Orgullo y tradición – El comienzo. CAP 13
El planeta azul se hacía cada vez más grande a través de la ventana de la nave.
El príncipe gruñó por considerar dejar intacta esa insignificante roca, en la que se encontraba cómodamente instalado.
-Se suponía que cuando llegue el momento pertinente, debería regresar aquí con mi descendiente para volar en mil pedazos este mugroso planeta- bufó ruidosamente.
"Pero... si el crío con la mujer vulgar resulta un guerrero decente... no sería mala idea engendrar más, posiblemente con otras hembras. De esa manera sacaría su maldito olor de mi mente, hasta podría tener a las que quisiera a mi disposición, al no haber hembras de mi raza no hay razón para unirme definitivamente a una" Sonrió maliciosamente. A pesar de haberse alejado de la tierra y de ella, siempre había algo que le traía a la mente esa mujer escandalosa y vulgar, inclusive se había desecho de las sábanas en cuanto descubrió que existía ropa de cama extra en uno de los compartimientos de la nave, incluyendo otra almohada. Por lo que pulverizó aquellos que tenían el olor de ella impregnado.
Regresaba con los ánimos renovados, ansioso por lo que venía. Su viaje había rendido frutos, encontró información interesante sobre lo que quedaba del imperio de la ridícula lagartija cornuda y su padre, por suerte seguían intactos los planetas que conformaron el gran imperio, al menos no habían sido destruidos, a lo mucho habían revueltas, donde la rapiña era el pan de cada día, pero eso era lo de menos. Vegeta confiaba en que una vez que obtuviera la transformación del súper saiyajin, ya no habría impedimento para reunir un ejército respetable y hacerse de todos los planetas con recursos necesarios para enriquecer su propio imperio. Y con un heredero para entrenar, sería cuestión de tiempo para que la raza saiyajin fuera la más poderosa sobre el universo, inclusive cabía la posibilidad de que su descendiente pudiera engendrar sus propios vástagos.
"Podría dejar con vida al insecto llorón que Kakaroto tiene por hijo. Dejarlo vivir unos cuantos años más, para verlo ser despedazado por mi propio descendiente... Sí, así terminaría de cerrar mi venganza"
La risa del príncipe retumbó en cada una de las paredes de la nave, haciendo eco.
Estaba por entrar a la atmosfera del planeta azul que según él detestaba, pero cada vez encontraba un pretexto más para considerar dejarlo intacto, incluyendo a su insignificante población.
Se apresuró a tomar asiento en el sillón del panel de navegación, se colocó el cinturón de seguridad con calma y recargó su cabeza hacia atrás cerrando los ojos. Sintió su estómago comprimirse y no era por la velocidad que iba aumentando, gracias a la atracción provocada por la gravedad del planeta. Gracias a la dichosa tableta que el doctor Briefs le obsequió, sabía que el periodo de gestación de un embrión terrícola rondaba las 40 semanas aproximadamente. Según sus cálculos, el que había sembrado en el cuerpo de la científica ya debería tener entre diez u once semanas, probablemente ya debería sentir una pequeña emisión de energía proveniente del feto. No deseaba admitirlo, pero la emoción lo embargaba en lo más profundo de su ser, a pesar de su reacia negatividad, lo ilusionaba tener un compañero de su propia sangre para someter planetas y causar terror en otros seres vivos. Al fin tenía un propósito a largo plazo, pues a pesar de que en su vida como soldado llegó a tener el plan de derrotar a Freezer, nunca lo vio como algo realmente tangible, era algo tan lejano que no se daba el lujo de perder su valioso tiempo siendo metódico en sus acciones, se limitaba a vivir el momento y esperar a sobrepasar el nivel del emperador en algún momento, en ser un mero espectador.
Supuestamente, faltarían alrededor de seis a siete meses para poder ver el resultado. Era una lástima que ya no se fabricaran aquellas incubadoras que utilizaban los saiyajines al nacer, él no tenía la paciencia ni las ganas de hacerse cargo de un crío tan frágil.
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Orgullo y tradición - El comienzo.
FanfictionVegeta se ha propuesto engendrar un descendiente, a la vez que debe entrenar para derrotar a su rival Kakaroto y derrotar a los androides que llegarán en tres años. Bulma ignora que es parte de un experimento por parte del príncipe, pero su propia t...