Perfect Melody ➳ MinHwan | Wanna One

03: Skyfall

Jaehwan no entendía por qué a sus padres no les parecía bien que viviera de la música.

Es decir, su primo Jisung lo hacía, ¿Por qué él no?

Recordó entonces la gran brecha existente entre ambos.

Desde que era muy pequeño, fue común para él ver el sufrimiento de su primo durante sus clases privadas de piano.

Cada vez que cometía un error o presionaba mal una tecla, la frívola mujer que tenía por maestra le golpeaba los dedos con una varilla, haciéndolo llorar.

Jaehwan les observaba por la puerta entreabierta y se preguntaba muchas veces por qué su primo nunca salía al patio a jugar con él.

Los señores Yoon obligaban a su hijo a vestir formal, a ser cortés y disciplinado, como un robot sin emociones, siempre preocupado de recrear a la perfección cada nota escrita en sus partituras.

Jaehwan odiaba el piano por haberle robado la infancia a Jisung, por más que éste le explicara que era su pasión y su vida, no podía dejar de tenerle rechazo.

Años más tarde, Jaehwan descubrió que él también podía llegar a amar de la misma forma un instrumento.

Como una coincidencia más bien planeada, la guitarra llegó a su vida y le llenó de acordes que antes no conocía, de una vibración mágica que le acariciaba los tímpanos, un sonido muy, muy diferente al piano.

Más armónico, más libre.

Y a medida que crecía, sus padres lucharon incansablemente contra eso, recordándole todos los días que debió escoger el mismo camino que su primo.

Que debió asistir también a clases de piano, que la música clásica estaba años luz por encima de cualquier otro género, que un pianista representaba la elegancia, la riqueza y otorgaba lo que ellos llamaban una mejor 'posición social'.

Sin importarle demasiado lo que ellos decían, en la preparatoria formó una banda con sus dos mejores amigos y fue así como los problemas se acrecentaron.

Su madre le castigaba todos los días, prohibiéndole asistir a los ensayos. Siempre comparándolo con Jisung, con sus logros, porque él era una figura importante, él tocaba el piano "no esa porquería de música que hacen tú y tus amigos".

El garaje de Seongwu era pequeño pero les bastaba para iniciar sus primeras improvisaciones.  Con una batería sencilla, el bajo de Daniel y la voz potente de Jaehwan, lentamente la banda comenzó a tomar forma y a escribir su camino.

The Skyfall se convirtió en una agrupación muy popular en la escuela, se presentaron en numerosos eventos escolares y algunos recitales pequeños dentro de la ciudad. Tras lanzar su primer disco, recaudaron fondos para comprar instrumentos de mejor calidad y así fueron persiguiendo su sueño, unidos por esa sensación exquisita de presentarse en un escenario y cantar, aún si esto no les dejaba grandes sumas de dinero, les alcanzaba para mantenerse en pie y costear sus gastos.

Amaban lo que hacían.

No había normas, no había maestros ni pautas que tuviesen que respetar. Sólo eran ellos tocando desde el fondo de sus corazones, creando melodías que encantaban a los jóvenes, con un sonido pesado, letras variadas y emocionales.

Las discusiones con sus padres respecto a su futuro, su carrera y su empleo, se hicieron cada vez más frecuentes, hasta que un día Jaehwan no lo soportó más y decidió marcharse.

Y de alguna u otra forma, cuando se fue a vivir con Daniel, fue como si les hubiera quitado un peso de encima. No se molestaron en ayudarlo económicamente, ni en utilizar sus conexiones para conseguirle un trabajo.  Sólo lo abandonaron, dejándolo a la deriva, haciéndole sentir inútil y culpable por no haber cumplido sus expectativas.