Perfect Melody ➳ MinHwan | Wanna One

22: Daybreak

«¿De dónde provienen esos suspiros casi nostálgicos,como anhelantes?  ¿A quién pertenecen?»

JaeHwan lo recuerda muy claro, era un día caluroso de verano, habían ido a la pista de skate, él y sus dos mejores amigos, a estrenar la nueva patineta que con tanto esmero lograron regalar a Daniel por su cumpleaños. Él y Seongwu se propusieron juntar peso a peso y fueron personalmente a comprar el regalo para su querido amigo, todo con tal de hacerle feliz. El joven Daniel de 17 años estaba anonadado por la sorpresa, recibió el regalo con la emoción brillando en sus ojos, siempre había deseado tener una patineta desde que era niño, pero como vivía con su abuela, ésta no se lo permitía practicar ciertas actividades que consideraba peligrosas, era un niño muy sobreprotegido.

Por eso es que cuando llegaron sus dos compañeros de Instituto con el objeto torpemente envuelto en papel de regalo, Daniel no pudo hacer más que atraparlos en un cálido abrazo, agradecido por hacer de ese un mejor cumpleaños.

Aunque para él el regalo más grande era por supuesto, tener como amigos a ese par tan divertido, eran sin duda las personas que más apreciaba en su vida, después de su abuela, claro.

—Y bien, hay que estrenarla ¿No? —Propuso Seongwu y de inmediato los chicos se pusieron a andar, rumbo a la pista de patinaje más cercana.

JaeHwan vio cómo Seongwu caminaba unos cuantos pasos más adelante, dejando atrás a la reciente pareja de tortolitos para que tuviesen privacidad. Daniel tomó su mano y entrelazó sus dedos, hace dos meses atrás le había confesado sus sentimientos y aunque JaeHwan no estuviese del todo seguro en un principio respecto a cómo se sentía, finalmente terminó accediendo a salir con él, no tardó tiempo en acostumbrarse a lo atento y cariñoso que era el menor, naciendo así entre ellos un inocente y cálido romance de adolescentes, la confianza y la necesidad del otro fluía entre ellos con naturalidad, eran mejores amigos después de todo.

Muchas veces, JaeHwan lamentaba que Seongwu fuese el mal tercio entre los tres, se sentía mal cada vez que planeaban alguna salida y él les expresaba que prefería no ir, que le era más cómodo quedarse en casa. JaeHwan siempre tuvo la sensación de que Seongwu también deseaba encontrar una pareja con quien compartir sus momentos, incluso intentó presentarle chicas, compañeras de instituto enamoradas del hermoso chico de los tres lunares, no era mentira que todos en la escuela rumoreaban sobre él y su apariencia de actor de dramas. 

Pero nada. Nunca. JaeHwan y Daniel nunca le conocieron siquiera una pareja.

JaeHwan puede recordarlo casi nítido ahora, como si la bruma que nublaba su visión se hubiese esfumado. Sentado en la bañera de su casa con las rodillas abrazadas al pecho y el agua cayendo sobre su cabeza, se sumerge en sus pensamientos mientras intenta calmarse a sí mismo.  Lo ve ahora, tan claro que incluso lo atemoriza.