Perfect Melody ➳ MinHwan | Wanna One

23: Family

Seoungwu está nervioso sentado en su sala de estar. Hay un silencio tenso entre ellos. El baterista hace tronar los dedos de sus manos mientras JaeHwan le observa desde una esquina, con el cuerpo apoyado en la muralla y los brazos cruzados. 

—¿Vas a hablar?  

El mayor duda un poco. ¿Qué lo trajo hasta ahí?  Recuerda bien la llamada telefónica de Daniel, contándole lo que ha pasado, culpándolo de todo por sus mensajes enviados a su celular. 

"Si JaeHwan no hubiese visto mi teléfono nada de esto habría sucedido, ahora todo se arruinó por tu imprudencia ¿Te das cuenta de lo que has hecho?"

Era insólito. 

Horas atrás el rubio estaba rogándole por una segunda oportunidad, deshecho en lágrimas y pidiéndole que no lo dejara.  Y como el estúpido que era, volvió a caer.

 Semanas atrás, cuando reunió el valor de dar un paso al costado y abandonar la banda que tanto amaba para ya no seguir lastimando a su amigo, creyó tomar la decisión acertada y que con su ausencia posiblemente las cosas estarían en paz.  

No contó con que Daniel siguiera buscándolo insistentemente, distorsionando su pensamientos con sus palabras, promesas y caricias falsas.

Ong se estaba cuestionando todo, porque sabía que eso no estaba bien, que debía tener fuerza de voluntad y ser un hombre honesto de una vez por todas. Luego de pensarlo llegó a la resolución de que no continuaría en ese juego, que ya era tiempo de detenerse, sin vuelta atrás.

Pero cometió el error de comunicárselo no en persona, sino mediante un mensaje.

Allí, sentado en el sofá de su amigo, analiza con detenimiento las acciones del rubio y es capaz de verlo claramente: Daniel era todo un manipulador. 

Seongwu estaba cansado. Cansado de ser el antagonista. De tener el papel secundario en ese drama que era su vida. Por primera vez, se siente con la determinación suficiente para enfrentar el problema y asumir las consecuencias, sean cuáles sean éstas. 

A lo que no está dispuesto es a seguir siendo un cobarde como lo era Daniel y largarse sin dar la explicación que corresponde a la persona afectada.

Ve a JaeHwan mirándole con una expresión neutra, en esos ojos en donde antes había unión, cariño de hermanos y lealtad. Sabe que lo ha traicionado. Y sabe que nada de lo que diga va a hacer que se esfume lo que acaba de ocasionar. 

Pero tiene que intentarlo.

—JaeHwanie, yo... Lo siento tanto —Suspira, derrotado. No hay palabras o gestos que acompañen su arrepentimiento, están de sobra. Puede sentir su cara cargando la vergüenza y a su interlocutor clavándole los ojos con rabia y desprecio, enterrándole dagas con ellos. 

—¿Si? Debiste pensarlo antes de acostarte con mi novio —Su voz es frívola y la única emoción que puede distinguir es cansancio. Un profundo cansancio. JaeHwan se ve deshecho, tanto como él.

—Escucha, yo intenté parar esto, lo intenté muchas veces pero Daniel... Él siguió buscándome. Me alejé de todo ¿Sabes? Renuncié a todo lo que tenía aquí y decidí mudarme para estar lejos, no quería seguir haciéndoles daño... Ahora comprendo que lo peor que pude hacer fue huir sin haber cerrado correctamente el capítulo —Juntó sus manos sobre sus rodillas y agachó la cabeza, sintiendo como un nudo comenzaba a formarse en su garganta —Te quiero y te valoro demasiado JaeHwan, sé que es difícil que puedas perdonarme, pero quiero que sepas que yo nunca quise ser tu enemigo o tu rival, nunca quise arrebatarte nada, siempre te tuve muy presente pero Daniel fue mi punto débil y estoy avergonzado por haberme dejado arrastrar de la manera en que lo hice.