Orgullo y tradición – El comienzo. CAP 18
El hielo en el jugo de frutas comenzó a derretirse, creando una capa cristalina en la parte superior del vaso.
-Hoy hace mucho calor- opinó Yamcha, buscando un tema de conversación.
-Según dijeron en el noticiero, este verano será muy caliente- respondió Bulma tomando una cuchara para agitar el líquido frutal en su vaso.
Yamcha se acomodó, cambiando la pierna cruzada por tercera vez. La tranquilidad que todos transmitían en la corporación le daba cierto confort, la ausencia del saiyajin se podía percibir en cada uno de los muros de la propiedad.
Desde el fatídico día en que vio con sus propios ojos a la que fue su novia en brazos del saiyajin, se propuso no volver a buscarla, pero entonces, le surgieron dudas que no lo dejaron dormir. Cabía la posibilidad de que la mujer se viera forzada a sucumbir ante los caprichos del mercenario, que fingiera atracción para salvar su vida y la de otros. Bulma no era una mujer fácil de dominar, eso lo sabía por experiencia, la única manera en que ella accediera a estar desnuda al lado de ese despreciable hombre, debía ser porque no tuviera otra alterativa.
Y había un elemento más; Vegeta parecía esperarle en aquella ocasión, de haberlo interrumpido, en lugar de sonreírle, le hubiese gritado y lanzado algún ataque mortal. Pero no, se limitó a sonreírle con burla, con sorna. Como si le diera gusto ser sorprendido en tan íntimo momento.
"Estoy seguro de que el principito de cuarta sabía que yo iba en camino, no puedo estar equivocado"
-Y bien- la científica rompió el silencio, -¿cómo va tu entrenamiento?
-He logrado tener interesantes avances en el desierto.
Bulma entrecerró la mirada, conocía la poca disciplina del guerrero terrícola, muy diferente a la obsesión de Vegeta por superarse constantemente.
-El tiempo nos está pisando los talones, no te confíes y tampoco confíes del todo en Goku- le reclamó a modo de regaño.
El guerrero de la cicatriz desvió la mirada, Bulma sí que lo conocía. En su viaje al desierto no logró dedicar tiempo completo al entrenamiento, en parte porque tenía todas sus esperanzas puestas en el saiyajin amable criado en la tierra.
-Tuve que hacer un par de trabajos para comprar víveres. Se están acabando los ahorros que junté con los últimos juegos de beisbol- se excusó rascando su cabeza. -Para vivir en el desierto, se requieren de varias cosas para sobrevivir, y las tiendas se encuentran a cientos de kilómetros de distancia...
-Tú puedes volar más rápido que cualquiera de mis naves...- sorbió de su jugo para luego agregar en un duro reproche. -Sé de sobra lo que es el desierto, recuerda que solía viajar cuando era una inofensiva jovencita y sin poseer tus cualidades de guerrero, no era una llorona delicada.
-Recuerdo haberte visto llorando y quejándote en varias ocasiones, inclusive tuve que salir cargándote del castillo donde estuvimos presos, no dejabas de quej...
El vaso de la mujer se estrelló contra el rostro del lobo del desierto, quebrándose y dejando su camisa blanca manchada de rojo, con una que otra fruta como ornamento.
-Ahora por tu culpa tendré que prepararme otro.
-Pero fue tu mamá quien lo preparó...- se encogió de hombros levantando las manos en son de paz, al ver que la agresiva científica estaba a punto de lanzarle el plato con pastelitos. -Ya entendí, ya entendí. Si quieres yo te lo preparo, es más... te prepararé mi súper especial cóctel lobo del desierto- le cerró un ojo con la esperanza de que baje la furia de la mujer.
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Orgullo y tradición - El comienzo.
Fiksi PenggemarVegeta se ha propuesto engendrar un descendiente, a la vez que debe entrenar para derrotar a su rival Kakaroto y derrotar a los androides que llegarán en tres años. Bulma ignora que es parte de un experimento por parte del príncipe, pero su propia t...