No puede ser que ese no seas tú.
─Simplemente no soy yo ─se dice más para si mismo─ Cuando vi a Joel por primera vez, decidí darme una nueva oportunidad para esto del amor, porque creí que funcionaria.
─¿Funcionar?
─Me refiero a que... ─se acomoda de nuevo acostándose y se enrrolla en las frazadas para seguir hablando─ Yo creí que cambiando le podía gustar a un Alfa tan guapo como él.
─No es tan guapo ─responde soltando una risita y se sienta el el sofa que trae en su habitación.
El ojiverde lo mira con una ceja levantada esperando a que se retracte.
─Está bien ─indica levantandose rendido y se suelta─ Joel es guapísimo, pero eso no cambia su interior. No es una buena persona, Er. Al menos no para tí.
─¿Cómo sabes tu eso? ¿Cómo puedes estar tan seguro?
─¡Fácil! ─le dice levantando la voz─ El es muy diferente a como eres tú, son de mundos muy distintos, Erick.
─¡Ya te dige que yo no soy así! ─le recuerda molesto sentándose nuevamente sobre la cama.
─¿Entonces como eres? ¿Se podría saber?
─Me gusta mucho estar de hombre en hombre, no se acostarme con ellos me hace sentir vivo, el hecho de saber que me desean me pone a brincar de felicidad. Y bueno yo intente cambiar lo que soy dos veces.
─¿Dos veces? ─cuestiona sin entender.
─Sí la primera vez, fue con mi ex novio. Pense que era el amor de mi vida, que estaba atado a él para siempre, que era mi Alfa y mi todo ─le cuenta melancolicamente─ Yo cambie todo lo que soy por él, pero ni cambiando fue capaz de mantener su pene quieto.
─Que hijo de puta ─suelta sintiendo molestia de verdad.
─Lo sé ─menciona riendo un poco y se tira para atrás mirando el techo─ Yo se que fue un error haber cambiado quien soy, por alguíen que no valió la pena al final.
─No te pongas así, Er ─le dice acariciando su cabezita y lo abraza de costado al ver que está llorando.
─No siempre fuí así, tuve que cambiar por él, sentí que siendo yo mismo nunca lo podría enamorar ─se encoje más ante su abrazo.
─Shh, bebé tranquilo.
Johann empuja suavemente su cuerpo hacia abajo y se acuesta a su lado luego de dejar un pequeño beso en su cabeza.
─Y Joel es un... ─es interrumpido por la roca que rompe la ventana escandalosamente.
Ambos giran asustados y se levantan al mismo tiempo para ver de que se trata.
Hablando del rey de Roma.
Su Alfa idiota.
─¡Erick! ─grita fuerte y el menor se da cuenta de que esta ebrio.
Muy ebrio.
─Carajo, Erick. Rompí le ventana de cada casa en este pueblo por semanas.
─¡Se supone que eso debería afectarnos en algo! ─le contesta el castaño mirándolo con molestia.
─¡Tú callate, imbécil! ─le ordena casi cayendo en uno de los arbustos que tiene al lado, porque siente que ya no puede sostenerse con sus piernas─ ¡No se que haces metiendote con mi Omega! ─le reclama recalcando el "mi" en sus palabras.
─¿Perdón? ─cuestiona el ojiverde sacando su cabeza por la ventana con el ceño fruncido.
─¿Cómo te atreves a desaparecer por dos semanas, Erick? ¿Te volviste loco?
─¿Cómo te atreves tú, a venir a mi después de lo que me hiciste? ─cuestiona ofendido.
─¿Qué te hice? ─responde con otra pregunta, sujetandose de un árbol con las ganas de vomitar al tope.
De verdad no recuerda nada. Es como si el alcohol ubiera borrado todo recuerdo que tenía en mente.
De verdad estuvo bebiendo mucho.
─¡Encerío eres un idiota! ─responde cerrando la ventana y camina recojiendo sus cosas.
─¿Iras? ─cuestiona el mayor viéndolo ponerse su chaqueta encima de la camiseta que le presto para dormir.
─Sí iré ─le responde sintiendose patético─ Probablemente pienses que soy estúpido, pero es lo que necesito hacer. El es muy persistente con lo que hace, no se calamara hasta que me valla con él. Y no quiero causarte problemas Johann, tu fuiste muy lindo conmigo, de verdad gracias.
─Tranquilo, Erick. Tu ve con él, cualquier cosa que quieras contarme estoy aquí para ti, puedes venir cuando quieras, nunca estaré ocupado para ti, bonito.