Orgullo y tradición - El comienzo.

OyT - El comienzo. CAP 24

Orgullo y tradición – El comienzo. CAP 24

La luz proveniente del cuarto de baño iluminaba el resto de la habitación del príncipe, la cual no era muy grande como las habitaciones principales. Pero sí lo suficiente como para hacerlo sentir cómodo e importante.

Bulma avanzó hasta quedar en el centro de la habitación, limpiando con discreción el sudor de sus manos, frotándolas contra la bata de su pijama. La ansiedad que sentía, superaba a la experimentada la noche previa a la batalla contra los androides, sabía que ni el refugio debajo de la corporación los salvaría de Cell. Lo que más le dolía, era la posibilidad de que su bebé sufriera el mismo infierno que su homónimo del futuro, o peor aún, que ni siquiera alcanzara a llegar a la adultez.

-¿Listo para mañana?- Preguntó sin mostrar ninguna emoción, cosa que le extrañó viniendo de la terrícola, lo que significaba que podría estar molesta, o preocupada.

La observó en silencio, sin atreverse a confesarle que no tenía la certeza de ganarle al androide. Conocía su poder, sabía lo que le esperaba al enfrentarlo de nuevo, lo más preocupante; sospechaba que la cucaracha verde ocultaba más sorpresas.

-Tu silencio es una mala señal- opinó Bulma, girándose hasta quedar frente al guerrero.

Mentirle a Bulma fanfarroneando superioridad como guerrero, sencillamente ya no le inflaba el ego. De sobra sabía que ese recurso no funcionaba con ella, además, ya no le nacía adoptar la misma postura que tomaba con el resto de seres que conocía. Le pasaba igual con Trunks, con ellos dos ya no podía ser el príncipe arrogante, al menos a solas.

-Podría pasar cualquier cosa- respondió con honestidad, caminando hacia la cama donde tomó asiento para no tenerla tan cerca. Olerla en la oscuridad e intimidad de su habitación, le recordaba los momentos que compartieron hace años, porque para él habían pasado tres años desde la última vez que intimó con la científica, gracias a los dos años que pasó en la habitación del tiempo.

Muy a pesar de sus deseos, el olor de la científica continuaba torturándolo en cada ocasión que se la encontraba, refrescando en su mente las sensaciones únicas que experimentó entre sus débiles piernas.

"No, no es tan débil como creía"

Pensó al verla de pie, con la entereza en una sola pieza, mostrándose fuerte, a pesar de que él podía percibir la inestabilidad en su energía. Se preguntó si sería por miedo, ya que desde aquella vez que lo observó con temor, el día en que casi atacó al insecto de la cicatriz, desde entonces ya no volvió observarlo igual que antes. O simplemente podría ser que estuviera ansiosa por la próxima batalla. Deseó que fuera por la segunda opción, el gesto de miedo en sus expresivos ojos azules, lo había consternado más de lo que hubiese imaginado.

Bulma se relamió los labios antes de comenzar a hablar. -Bien...- suspiró corto, -agradezco tu honestidad- lo imitó sentándose en la cama, a un metro de distancia.

Vegeta tragó saliva con disimulo, ni siquiera se sorprendió por el sobresalto en su interior, al verla acercarse con casi la misma naturalidad de antes.

-Quiero dejar claras las cosas antes de... de la batalla- dijo Bulma mirándolo de frente, dejando atrás el mutismo con el que había ingresado en la habitación. Emitió un corto carraspeo antes de continuar. -Sé que te molesta la presencia de Yamcha. Y no intentes decirme que no soportas a nadie, porque he notado que con Yamcha eres más arisco que con el resto- se acomodó un mechón de cabello detrás de la oreja izquierda, mientras fruncía el ceño con gracia.