Al día siguiente llego al colegio con una sola meta: hablar con Lucas. No nos hemos vuelto a dirigir la palabra, menos a vernos y yo no puedo dejar las cosas así. Si malinterpretó lo que escuchó, me voy a encargar de ello.
—Ahí viene Miss Karma.
No conozco a la chica que soltó el comentario pero es un hecho que fue para mí. Los presenten me dirigen miradas, algunas de reojo y otras directas. Intento ignorarles y seguir mi camino hacia el salón donde está Lucas. Vuelvo a escuchar el apodo, acompañado por risas, hasta felicitaciones.
—Le diste una lección. —me dicen
¿¡Qué está pasando!?
Apuro el paso y trato de hacerme la sorda en lo que me quede del camino. Me veo obligada a parar delante de la puerta porque soy recibida por dos amigos de mi novio. Lucen molestos.
— ¿Para qué lo estás buscando? —cuestiona uno de ellos
— ¿Qué se traen todos?
—Parece que necesita que le refresquemos la memoria —suelta el otro y se pone a buscar algo en su celular—. ¿O sólo te haces la tonta?
Dicho lo último me enseña la clave de todas mis dudas. Una foto en la que salimos Bruno y yo, besándonos. No sé si es el ángulo, no sé si es la posición de él pero nada delata que yo no estoy correspondiendo.
Estoy perdida. Las amenazas de la cucaracha y de la ex retumban en mi cabeza, sus sonrisas asquerosas me persiguen. Resultaron más listos de lo que pensaba. Más desgraciados. Nunca hubiera imaginado una porquería como ésta...
Tan sólo pensar que esta foto le llegó a Lucas... Sí, tuve la inspiración de contarle, lo supo de mi boca pero... ¡Esta imagen retuerce la realidad! ¡Y es mejor prueba que mis palabras! Además ya dudó de mi palabra, apenas haya visto esto sacó las conclusiones.
—Otra perra que se metió en su vida para hacerle daño.
—Nos sorprendiste, eh. Pensamos que al convertirte en su novia y al llegar a saber su verdad y no esa porquería que les dijo Megan a todos, no ibas a lastimarlo.
Quisiera defenderme pero me consta cómo empezó todo. Tan sólo hace poco me hubiera encantado ser el autor de este plan. Me hubiera encantado ser yo la de la idea. Es la receta ideal para destrozar a alguien... ponerle el cuerno y enseñárselo a todo el colegio, quedar como el genio que vengó a su pobre ex novia... mancharle la reputación...
—Desaparécete. Déjalo en paz.
— ¿Él... está adentro? ¿Les pidió esto? —no me contestan— ¿Sí saben que ayer le conté como fueron las cosas?
Nada. Bueno entonces voy a ignorarlos y voy a ingresar al salón. No me lo van a impedir, no son ni dueños de este lugar, ni guardias de nadie. Y a Lucas más le vale que me enfrente y que deje de mandar a sus amiguitos.
Pronto compruebo que debo darles el gusto y largarme. No hay manera de pasar.
. . .
—Por fin llegas.
Le sonrío sin ganas a mi amiga para luego ocupar mi asiento y esconder la cara entre mis manos. Pienso en esa maldita imagen y me regaño por acceder y acompañarlo ayer. Pero quién sabe... Si lo hubiera ignorado, hubiera encontrado otro momento para poner en práctica su plan.
La pregunta es cómo salgo de esto.
—Me dejaste impactada. ¡Tuviste una idea estupenda! ¿Pero a quién le pediste que hiciera la foto?
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El primero en la lista © |COMPLETA| VERSIÓN DEFINITIVA
RomanceNicole no quería volver a enamorarse, menos de alguien a quien todos en el colegio tachan de infiel. Pero en vez de alejarse, ella lo ve como un reto; un reto que consiste en ignorar sus propios sentimientos, romper el corazón de ese chico y consegu...